Con todo. El Sevilla CF intentará defender sus intereses en el 'Caso Vitolo' y se agarra a su derecho a acudir a la justicia. Porque el club hispalense anunció ayer que, tras la reunión del Consejo de Administración y su posterior aprobación, la entidad emprenderá "acciones legales con los actores que han intervenido en la salida de Vitolo". Un colectivo que implica de lleno a la UD Las Palmas, que acogerá al canterano hasta enero de 2018.

José Castro, presidente del Sevilla CF, había anunciado que el club andaluz llegaría "hasta el final en defensa de sus intereses, hasta donde sea necesario, sin escatimar absolutamente nada". Una advertencia días después de que se completara la salida de Vitolo de Nervión y que ahora empieza a tomar cuerpo.

En el comunicado oficial del Sevilla se resume que, tras "unas seis horas" de reunión del Consejo de Administración, el club decidió emprender acciones legales contra "el propio jugador, su padre, la agencia de representación Bahía, y los clubes Atlético de Madrid y la UD Las Palmas, clubes donde jugará el internacional canario la temporada que viene".

De hecho, el Sevilla CF asegura en el mismo comunicado que "dos bufetes" de abogados ya estudían el caso. La entidad presidida por José Castro se agarra al acuerdo que padre y represenantes de Vitolo alcanzaron con el Sevilla CF y que propició que el mandatario sevillista se lanzara a anunciar la renovación del extremo por cinco años. "El Sevilla alcanzó un acuerdo de renovación con Vitolo el pasado 10 de julio, avalado por documentación por escrito que obra en poder del Sevilla, que el futbolista decidió romper de forma unilateral", manifiesta el club en el comunicado.

No obstante, la firma de los contratos no estaban. Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD Las Palmas, maniobró de manera conjunta con el Atlético de Madrid. Unidos, solventaron el embrollo, buscaron financiación y depositaron los más de 35 millones de euros de la cláusula de rescisión del contrato de Vitolo. El acuerdo el Sevilla y el atacante habían alcanzado se dinamitó. Vitolo jugaría cinco meses para la UD y después pasaría a ser jugador del Atlético de Madrid.

Margarita Garay, directora general de Bahía Internacional, acompañó al futbolista en cada paso. Ni ellos, ni los clubes consideraron que la documentación que ambas partes habían intercambiado resultaba definitiva. Con esa convicción ejecutaron la operación y acabaron con el culebrón más surrealista de los últimos años.

"Al final cada uno hace lo que tenga que hacer, yo tomé esa decisión, si él quiere emprender acciones legales no soy quién para pararlo. Para mí hice todo legal y nada más". Eso fue lo que dijo Vitolo en su presentación como futbolista amarillo cuando fue cuestionado sobre el olor a tribunales que podía tomar el caso.

Ahora el Sevilla ha pasado de las palabras a la acción y apunta a disparar contra todos los actores envueltos en un culebrón de verano de los de verdad, de esos que guardan giros completos en la trama y que cuando parecen acabar aún siguen. El próximo capítulo, a la vista.