Ser diferentes. Esas dos palabras podrían ser un buen eslogan para cualquier campaña de promoción de ventas de abonos. La diferenciación suele gustar; no estar en alineación con el resto se valora. Y a veces esa diferencia suele ser significativa.

Es lo que le pasa a la UD Las Palmas con su banquillo. Aunque tiene dueño virtual con Roberto De Zerbi -y real en gran medida-, la UD es el único equipo de la Primera División que aún no ha podido oficializar a su entrenador de cara a la próxima campaña. El último equipo en confirmar a su técnico para el curso 2017-2018 ha sido el Getafe, recién ascendido a Primera División tras dejar en la cuneta al CD Tenerife en el Playoff de ascenso a la élite.

"Él tiene contrato, y si quiere entrenar en Primera, le voy a dar la oportunidad", aseguró Ángel Torres, presidente del club del sur de Madrid tras el ascenso del cuadro azulón a LaLiga. El salto de categoría con el cuadro madrileño es el segundo que completa en las dos últimas temporadas. Y es que el pasado curso José Bordalás también ascendió con el Deportivo Alavés, club donde no siguió.

El cuadro vitoriano ha sido el penúltimo equipo en confirmar al argentino Luis Zubeldía, procedente del Independiente Medellín, tras la salida de otro argentino, Mauricio Pellegrino, que entrenará al Crystal Palace de la Premier League.

Otros equipos que tienen nuevo entrenador son el Real Betis del examarillo Quique Setién; el Valencia, con Marcelino García Toral; el Sevilla, que contrató a Eduardo Berizzo; el Celta, que confió en Juan Carlos Unzué para sustituir al argentino; el FC Barcelona, que tendrá a Ernesto Valverde como técnico y el Athletic, que colocó al Cuco Ziganda por el Txingurri.

En total, ocho equipos con nuevas caras en la banda. El resto seguirá depositando su confianza en el entrenador que tenían el pasado curso, tanto los nuevos equipos de LaLiga (Levante, Girona y Getafe), como los otros ya consolidados.