Máster intensivo de pasiones ocultas. Wasaps, mentiras, acusaciones, amenazas, miedos y sudores. Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD, y Quique Setién, estratega amarillo, nos han brindado un culebrón fascinante de seis meses de notable actividad sísmica. Tras poner punto y final a su ciclo de técnico del cuadro isleño, en Riazor, ante el Dépor, el cántabro enterró el hacha de guerra. Un final cruel. El penúltimo episodio de esta lucha de gigantes, tuvo lugar en el corazón del Estadio de Gran Canaria. El pasado sábado 13 de mayo, en la jornada previa del pulso liguero ante el Barça de Messi, Ramírez y Setién, mantuvieron una reunión de hora y media en el vestuario. El estratega de seda rechazaba, una vez más, la propuesta de tomar el timón de la nave amarilla. "Ni por diez millones de euros", aseguraban desde su entorno. Es el fiel fotograma de un pulso de idas y venidas, sin ganadores ni perdedores, entre dos personajes con un discurso enigmático. Tal para cual, brindaron al abonado un culebrón interminable. El Falcon Crest de la galaxia amarilla.

¿Por qué se acabó el amor? ¿Quién sale fortalecido de la ruptura? ¿Volverá Setién algún día a la UD? La guerra civil comenzó en diciembre de 2016, en la primera fase de las negociaciones por la renovación del emperador del toque. El cántabro, sin agencia de representación por aquella época, jamás reclamó más poder. Quería participar en la toma de decisiones, que su voz tuviese peso en la comisión deportiva. Estallaba el pulso con Toni Cruz, secretario técnico, y Luis Helguera -director deportivo-. Setién se habí convertido en una amenza.

Las relaciones con sus superiores saltaron por los aires. Se perdió la confianza. Los fichajes de Jesé Rodríguez y Alen Halilovic -enero de 2017- llegaron sin el consentimiento de Setién. Se ninguneaba al padre de la criatura, al arquitecto de la salvación -abril de 2016- y del liderato -septiembre-.

Pero el malestar entre el entrenador y cúpula deportiva ya se arrastraba de junio. El alta de Hélder Lopes -lateral zurdo que llegó para ocupar el puesto de Garrido- se efectuó sin el visto bueno del estratega. El cántabro, en su residencia de vacaciones, se enteró por los medios de comunicación.

Del recelo a la despiadada guerra civil. En enero de 2017, en una entrevista en la emisora oficial, Setién acusó al medio de filtrar su salario. El socio, abonado y fiel pasional de la UD, comenzaba a conocer con todo lujo de detalles los pormenores de la renovación del siglo. "Me equivoqué al negociar con Setién desde enero y con el curso en marcha", llegó a reconocer el presidente.

El 18 de marzo, tras batir al Villarreal, el estratega anuncia su no continuidad. Rechazó la mayor oferta en la historia del club a un entrenador: cinco años de contrato con más de un millón y medio por curso. Y llegaron los reproches. Todo en prime time. Comenzaba el baile.

Mestalla, en el mapa

Ramírez sacó la ametralladora en Mírame TV. Acusó al estratega de tener un acuerdo verbal con el Valencia,aquel 18 de marzo. El club 'ché' se decantó por el látigo de Marcelino García Toral.

Tras etiquetarlo de "mentiroso" y luchar únicamente por sus intereses de futuro, Ramírez hizo público su dolor. "Me sentí despreciado por Setién". Con el equipo en caída libre, el cántabro fue el blanco fácil. Tirar a matar.

En el sector oficialista de los medios, se reclamó la cabeza de Setién, que afrontó un doble infierno: perseguido en el club por sus superiores y aniquilado por los rivales en el césped en el 'síndrome del chárter'. El lienzo del técnico de moda, icono de plasticidad en la primera vuelta, se convertía en el segundo peor visitante de la competición [una victoria en 19 salidas, 49 goles encajados y un total de 74 en 38 batallas].

Agotado, y ya con un representante, el 14 de mayo se despedía del Gran Canaria bajo un manto de lágrimas. El sector de la grada Naciente le preparó una fiesta directa al corazón. Del paro a la leyenda. Setién deja un expediente de 68 duelos oficiales en Primera, lo que le convierte en el cuarto entrenador en la historia de la UD con más recorrido en la máxima categoría. Y el primero de los que se encuentran en activo. Con el Betis pujando fuerte por el cántabro, se retira en silencio dejando como herencia una propuesta barroca.

Logró extraer el máximo a la generación de oro. Los Jonathan Viera, Vicente Gómez, Roque Mesa, Tana...se encumbraron en la mejor liga del planeta. El caso del teldense estuvo muy cerca de convertirse en el mayor negocio en la historia de la entidad. Su traspaso por nueve millones al Sevilla se paralizó en julio de 2016 en el último instante por las lesiones de Javi y Hernán. Ahora vale 20 'kilos'.

La foto del desenlace

A Setién le avala la historia y el reconocimiento de la gran parte de la afición. Así como del plantel. Del paro a la leyenda, despertó una corriente de animadversión nunca vista en el corazón de la UD. Directo y rebelde, trató de cambiar el modelo y acabó siendo triturado. Se quedó solo, demasiados enemigos para un visionario.

En la ida de la final del playoff de ascenso a Segunda B -diputada ayer-, en el palco del Anexo, todos los protagonistas quedaron retratados. Como el lienzo de La Última Cena, Ramírez y Setién aparecen escoltados por directivos, jugadores y altos cargos. Y algún Judas. "En el fondo se admiran", explica un ejecutivo. Una negociación sin cortinas. Tensión palaciega en alta definición entre dos dragones.