Jorge Brazalez, reciente campeón del popular concurso de televisión MasterChef, tiene un vínculo con la UD Las Palmas. Brazalez decidió cambiar el mundo del balón por el de la cocina y en esa etapa como futbolista pasó por el filial del club amarillo. Fue en la temporada 2008-09 con Las Palmas Atlético en Segunda B. El equipo acababa de lograr el ascenso a la categoría de bronce con Juani Castillo como entrenador y Tonono en la dirección de la cantera y buscó en Brazalez un refuerzo para la delantera.

En ese momento tenía 19 años y procedía de las categorías de formación del Atlético de Madrid y del Levante. Sin embargo no tuvo fortuna en la Isla y su experiencia fue bastante corta. Estuvo media temporada en la que jugó diez partidos y solo marcó un gol. Pero en ese período de tiempo pudo coincidir con los que son ahora dos gigantes del fútbol canario: Jonathan Viera y Vitolo, con los que coincidió en varios encuentros.

Un gol al Lanzarote

En el mercado de invierno, con el filial amarillo, por entonces a las órdenes de Víctor Afonso -que sustituyó a partir de la jornada 15 a Juani Castillo-, el club decidió darle salida y se marchó al Puertollano. De los diez partidos jugados en Las Palmas cinco de ellos fueron como titular y dos completos. Su único gol llegó en la quinta jornada, en casa frente al Lanzarote. En ese partido entró en la segunda parte en lugar de Ale Peraza. También compartió vestuario con Randy, Armiche, Juanpe y Aythami Álvarez, que sí llegaron al primer equipo. En la entidad insular sus compañeros le recuerdan como una buena persona, con una gran actitud y con muchas inquietudes, no solo el fútbol ni la cocina.

Brazalez jugó posteriormente en el Gimnástica de Torrelavega, Huétor Tájar, Maracena, Linares Deportivo e incluso tuvo una experiencia exótica al cruzar el charco para jugar en el América de Cali, donde jugó 11 partidos con el objetivo del ascenso a la Primera División de Colombia. Allí marcó 3 goles en 11 partidos pero volvió pronto y los dos últimos equipos de su carrera fueron Loja y Formentera donde, ya con 26 años, decidió en 2015 colgar las botas para centrarse en la cocina.