Miguel Ángel Ramírez sigue sin dar pistas claras sobre el nombre del nuevo entrenador de la UD de cara a la temporada venidera. Pero el presidente de Las Palmas sí resumió el escenario de la negociación con el próximo inquilino del banquillo. Como el dirigente expuso ayer en rueda de prensa, la primera opción siempre fue la de Quique Setién. El máximo mandatario del club confirmaba que, a pesar de que el cántabro allá por marzo anunció públicamente su adiós, peleó hasta el último momento para que el míster reconsiderara su postura y aceptase la renovación.

Tanto creía en su poder de disuasión Miguel Ángel Ramírez que al contratar a su sustituto, según sus palabras en el mismo mes en que Setién declaró que no seguía, supeditó ese acuerdo a que ya resultara inevitable la marcha del hasta ahora entrenador, cosa que acabó ocurriendo finalmente.

Si el técnico cántabro, por un motivo u otro, hubiese dado marcha atrás en su idea de abandonar la disciplina de la UD, el acuerdo del club con el compañero que le va a sustituir en el banquillo quedaba en papel mojado.

"La alternativa a Setién tiene ahora dos condicionantes. Uno lo conocerán cuando presentemos al próximo entrenador y otro era que si durante el periodo hasta el final de temporada yo era capaz de revertir la situación del propio Setién, entonces Setién seguiría en la UD Las Palmas. Y por lo tanto, el compromiso con el próximo técnico no iba a valer", expuso Miguel Ángel Ramírez en su alocución.

Valerón en el cuerpo técnico

El presidente, que confirmaba la presencia de Juan Carlos Valerón en el cuerpo técnico del primer equipo la próxima temporada y la continuidad en el mismo de Rafa Cristóbal como preparador físico, también hablaba del perfil bajo del nuevo inquilino del banquillo: "Buscamos talento y eso no significa experiencia. Significa capacidad, posibilidad, apuesta... El entrenador reúne los perfiles que queremos. Cuando vino Setién, venía del paro y sin entrenar en Primera. Miren ahora el resultado".

El mandatario amarillo está seguro de que "va a dar tardes de gloria". "Hemos tenido un amplio abanico de posibilidades para elegir. La dirección deportiva se reunió con varios y, tras analizar sus perfiles, finalmente hemos elegido al candidato que desde marzo está elegido. Cuando se presente se entenderá el resto", concluía.

Miguel Ángel Ramírez confirmaba que, hasta el mismo final de campaña, intentó revertir la situación con Quique Setién para que hubiese un acuerdo sobre su continuidad. Incluso admitía que, en la previa del encuentro ante el Barça, tuvo una reunión en el despacho del míster con el cántabro y sus ayudantes.

Reconoce que estos últimos no conocían la oferta que la UD le había ofrecido a su jefe -10 millones de euros por cinco temporadas y si mantenía al equipo cinco jornadas seguidas en puestos de descenso podían cesarle sin pagar los años venideros-, y que él mismo pidió que se grabara en vídeo el momento en que la explicaba.

Además dijo que el cántabro, entre sus pretensiones, solicitaba entre seis y siete millones por año para fichar, "lo que él creyese conveniente". Esto, según el mandatario amarillo, no se ceñía a la política de la entidad de apuesta por la cantera.

Añadía que el cántabro pretendía tener capacidad de vetar las decisiones de la dirección deportiva, y que las altas y bajas se hicieran con su visto bueno. "En la UD se toman las decisiones en la comisión formada por Tonono, Luis Helguera, Toni Cruz, Patricio Viñayo y yo. Se le ofrecía incorporarse a la misma con voz y voto. Y si se producía un empate en las votaciones, yo como presidente renunciaba a mi voto de calidad, y si había un empate a tres no se hacía la operación".

Reconoce el presidente que le ha resultado "muy difícil" gestionar la situación durante los últimos tres meses. Que el míster tenía "una relación nula" con la comisión deportiva y que era él quien hacía de hilo transmisor entre ambas partes.

Visto lo negativo de la experiencia, Miguel Ángel Ramírez parece que ha sacado una conclusión de todo lo que ha ocurrido durante los últimos tiempos. Afirma que "nunca más negociaré la renovación de un entrenador durante la temporada". "Cometí un error gravísimo", asume el mandatario amarillo.

A pesar de todo, el presidente vuelve a tildar de "cordial" la relación que mantiene con Quique Setién, quien "ya es historia" y le desea suerte. "Espero ganarle los partidos en que nos enfrentemos; tendré que ofrecer una prima a los jugadores", dijo en tono jocoso.