Incisivo, categórico y contundente. La versión de Tana. El artillero que tumbó al meta Keylor Navas en el mágico 1 de marzo en el Bernabéu -en la poderosa exhibición barroca (3-3)- puntualiza lo acontecido.

Tana, en la puerta de la comisaría de Juan Rejón, aporta su versión de lo acontecido en el ´caso Fortuni´ y desmiente que se haya visto envuelto en una pelea. "Una vez más, se dicen muchos disparates e incorrecciones de todo tipo. No participé en pelea alguna (...) Ni en una ni en dos. Ni estoy denunciado por nada. Es más, ni siquera entré en la discoteca. Todo tuvo lugar en las afueras".

El canterano,que debutó en agosto de 2013 ante el Eibar y con Lobera, admite que cuenta con una sanción. "De pelea nada de nada, la sanción es por alteración del orden público (...) Queda en un castigo administrativo y asunto cerrado".

Admite que se produjo una "fuerte discusión" fuera de la discoteca de la capital grancanaria y llegaron los GOIA. El resto de la película, "carece de interés" porque ya solo piensa "en el próximo partido ante el Atlético de Madrid".

El caso Chéster, otra dimensión

El episodio de Tana está a mil kilómetros en lo ocurrido en el ´caso Chéster´. En febrero de 2016, Nauzet Alemán sufrió un corte en el rostro, que le provocó una herida de 18 puntos de sutura en la cara.

Además, el francotirador de Las Mesas fue castigado por la entidad amarilla con una suspensión de empleo y sueldo. En idéntica situación, quedó Araujo, que también se encontraba en la citada sala de fiestas. Aquel capítulo significó el despegue definitivo de la UD de Setién, que puso la directa hacia la salvación en la categoría.

En la pasarela del horror, el delantero argentino dio positivo por alcoholemia por partida doble [septiembre de 2016 y enero de 2017]. Se vio obligado a salir cedido al AEK Atenas. Ahora es una pieza de gran valía para Manolo Márquez.