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UD Las Palmas Pretemporada

El 'silencioso' Márquez

El técnico catalán cumple 10 días de entrenos con la UD desde un segundo plano

El 'silencioso' Márquez

Después de diez días de entrenamientos la conclusión principal que se puede sacar del nuevo técnico de la UD Las Palmas, Manolo Márquez, es que no es un hombre de muchas palabras. O por lo menos no lo ha demostrado hasta ahora. Quizá todavía esté asimilando su aterrizaje en el banquillo y tener que tratar con futbolistas de Primera División, algunos de los cuáles son incluso estrellas mundiales, como Prince Boateng, Jonathan Viera o Víctor Machín Vitolo. Es de suponer que próximamente, una vez superada esta primera fase de la pretemporada, Márquez mostrará más a las claras sus cartas como entrenador.

Su segundo plano inicial no quiere decir, ni mucho menos, que sea un defecto con consecuencias negativas para el equipo, sino que en muchas ocasiones ese escaso protagonismo es incluso una virtud para el buen devenir del grupo. En estos primeros 10 días de pretemporada, el técnico catalán ha preferido primero observar y contemplar lo que tiene delante para luego dar un paso al frente.

Y sobre todo ha hablado mucho con su colaborador, Juan Carlos Valerón, con el que ya había trabajado la campaña anterior en el filial. Márquez, sabedor de la complicidad del vestuario con el que consideran un referente no sólo en lo deportivo sino también en lo personal, ha preferido ceder el protagonismo al Flaco.

Al de Arguineguín se le ha visto hablar con los jugadores, dirigir ejercicios e incluso participar en ellos. No sólo ha tomado el mando en los entrenamientos en Maspalomas, sino también durante la concentración en Mogán. El Capitán de Honor del club ha estado en permanente comunicación con uno de los líderes del vestuario, Jonathan Viera. Juntos forman el principal nexo de unión entre el cuerpo técnico y los jugadores.

Dos mensajes claros

Los diferentes jugadores que han ido pasando por la sala de prensa del Estadio de Maspalmas han ido corroborando que Márquez, en sus primeros días, ha hablado muy poco. Lo justo y necesario.

Lo que sí ha transmitido el catalán a los jugadores es un par de mensajes muy claros en cuanto a la idea general de juego que quiere el nuevo entrenador de la UD. Por un lado, la idea de mantener las líneas muy juntas, y por otro, la necesidadel todos a una: todos atacan o todos defienden, pero siempre al mismo tiempo.

El día de su presentación, Márquez dejó claro que su filosofía de juego, adaptada también a los futbolistas de los que dispone, se basará en el ataque, pero con orden. Precisamente el aspecto defensivo es una de las cuestiones a mejorar con respecto a la temporada pasada, y eso es algo en lo que han incidido los propios jugadores. Por lo poco que se ha podido ver, a Márquez le gusta la presión arriba para recuperar rápido el balón.

Busca su sistema

Al nuevo entrenador de la UD le gusta el sistema 4-2-3-1 con el que subió el curso pasado a Las Palmas Atlético a Segunda División B. Es una disposición en el campo que le atrae y que le ha dado éxitos. Sin embargo, es consciente de que la plantilla actual está acostumbrada al 4-1-4-1 con el que jugaba la mayor parte de los partidos con Quique Setién en el banquillo.

De hecho, en los tres partidos de entrenamiento que el equipo ha disputado hasta ahora, en todos ha utilizado, al menos en una de las partes, esa disposición táctica. Y es cuando mejor ha jugado la UD, aunque es evidente que pocas conclusiones se han podido sacar ante rivales muy inferiores.

El sistema no es lo único que busca Manolo Márquez, sino quetambién quiere descifrar el tipo de mediocentro que le hace falta al equipo para sustituir a Roque Mesa. De momento, en la plantilla hay dos jugadores en esa posición, Javi Castellano y Hernán Santana, y ha querido probar a Fabio González, su faro en el filial, pero el jugador sufrió un esguince de tobillo -10 días de baja- en el partido de Tunte.

'Delbosquiano'

Al presentarse como técnico de la UD, Márquez citó al ex seleccionador nacional y del Real Madrid, Vicente del Bosque, para señalarle como un referente a la hora de solucionar los conflictos que pudieran surgir en el vestuario. Hasta en esos posibles casos, el catalán confesó que quizá es mejor apartarse, lo que incrementa todavía más la sensación de que vive mucho mejor apartado de los focos.

Es algo en lo que los propios futbolistas también han hecho hincapié: la importancia de tener en el vestuario a un hombre como Valerón para mediar en los posibles conflictos. De momento, el silencioso Márquez está en la sombra. Quizá luego entre en la escena.

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