Y Ramírez explotó. El presidente de la UD Las Palmas Miguel Ángel Ramírez Alonso analizó anoche con crudeza la situación de Quique Setién, a solo unos días del duelo ante el FC Barcelona en el Gran Canaria, que servirá de despedida del cántabro ante la afición amarilla. "Otra cosa es que estemos desencantados por cómo nos ha despreciado; me siento despreciado por Quique Setién. Le he dado todo, y no me lo aceptó. Me siento despreciado, pero nunca hablaré mal de él. Ha mirado por sus intereses, como mira un jugador por los suyo, los mira y se va", valoró el Mírame TV, la máxima autoridad de la entidad. "Espero que estas declaraciones no levanten ampollas, y mañana vaya a entrenar", llegó a decir Ramírez, sobre la figura de Setién, que rechazó el pasado mes de febrero, una oferta de renovación de contrato de cinco años, con el mayor salario en la historia de la entidad amarilla.

Ramírez desveló que Setién tenía un acuerdo con el Valencia, cuando el 18 de marzo anunciaba que no seguía en el banquillo de la UD. Esta opción profesional para el cántabro ya no existe, tras decantarse los propietarios del club 'ché' por Marcelino García Toral. "Yo sé que tenía ese acuerdo con el Valencia, aunque él [Setién] me lo negó", aseguró en el medio tinerfeño.

Además, Ramírez reconoció que se equivocó en la fórmula en la que encaró la renovación de Setién. "Ya dije con la perspectiva del tiempo que me equivoqué; todo influye, como gestor trato de tomar decisiones en beneficio de la UD. Yo soy quién tiene la información, y trato de tomar una decisión en beneficio del club (...) Entiendo el cabreo de la afición, están cabreados en general".

Defiende la capacidad de trabajo y la integridad de Setién: "Es un gran entrenador (...) Pero ha mirado por él, ¿qué pasa que los entrenadores no lo hacen? Este míster ha ido a por lo de él; el Valencia lo quería, por eso me contesta que no iba a continuar. Tengo que ser más listo y tratar de gestionarlo en beneficio del club. Se lo he dicho [lo del acuerdo con el Valencia] y me dijo que no. Le dije: 'Tenías un compromiso con el Valencia'; y me dice que no, ¿qué hago, le cojo por el cuello? Yo sé que me está mintiendo, pero no importa. Pero ojo, el míster no ha mordido la mano que le dio de comer. Otra cosa es que estemos desencantados, como nos ha despreciado, me siento despreciado por Quique Setién. Le he dado todo, y no me lo aceptó. Me siento despreciado, nunca hablaré mal de él, pero ha mirado por sus intereses. Como mira un jugador, lo mira y se va ahora si se queda sin equipo, ya veremos que pasa".

E insiste que "Setién es una persona especial...Pero no es mala persona, no es mal entrenador. Esta es la situación en la que estamos (...) Pero Setién no es el único culpable: la dirección deportiva y plantel también tienen su parte de culpa. Me pude haber equivocado, me equivoqué al no destituirlo cuando dio la rueda de prensa [18 de marzo] y dijo que de que no continuaba".

Un salario de Liga Europa

Ramíres detalla que el pasado lunes "mantuvimos una conversación de dos horas, y le dije que teníamos que haberle echado cuando dijo que no seguiría, y él me dijo que también tendría que irse cuando se publicaron sus cifras. Somos justos con él, y desde la UD no vamos a decir una mala palabra. No nos arrepentimos de haber traído a Setién del paro, de haberle dado un equipo de la mejor liga del mundo (...) Si Quique fue responsable que la UD jugase al fútbol y despertase esa ilusión, es el único responsable de lo que está sucediendo. Para lo bueno y para lo malo".

Y añade que "me pide un salario de Europa League, la UD no puede, pero no porque no tenga dinero, porque se rompe la manera de hacer las cosas en la entidad. Me dice que el tema económico no es importante, pero es mentira. Se lo dije a él y lo sigo diciendo. Lo segundo que me pide es unos 6-7 millones de euros todos los años para firmar jugadores, y le digo que nuestra filosofía no es esa, es apostar por la gente de la casa. Podemos comprar a un futbolista pero por cantidades normales. Él me pidió un contrato de 3 años, le dimos 5. Si permanecía cinco jornadas en descenso le podíamos destituir. Era una manera de garantizar, pero íbamos a éxito por la dos partes. No podemos pretender pagar por no conseguir cosas (...) En cualquier movimiento de altas o bajas quería tener la última palabra. Eso es complicado (...) Por no hablar que los entrenadores pueden mañana no estar. Entendemos que un gran entrenador sólo debe entrenar, y la dirección deportiva tiene que poner a los mejores jugadores". En relación al contrato récord que rechazó, valoró que "la UD le consigue un contrato de 5 años y bonos conseguibles que está cercano a los 9 millones de euros en cinco años, está por escrito. Sobre el tema de los 6-7 millones de euros para fichar jugadores le decimos que esa no es nuestra filosofía".