Llegó la hora de la verdad para Las Palmas Atlético. El filial de la UD, después de arrasar durante la temporada en el grupo canario de Tercera, tiene hoy (16.30 horas, Televisión Canaria) ante sí la posibilidad de reencontrarse con la Segunda B. Para ello, el cuadro grancanario debe salir vivo de un compromiso bastante peliagudo.

Todas las previsiones apuntan a que se encontrará en Tafalla (Navarra) con un ambiente hostil en el encuentro de vuelta de la eliminatoria directa de ascenso a la categoría de bronce del fútbol español que le mide al Peña Sport. Debe defender el equipo dirigido por Manolo Márquez el exiguo 2-1 logrado el pasado domingo en el Anexo al Estadio de Gran Canaria.

Sin duda, un examen de máxima exigencia para los jóvenes futbolistas de la escuadra amarilla. Al menos, cuentan con la tranquilidad de que, si fallan, guardan otra bala en la recámara, pues optarían a subir ese escalón futbolístico que ansían por una vía más larga.

Pero esa opción aún no la contempla Las Palmas Atlético. Jugadores y cuerpo técnico saben que durante la actual campaña han dado muestras sobradas de ser un conjunto preparado para batallas complicadas como la que afrontan hoy en tierras navarras.

Ya lo demostraron en el encuentro de ida de esta eliminatoria ante el Peña Sport. Los de Manolo Márquez, sobre todo en la primera mitad, fueron fieles a la filosofía de juego que les ha llevado hasta aquí. No acompañó la suerte al filial de la UD y su rival, que demostró hechuras de conjunto serio, sacó petróleo del Anexo sin grandes alardes.

La exigua renta del 2-1 del choque inaugural de esta confrontación entre grancanarios y navarros deja un escenario difícil de prever para ambos contendientes. Hay que estar preparado para todo, lo bueno y lo malo. Lo que sí parece seguro es que Las Palmas Atlético seguirá fiel a su discurso. En estos momentos tan trascendentales donde se juega la gloria, no renegará de lo que tanto le ha dado. Por ello, la defensa a ultranza del resultado queda descartada. Eso sí, habrá que sufrir para solventar con éxito las acometidas de un Peña Sport que, con la ayuda de su público, intentará agobiar a Álex Guanche, portero del filial amarillo.

Los navarros se convierten en temibles cuando actúan como locales, no en vano han cimentado su liderato de grupo en los resultados obtenidos en casa. De hecho, el conjunto local acababa invicto ante sus incondicionales la temporada regular. Pero Las Palmas Atlético también ha demostrado durante la actual campaña, donde ha batido todos los récords en el grupo canario de Tercera División, que se muestra como un valor seguro tanto dentro como fuera. No en vano, los amarillos únicamente cayeron en uno de sus desplazamientos en el actual curso liguero.

Desde que terminara el encuentro de ida, el Peña Sport comenzaba a hacer llamamientos a su afición para que hoy se viva un ambientazo en el campo de fútbol de San Francisco. Incluso, el club ha organizado un día especial con una comida popular justo antes del choque. Así pues, todo hace presumir que se vivirá un ambiente de gala. Eso, más que el partido tendrá lugar sobre una superficie de césped natural a la que Las Palmas Atlético no está acostumbrada, pone más dificultades a los deseos amarillos en Navarra. Además, ambos conjuntos tendrán que afrontar un duelo de máxima exigencia bajo unas condiciones atmosféricas bastante duras. Y es que ayer se superaban los treinta grados en Navarra y un alto índice de humedad, lo que acarreaba tormentas.

Para esta tarde se estima que el termómetro también castigará a los jugadores. En principio, esta circunstancia debería favorecer a los de Manolo Márquez, más acostumbrados. Pero, ojo, si el verde del campo de San Francisco estuviera muy seco por los efectos del calor, el fútbol de Las Palmas Atlético saldría perjudicado.