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La contracrónica

Lemos y la sombra de Roque

La apuesta de Márquez por el uruguayo en la medular no responde a las expectativas

Lemos, ante la presión de Rodrigo. Detrás, Chichizola. LOF / FERNÁNDEZ DE VELASCO

Deberes para Márquez. El técnico de la UD debutó ayer de forma oficial con derrota. El Valencia, con los fichajes en la grada, fue superior a los amarillos, que perdieron a Prince Boateng, el pasado miércoles. Los de Marcelino terminaron con 22 remates y se estrellaron en la figura del eterno Chichizola. El debate del '6' se resuelve con la billetera. La UD fichará, un mes y medio después de la marcha de Roque. Y para el análisis, la metamorfosis de Márquez, que ayer se quedó a medias. Este equipo no es reconocible. Marcelino echó a Negredo, Alves y Orellana. Impone su idea, los fichajes estaban en la grada.

El debate interminable del '6'. Y la primera condena de la UD más galáctica de su historia. De Roque Mesa a Mauricio Lemos. Una travesía siniestra. Sin obviar el ascendente de Fabio, que se quedó en el banquillo por un virus [no fue descartado, e incluso peloteó en el descanso], y las ausencias de Hernán Santana -sancionado- y Vicente Gómez -ya con el alta-, la UD ha cometido un pecado mortal. A estas alturas de la película [tras las cinco semanas de pretemporada y la primera de competición] busca el sentido. Carece de brújula. Un GPS sin batería.

No ha encontrado el clon de Roque y es para angustiarse [el teldense fue traspasado el 6 de julio por 12,5 millones, hace un mes y doce días]. La UD del caviar y los 60 millones de presupuesto escenificó el desconcierto en Mestalla.

Bastó un zarpazo de Zaza (22') para hacer justicia con un Valencia más sensato. Es la película de una puesta de largo funesta. La UD sucumbió por no ser fiel a su estilo. Fue atropellada por un cuadro 'ché' primoroso en ataque, y que terminó con 22 remates -por los cinco del cuadro grancanario en Mestalla-.

La roja a Alen Halilovic fue una losa. Pero también resultó una bendición. Con 10, el cuadro de Márquez dio un baile al Valencia. Disparó su posesión (52.5%), pero estuvo muy por debajo de su nivel.

Viera, en su vuelta a Mestalla, solo dejó patente su fantasía al portar la batuta -desde el minuto 61'-. Ejerció de Roque Mesa. Vitolo, con tres arrancadas de furia, tampoco respondió a las expectativas. ¿Y Lemos? El invento de Márquez resultó un fiasco. Y deja señalado a Javi Castellano. El estratega optó por reajustar a un central y sacrificar al gemelo. Además, luego late el 'enigma Fabio'. Indipuesto, el canterano era la gran apuesta de Márquez. Del Anexo a Mestalla. Pero el plan saltó por los aires el mismo día del encuentro que abre el concurso de la UD. En ese 4-1-4-1, como credo táctico, brillan Chichizola y Ximo Navarrro. Del resto, el silencio.

El bloque de Marcelino cometió 25 faltas. Fue una carnicería. La UD perdió en las dos áreas. Ni pisó el área de Neto, ni supo atrincherarse en el jardín de Chichizola.

Pues sí, hay que fichar

Marcelino le ganó la partida a Márquez. Más allá de un resultado, el conjunto amarillo sondea el mercado a la caza de un seis. Este movimiento, deja contra las cuerdas a Javi Castellano, que se podría quedar sin minutos en esta Liga. Y en el mismo modo, también haría peligrar la instalación en el paraíso del balón de la perla Fabio.

La UD tiró a puerta en cuatro ocasiones. Las mismas que en agosto de 2016, cuando se impuso en Mestalla (2-4), en la primera jornada del campeonato. Todo se reduce a una cuestión de precisión. La fuga de Prince dejó a Calleri solo ante el peligro. Y el referente no pudo participar en el escaso bagaje ofensivo grancanario.

A esa falta de puntería, se suma la nula consistencia defensiva. No hay instinto asesino. Mala leche. El Valencia hizo 25 faltas y se llevó dos cartulinas amarillas -Gayá y Zaza-. Los isleños completaron 13 faltas y recibieron cuatro tarjetas -tres amarillas y una roja-.

Bajo este manto de tinieblas, la UD dejó sus credenciales en inferioridad. Tras la injusta roja a Halilovic, Márquez se quitó las ataduras.

Hay mil kilómetros entre defensa y ataque. Una distancia prohibidad. La UD, por momentos, fue un sello anárquico, con excesiva distancia entre las líneas. Lemos, ante la presión sanguinaria del Valencia (25 faltas), trató de apoyarse en Ximo Navarro -uno de los mejores- y Bigas. Pero fue una tortura.

A pesar de contar en su curriculum con actuaciones meritorias ante Barça, Eibar o Espanyol, fue víctima del plan táctico de Marcelino.

Desde la calma y el análisis

Traspiés y un gigante despiadado como el Atlético de Madrid en el horizonte -este sábado, pisa el Gran Canaria-. El calendario de la UD es terrorífico. En busca del nuevo Roque Mesa [la dirección deportiva ya tiene cerrado el candidato], Márquez debe pronunciarse.

A la UD de Vitolo y el caviar, aún cuesta ubicarla. Todo lo contrario de un Valencia, que convierte la presión en su puñal salvaje. Marcelino llegó a la capital del Turia y fulminó a Diego Alves, Negredo y Orellana. Ahora le aclaman en el vestuario como el nuevo Dios.

Al baile del timonero, se suma la roja a Halilovic. Y la falta de conexión de Jonathan Calleri con el resto de poetas. La mejor noticia para Márquez, es que ya cuenta con Vicente. Pero quedan Viera y Vitolo. Lejos de caer en el pesimismo, en ese vestuario hay experiencia y talento. Y un estratega que aún está definiendo su libro de estilo. La era post-Setién arranca con derrota. Queda el coraje del segundo acto, pero falta un mariscal.

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