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Perfil El primer protagonista

Halilovic, el renacer del malabarista

El croata, que había tocado fondo, espabila en Tunte y suma tres tantos

Alen Halilovic, durante el amistoso en Tunte. JOSÉ CARLOS GUERRA

En el infierno, llegó la resurrección del estilista de cristal. Tras ocho días de preparación, y la disputa del primer clásico del verano [el bolo ante la Selección del Sur], Alen Halilovic pega un portazo. Reclama el protagonismo perdido tras su travesía errática en la UD en la 2016-17 -que adornó con 18 participaciones y dos asistencias en la segunda vuelta tras llegar cedido por el Hamburgo alemán-.

A sus 21 años, y tras decepcionar en el FC Barcelona, Sporting de Gijón y el propio conjunto teutón, no puede desaprovechar la plataforma de oro de la UD [donde otros jóvenes valores como Salomón Rondón o Willian José dieron el salto a la fama y la gloria]. Y fue en Tunte, en el anecdótico (0-6), donde Halilovic, el clon del cantante Justin Bieber, besó la pelota y al menos, despertó de su letargo.

Velocidad, control, precisión y definición en su nuevo rol como escudero de Jonathan Viera. Tras convertirse en una de las grandes decepciones del pasado curso [llegó en enero junto al otro galáctico Jesé Rodríguez y pasó de puntillas], ha decidido clonar su versión estratosférica del Dinamo Zagreb. Justin quiere empezar de nuevo, no tiene tiempo que perder.

Lo tenía memorizado. La primera obsesión del estratega de las mil variantes pasaba por reubicar a Halilovic por el centro del ataque. Libertad de movimientos. El bastón de mando y el traje de Armani para Alen. Este zurdo diabólico ilustra el primer acierto de Márquez. Una invención que ilumina su arista más combinativa.

Registro asociativo

La operación de Halilovic -cristalizó el pasado enero- y llegó sin el visto bueno de Setién. La entidad y la dirección deportiva multiplicó sus esfuerzos por un genio adormecido. La UD dejó abierta la opción de compra, en el citado contrato. No es un cualquiera, este diamante que costó al Hamburgo cinco millones de euros [abonados al gigante Barça, que se desprendía del Messi de Dubrovnik].

Confidente inseparable de Prince, Halilovic no quiere que se repitan los fantasmas de la Ciudad Condal, El Molinón y Volksparkstadion. Triturado por el silencio, se ha especializado en marcharse por la puerta falsa. Hasta que conoció Tunte, un más allá que le sirve de gel revitalizador. Adiós a la maldición del genio de hielo.

En esa nueva demarcación, que llega prefabricada por el credo táctico de Márquez y Juan Carlos Valerón, Alen tendrá que luchar con Viera -el Mesías de la UD-, Tana, Vicente Gómez, Prince Boateng, Vitolo, Momo e incluso Araujo.

El más elegante, el más frágil

Para el estratega silencioso, en su galeón aguardan un millón de alternativas ofensivas, que deberá encajar en su 4-1-4-1. Un plan táctico revolucionario, que irá adquieren cuerpo esta tarde ante Las Palmas Atlético (18.30, El Hornillo) y el sábado ante el Marítimo de Funchal -conjunto de la Liga Europa-.

Le avala ese registro combinativo, que dejó patente ante el Espanyol en Cornellà, pero que luego se fue diluyendo en un ciclo dantesco. En su expediente, solo brillan dos victorias [su debut ante el Valencia y en el baile a Osasuna].

El resto, un carrusel de decepciones. La viva imagen del abatimiento. Pesadilla Justin. Estalló el Halilovic depresivo, que Márquez, con un movimiento de pizarra ha logrado captar para el proyecto.

En ese ADN imprevisible de los genios, al croata se le acusa de una falta patológica de intensidad. Sin el apetito de un perro de presa, su coraje por recuperar el esférico es insuficiente. Para completar su reconversión al mundo de la luz, y escapar de las tinieblas, se aferra al manual de supervivencia de Las Lagunas. Fue en el más allá, cuando decidió dilapidar su depresión.

Ahora vuela, en busca de una oportunidad. El despertar del malabarista. Aterrizó en enero y comenzó una pesadilla, que terminó en Tunte.

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