¿Cómo lleva estas primeras semanas como entrenador de Las Palmas Atlético?
Con naturalidad, porque tiene que ser sí. Es un equipo como cualquier otro salvo el matiz de que estás entrenando a un representativo, con el seguimiento que tienen los equipos de la cadena de la UD Las Palmas.
Habrá sido una sorpresa para usted dirigir al filial, como también lo fue para Manolo Márquez subir al primer equipo.
Fue una decisión que había que tomar en cuestión de minutos y al día siguiente había que trabajar. Evidentemente, coger al equipo de Segunda B es un salto cualitativo. Estamos aquí para hacer el trabajo que nos pide el club en el plano clasificatorio y en el formativo.
¿Le sorprendió que su salto fuera del juvenil División de Honor al filial sin pasar por el 'C'?
No. Tonono había estado en contacto conmigo desde hacía años y siempre me había dicho que en algún momento le gustaría que estuviera en el club. Nunca me especificó en qué equipo. Igual existió la posibilidad años antes.
¿Quién es Suso Hernández y cómo juegan sus equipos?
Soy un entrenador de aquí y entrenar en la tierra no es nada fácil. Apenas hay cinco equipos de la Isla en Tercera y uno en Segunda B. En cuanto a mi fútbol, tengo dos o tres pautas que siempre me gusta que tengan mis equipos, aunque también me puedo adaptar a las características de los jugadores. Me gustan los equipos equilibrados, que tengan un buen orden en el campo, que sepan que los partidos tienen diferentes fases. También que apuesten por la posesión del balón cuando sea necesario, pero que a su vez, cuando el partido lo requiera, estén ordenados. Es decir, me gusta leer el juego, entender cada partido y ser capaz de dar respuestas para ganarlos.
¿Cree que un filial, en líneas generales, debe tener el mismo estilo de juego que el primer equipo?
Es una pregunta importante. Todo depende de la filosofía. Es decir, si el primer equipo va cambiando de entrenadores que no tienen el mismo perfil futbolístico, luego puede haber desajustes en el filial. No podemos estar a expensas de las circunstancias del primer equipo, porque, por ejemplo, en las primeras jornadas puede hacer una apuesta futbolística y después necesitar otra porque no salen los resultados. Entonces, ¿qué hacemos con el filial? Hay un equipo que es referencia mundial en ese sentido que es el Barcelona, con una apuesta muy definida. Pero también es cierto que esos jugadores, cuando salen de ese club, tienen más difícil adaptarse a otros métodos y otros sistemas. Yo creo que la diversidad enriquece al jugador, es decir, que aprenda diferentes sistemas y formas de jugar, que si más combinativo, más de repliegue, más de contra... Todo va enriqueciendo al jugador y él debe tener capacidad de adaptarse.
¿Cuál es el objetivo esta temporada?
Son dos y muy claros. El primero es potenciar a los chicos y ayudarles a llegar al primer equipo, ponerles todos los medios y animarles a que trabajen por ello. Y luego en el plano clasificatorio, antes que nada conseguir la permanencia porque la necesitamos. La entidad necesita al equipo en Segunda B. Ahora bien, tenemos que ver la categoría y saber si somos capaces de hacer algo más. Con esto me refiero a no conformarnos simplemente con dejar a cinco equipos por debajo. Yo creo que con la plantilla que tenemos, igual con el paso de las jornadas y los meses se puede dar otro objetivo.
¿Existe el riesgo de que, siendo un filial, los jugadores hagan la guerra por su cuenta con el fin de destacar? ¿Se trabaja eso?
Yo creo que más que trabajar es dejárselo claro. Ellos lo saben. Para jugar en Las Palmas Atlético hay que jugar en equipo y pensar en colectivo. Entre mejor lo haga el equipo, seguramente habrá más posibilidades individuales para subir. Aparte de que ellos saben que no voy a permitir que ningún jugador haga la guerra por su cuenta en un deporte de equipo. Yo creo que a todos nos va a ir mejor si hacemos un trabajo grupal, tanto al cuerpo técnico como a los jugadores y al club. El lucimiento personal pocas veces tiene resultado si no va acompañado de la ayuda del grupo. Es algo que puede pasar pero no voy a negociar con ello.
¿Cómo valora las 8 incorporaciones para el nuevo curso?
Son fichajes de jugadores jóvenes que vienen a competir con los del año pasado. Nos hemos reforzado para tener dos jugadores por puesto. Hemos incorporado a Josep para competir con Guanche, a Fortes que sube del 'C' para competir con Parras, a Azael que viene del Unión Viera para competir con Jeremy, a Stephane para luchar con Álvaro, Álex Suárez y Erik Curbelo... En el centro del campo más de lo mismo. Vienen Gopar, Josemi y Agoney, además de Artiles y Ale González para competir en las bandas. Hay una competencia interna muy alta y esperemos que sea en beneficio del grupo.
¿Tiene algo más que decir sobre lo complicado de los viajes al pertenecer al grupo IV?
Nosotros tenemos que coger un avión, luego una guagua y luego decidir si después del partido volvemos a coger la guagua y el avión. Y una vez en Gran Canaria, decidir si entrenamos o no. Pero ese tema lo hemos dejado zanjado porque no quiero que los chicos estén continuamente con eso y que pueda servir de excusa. Ya sabemos que es un hándicap pero vamos a intentar superarlo.
