El retrato del abatimiento. "Estamos frustrados". El lateral de la UD Dani Castellano, tras sucumbir (5-1) ante el Athletic en San Mamés, confirmaba la desesperación de un vestuario que no encuentra soluciones tácticas al 'síndrome maldito del chárter' [ayer encajaban la 12ª derrota lejos de la Isla]. "Pedimos perdón, no hemos estado a la altura (...) Ha sido un partido en el que nos han pasado por encima nuevamente fuera de casa y hay que hacérselo mirar de una vez. Tenemos que sacar todos ese coraje que llevamos; esa fuerza para afrontar estos últimos partidos lejos de nuestro estadio. No se nos dan bien las salidas; intentamos hacer nuestro juego y los rivales ya nos conocen (...) El Athletic lo tenía muy bien planificado; sabían cómo nos iban a presionar. Nos ha costado muchísimo salir de esa presión; ellos fueron a todos a muerte... Nos ha faltado un poquito de esas ganas que hay que poner", argumentó el defensa zurdo.

Reconoce que falta determinación para sortear la presión rival, así como poner más atención en las acciones a balón parado -en La Catedral llegaron dos tantos en acciones de pizarra-. "Cuando hay un error, puede ser que exista falta de concentración. Todos salimos concentrados para intentar que no nos hagan daño, con las ideas bien claras (...) Pero llega una acción a balón parado; y es muy difícil que no te hagan ocasiones. Tienen a San José, Aduriz, Raúl García...Van muy bien por arriba y es difícil de contrarrestar".

Castellano reitera que no tiene la fórmula mágica. Desconoce la manera de poner fin a la pesadilla foránea de la UD, que ya fue triturado por el Barça en el Camp Nou (5-0) o por la Real Sociedad en Anoeta (4-1). "Si tuviese la receta ya le hubiese contestado; durante la semana trabajamos la salida de balón, así como la presión que nos harían. La idea era tratar de salir combinando, así como jugar un poco más en largo a la referencia del nueve, que en este caso era Marko Livaja. Pero no hemos estado bien, ni finos. Nos costó muchísimo salir desde atrás; cometes errores que cuestan goles. Esto nos hace venir abajo, te afecta la moral. Es complicado levantarse de varios golpes; de los goles... Pero hay que mirar hacia adelante; quedan seis partidos. Toca mirar al Alavés en casa [próxima jornada]; tratar de sacar los tres puntos".

La dimensión real de la derrota

Sobre si la diferencia entre el Athletic y la UD es la del (5-1), y si era consciente de que se podía caer 9-1, fue categórico: "No creo que pudiese acabar 9-1 el encuentro; tuvimos tres ocasiones clarísimas y no las metimos. Al final que todos los goles que encajamos es por errores, por la salida de balón que arriesgamos demasiado. En algunos momentos no habría que arriesgar tanto; es algo que tenemos integrado con el míster:más vale arriesgar atrás, para sacar el balón jugado, que pegar balonazos. Pero de vez en cuando, hay que pensar en dar un pelotazo para sacarte esa presión. Esta fórmula nos ha dado resultado, lo de sacar el balón jugado, pero fuera de casa, no es así. A lo mejor quizás, hay que mirar las alternativas; mirar los errores de cada partido y solucionarlo".

En relación al estado de ánimo, detalla que se sienten "frustrados". "Siempre venimos con ilusión, y más a un campo como éste. Con la misiva de hacer nuestro juego, de tener la pelota (...) Pero sales y te cambia el panorama; te presionan muy bien. El equipo acaba muy tocado; estamos hundidos. Con la cabeza gacha, no sabemos por qué nos pasa esto. durante la semana, se trabaja muy bien, pero luego, a la hora de la verdad

nos cuesta mucho. Hay que hacérselo mirar, hacer autocrítica todos. Soy el primero que hace autocrítica, fallé en el quinto gol (...) Son acciones en las que me arriesgo; unas salen bien, otras, pues sale mal. Es lo que tiene el riesgo".