La gloria del indomable. Un Carranza para la apisonadora galáctica. De Chichizola a Prince Boateng. Una tonelada de debates para Márquez. La UD conquistó el trofeo de los trofeos (0-2) tras superar al Málaga, bajo los gritos de 'olés' de la afición cadista. El viernes, la UD de Márquez, invicta, debuta en Mestalla y lo hace con el trofeo de doce kilos de peso. El Príncipe y Bigas fueron los goleadores, en una noche mágica.

Chichizola y Prince. Es el verano de los debates. Se alzó el telón de la final y el arquero de la UD escenificó la presentación perfecta. Peregrinaba como un turista en esta fase experimental, hasta que llegó el combate final. Y es que tras lo acontecido en el primer acto de la finalísima del trofeo de los trofeos, hay un pulso estimulante bajo palos. Queda para la posteridad como el Carranza de los porteros de la UD.

En semifinales, fue el turno de la araña Raúl Lizoain, y anoche, le tocó al argentino Leandro Chichizola. Con siete intervenciones de méritos, se hizo el amo y señor de la Tacita de Plata en 40 minutos pletóricos. Mantuvo a la UD en un partido de ida y vuelta, intenso y que coronó la verticalidad isleña.

Una acción de desborde y habilidad de Dani Castellano (41')fue suficiente para generar un cortocircuito en la zaga de Míchel. Cifu cortó la penetración en el corazón del área de Andrés y derribó al gemelo. Penalti y tanto del Príncipe.

Merecido o no, el cuadro de Márquez lució entereza ante las acometidas de un Málaga voluntarioso. Jamás perdió la cara al encuentro y Mauricio Lemos superó con nota el examen con el rol de timonero.

Guerra de dibujos

El conjunto boquerón saltó a escena con tres centrales -Luis Muñoz, Luis Hernández e Ian-. Un 3-4-3 para congelar el dogma filosófico de Márquez [abonado al 4-1-4-1 como carta de presentación de la nueva era]. Ante este panorama, el Carranza se sacó el abono de la UD. La Tacita de Plata fue gasolina súper, aliento para la legión galáctica de Jonathan Viera y Vitolo.

Prince, en el epicentro del otro debate -el del ejecutor letal con Jonathan Calleri-, se las tenía que ver con las tres torres malacitanas. Pulso de músculo y talento. Una pérdida de Fabio en la medular dejó un balón franco para el velocista En-Nesyri (4'). Primer aviso boquerón.

El Carranza bendecía la osadía de la UD con 'olés' tras cada pase barroco. Era la Tacita de Plata de siete Palmas. Los de Márquez jugaban de local y una asistencia mágica de Tana provocó el primer fotograma del pánico. Misil de Prince Boateng y el esférico se fue rozando el palo.

En esta fase inicial de coqueteo, Chory Castro fusiló, algo esquinado, a Chichizola. Intervención brillante del argentino (15') que exigía más atención a sus soldados. Patada de Luis Muñoz a Vitolo (19') y la UD salía de la cueva. Nuevo centro lateral, en esta ocasión de Simón, y Prince, en el área pequeña, lucía su maldición. No era el verano del Príncipe, melancólico y superado por la sombra del artillero Calleri.

Por su parte, el Málaga recurría a su presión total para intimidar a la retaguardia de gofio. Bigas se confío en exceso y apareció Ximo Navarro para alejar el peligro. A balón parado, lo intentó Viera con un saque de esquina, al que Bigas solo pudo acariciar levemente con el rostro.

Pero fue Vitolo el que dejó uno de los detalles más renacentistas de la final. Un taconazo sublime, al que Prince Boateng no pudo llegar al estrellarse en el muro de Luis Hernández. La UD estiraba su posesión, ante un rival salvaje, que tuvo en Jony al primer amonestado -por dar una patada al diamante Fabio-.

Los amarillos dejaban gotas de su fragancia, con la mejor versión de Prince de la pretemporada. Mostró su arista generosa. La doble 'V' carecía del brillo de otras fechas, pero bastaba con el desborde de Simón, Dani Castellano y Tana.

Pero las ocasiones seguían siendo del Málaga. La poesía era amarilla, pero la pólvora tenía el sello boquerón. En-Nesyri controló en el área, tras un pase antológico del Chory Castro, y el misil lo congeló Chichizola. Solo fue el comienzo del monólogo malacitano. Mula, sin marca, controló con el pecho en el punto de penalti, y el tiro se fue muy desviado (29'). Como pasó en el segundo acto ante el Cádiz, la UD tuvo su fase crítica, en la que perdió el rigor. Pero ahí estaba el arquero argentino con su festival de reflejos.

Tercer lanzamiento de En-Nesyri y paradón del meta amarillo. Bienvenidos a la Tacita de Chichizola. Las continuas pérdidas de balón de la UD ilustraban un guión aterrador.

Cintura mágica de Viera

Leandro, la cura perfecta al caos. La UD resistió, una y otra vez, gracias al espíritu del meta argentino. Infranqueable ante los pistoleros malacitanos. Luis Hernández vio la amarilla y Chory perdía el norte. Miraba al cielo descompuesto, al estrellarse por enésima ocasión en la figura del portero amarillo.

En el 35', un oasis en el desierto del Sáhara. Un pase made in Viera dejó a Simón solo ante Andrés. Le faltó potencia a la locomotora de Jinámar para lograr un tanto de bandera. Pedro Bigas vio la cartulina y Prince se vestía de bombero. El berlinés despejó como un guerrero del barro en el jardín de Chichizola.

Sin gol, ante los fantasmas de Calleri, un pase de Viera fue controlado por Dani Castellano que sacó lo peor de Cifu. Derribo, penalti y gloria para el Príncipe del Roque Nublo. El ex del Milán lanzó a la derecha del arquero boquerón y llegó el 0-1 superado el minuto 40.

Prima la flor de Márquez -invicto en la pretemporada- y este equipo llega intratable a Mestalla. Cuando se acercan las sombras, hay una vía de escape. En el instante más crítico, llegó el primer tanto para calmar a las fieras. Era el tercer penalti de este Carranza, tras los fallos de Adrián González y Barral, Prince superó con maestría a Andrés.

Gesto de cintura de Viera y descanso. Se alcanzó el ecuador de la final del arquero eterno con otro carrusel de aplausos. El meta de la UD recibió un golpe y fue atendido en su área, una vez recuperado, recibió el premio de su santuario.

En el segundo acto, el bloque de Márquez buscó la sentencia desde el primer suspiro. No quería más padecimiento. Un pase de Viera, desde la banda izquierda, dejó a Vitolo a solas con Andrés. Tiro cruzado del internacional que fue desbaratado con entereza por el meta.

Míchel recurría a todo su arsenal y llamaba a Borja Bastón. Pero con un golpeo magistral de Tana, Bigas mandó el esférico a la red. Se fabricó el 0-2 desde la disparada decisión del técnico malacitano de agitar el banquillo en la previa a una acción de estrategia. El envío lateral de Tana fue exquisito, y apareció la figura del balear Bigas.

Márquez retiró a Prince, y el Carranza se puso en pie. Para la Tacita no hay debates. Debe jugar el Príncipe en Mestalla, que salió estimulado, ante la explosión del pistolero Jonathan Calleri en esta pretemporada. Con el killer como única referencia, también aparecieron de revulsivo Alen Halilovic y Hernán Santana. En esta fase definitiva del duelo, Viera tomó la responsabilidad de portar el timón de la nave. Llegó un carrusel de 'contras' de fuego que celebró el Carranza con complicidad. Mejoró la UD con el viento a favor, y un caño de Halilovic a Juanpi provocó la ira rival.

Se descompuso el Málaga, en un final poético para los isleños, con gritos de 'olés' desde la grada en la gran noche de Chichizola. El arquero argentino llevaba toda la pretemporada esperando este momento.

Simón y Recio (90') fueron expulsados tras encararse. Más mordiente a un final trepidante. Se retiraron con el 'que se besen'. Conquista histórica, a unos días del estreno. Esta UD es invencible. Y ya tiene en sus vitrinas su primer clásico: El Ramón de Carranza.