El crédito de Setién. El estratega de seda no corre peligro. Al menos, por ahora. A falta de tres jornadas, y a pesar de las dos últimas goleadas -(0-3) en Leganés y (0-5) en el Gran Canaria ante el Atlético de Madrid-, los dirigentes de la UD, encabezados por el presidente Miguel Ángel Ramírez, destilan un discurso de madurez. Se aferran a la coherencia y al legado del estratega, a pesar de las críticas de parte de la afición a la gestión de Quique Setién [tras retirar a Halilovic].

Pitos y cabreo

El técnico acepta las críticas de la parroquia amarilla. "Con respecto a que el público me haya silbado; lo acepto con la tranquilidad y asumo que el público entienda que me he equivocado en los cambios. Jamás he pensado que acierto en todo o tengo una varita mágica. También me equivoco y es muy respetable que la gente piense lo contrario en relación a lo que hago. He salido de los campos aplaudido y silbado y esto lo entiendo como una parte más de este mundo en el que vivimos. Con todo el respeto asumo las críticas", detalló el cántabro.

Para Setién, la fórmula de trabajo se mantiene. La crisis foránea -la UD no gana en Liga lejos del Gran Canaria desde el 22 de agosto- no afecta la moral del estratega de seda. "Son futbolistas que llevan 40-50 partidos en Primera. Es el segundo año en esta categoría, incluido yo. Tenemos una forma de hacer las cosas con la que todos estábamos entusiasmados y ahora es cierto que hay gente que quiere que cambiemos . Pero ni es esto tan grave como para plantearse defenestrar a unos jugadores o quizá a mí, porque seguimos siendo los mismos. Es entendible que haya momentos que no te salgan".

Considera clave la pegada de un Atlético con una precisión brutal: "Quizá Las Palmas no era tan bueno antes y ni tan mala ahora. Seguiré en la misma línea porque no hemos cambiado nada en lo que hacíamos hace siete meses. Seguimos trabajando con el mismo compromiso, sólo que ahora el fútbol nos está dando la amargura de malos resultados e imagen. Esto ha sido siempre así y lo que tenemos de tratar es de cambiarlo y con la dignidad con la que hemos afrontado. Sé que hay mucha gente enfadada; y es lo normal".

Losa anímica

Desvela una falta de fortaleza anímica, la mala racha en la segunda vuelta -solo cuatro victorias- es una losa. "Hay cosas que seguramente nos están influyendo y nos están mermando el rendimiento, pero todo viene desde el estado anímico. Seguiré defendiendo a los jugadores. Sales al campo con la mejor intención, con el estímulo de querer hacer las cosas bien. Nadie sale al campo a fallar un pase".

El sector crítico vuelve a sonreír. Setién está contra las cuerdas. Pero queda su legado. Con el abismo a quince puntos, el rendimiento de sus pupilos es invisible. Llueven rojas y conductas poco decorosas.