José Castro, presidente del Sevilla, reafirmó ayer que quieren que Víctor Machín, Vitolo, y el galo Steven N'Zonzi, con ofertas de otros clubes, sigan en el equipo y que "si algún día salen, desde luego no será por menos del importe de sus cláusulas", en torno a los 40 millones de euros en cada caso.

En la presentación del nuevo entrenador sevillista, el argentino Eduardo Berizzo, el mandatario andaluz aseveró que analizarán los casos que puedan surgir "uno a uno, no en conjunto". En referencia al centrocampista grancanario, afirmaba que "sólo hay una opción de que salga: ir a pagar la cláusula a la Liga de Fútbol Profesional".

Un mensaje dirigido sobre todo al Atlético de Madrid, que es el club que más puja por hacerse con los servicios del internacional. Y con la UD Las Palmas al acecho. Ante la imposibilidad del cuadro colchonero de fichar jugadores hasta enero por la sanción de la FIFA, se abre una puerta a que el jugador recale en el equipo de su tierra hasta la apertura del mercado invernal.

Siguiendo en la misma línea del presidente José Castro, Eduardo Berizzo en su presentación oficial como nuevo entrenador del club del Nervión apuntó lo siguiente respecto a este tema: "Hoy dibujo un Sevilla con Vitolo y N'Zonzi. Mientras no haya una noticia contraria son futbolistas nuestros".

El argentino destacó que su "reto" es "seguir ganando, hacer que el equipo siga ganando" y "creciendo", y sobre el estilo de juego que propugna manifestaba que comparte muchas ideas con su antecesor, su compatriota Jorge Sampaoli.

"Me unen muchas más ideas comunes que diferencias con Jorge. Mi idea es atacar, adueñarnos del balón para que esté en nuestros pies la mayor parte del tiempo y atacar rápido. Me gusta atacar, mandar en los partidos, y para eso elijo el balón", apuntaba el argentino, que dirigió las tres últimas campañas al Celta de Vigo.

Restó importancia a las cuestiones contractuales que demoraron su contratación, las "propias de una negociación", y aseguró que su "mayor ilusión" la vivió cuando, una vez acababa su relación con su anterior equipo, el club andaluz le comunicó que era el elegido, lo que le hizo decidirse "muy rápido".

"Mi decisión estaba tomada. Conversé con Óscar Arias -director deportivo- y coincidíamos", señaló el técnico, por lo que no dudó en aceptar la propuesta de entrenar a "un equipo grande, con ambición, competitivo", lo que supone "un gran desafío" para él.