Ya lleva unos meses en Gran Canaria. ¿Corresponde el club con lo que le habían comentado, con lo que sabía, a priori, de la UD Las Palmas?

Sí, es un club organizado. Estamos en la mejor liga del mundo y si no estás organizado no tienes por qué estar acá. Tiene un plantel con jugadores de mucha calidad que tiene muchas cosas por dar, así que esperemos que podamos hacer un gran año.

¿Qué es lo que más le ha llamado la atención del club?

La calidad de sus jugadores. Hay muchísimo nivel. Hay jugadores que podrían estar incluso en escalones más altos. El año pasado hicieron un gran campeonato y eso no es por suerte, es por el trabajo que hicieron todos los compañeros. Espero que este año podamos hacer algo similar a lo de la temporada pasada.

Entonces, ¿adaptado a la Isla y a la entidad?

Sí, claro. La Isla es muy cómoda para vivir. Al principio sentía un poco el calor, que me resultó muy agobiante. Pero la verdad es que estoy muy contento en Gran Canaria.

¿Qué supone para usted este salto a LaLiga?

Es el desafío más importante de mi carrera. Venir de una segunda liga de Italia a la mejor liga del mundo ha sido un salto importante para mí. Espero estar a la altura. Trabajaré para estar al nivel de LaLiga.

¿Preocupado por lo que sucedió en Valencia la semana pasada?

No, lo estaría si estuviéramos mediado el campeonato. Pienso que el primer partido no es para nada fácil. Jugar casi 70 minutos con uno menos ante un equipo importante como es el Valencia no es ni mucho menos fácil. Jugaron con esa ventaja y no pudimos equiparar el resultado. Ahora nos llega otro equipo muy difícil como el Atlético de Madrid. Espero que con el empuje de la afición podamos mantener los puntos.

Tuvo un gran día en Mestalla. Tiene a varios aficionados esperando fuera [la entrevista se realizó en El Hornillo, tras el entrenamiento de ayer]. Por las redes sociales le han llovido halagos. ¿Siente el calor de la gente?

Sí. También me han comentado los compañeros que la afición está muy pegada al equipo y eso es bueno para un jugador. Sentir el respaldo de tu gente en los momentos también difíciles se valora. A veces se necesita del exterior de uno.

En la portería solo puede jugar uno y usted fue titular en Mestalla. ¿Cómo lleva la competencia con Raúl Lizoain?

Bien. Desde el primer día trabajamos a la par, continuamente, todos los días. También con los chicos que suben del filial. Estamos haciendo un buen trabajo con Santi [Lampón, entrenador de porteros de la UD Las Palmas] y a poco vamos conociéndonos. Uno cuando cambia de club también tiene que ir conociendo a sus compañeros para sacar algún tipo de ventaja en los entrenamientos. El camino es el justo. Estamos trabajando duro. La idea es llegar bien al fin de semana. El puesto de portero es muy jodido. Me ha tocado estar también en la vereda de enfrente. He estado en las dos veredas y sé que no es fácil. Uno siempre tiene que entrenarse acá y demostrarle al entrenador que está para jugar.

¿Haber sido titular en Mestalla le hace creer que tiene más cerca esa condición para todo el curso?

Pienso que ninguno es titular. Hay un once que sale a la cancha, pero detrás de eso está el trabajo de todo el equipo. El puesto hay que ganárselo aquí dentro, en Telde. Yo no puedo jugar un fin de semana y reservarme para el siguiente partido. Tengo que ganarme día a día la confianza del entrenador y de los compañeros.

Nunca lo ha tenido fácil en su carrera...

No, no... De momento he tenido una carrera linda, pero también complicada. No fue fácil la salida de River, salir de un club tan grande, al que le tenía tanto afecto. Desde que tenía 14 años estaba en el club y me tocó salir con 23. Después salí a Italia, bajé de división, pero necesitaba minutos para mostrarme y tener la posibilidad que he tenido este año con Las Palmas.

Y yendo al inicio, ¿cómo fue su primera relación con esto del deporte?

Vivía a 100 metros de un club de mi ciudad, que es San Justo. El club se llamaba San Justino y vivía todo el día en el club. Salía a las 8 de la mañana para el colegio y cuando regresaba, desde las 3 de la tarde estaba allí. No volvía a casa hasta que se hacía de noche. Mi familia estaba tranquila porque sabía que estaba en el club, con todos mis amigos, haciendo un montón de deporte. Me inclinaba mucho por el básket, pero de un momento a otro tuve un inconveniente y decidí pasarme al fútbol. Son cosas que a uno le van quedando como muy lindos recuerdos.

Entonces la historia con el árbitro de baloncesto es buena, ¿no? Se calentó demasiado con él.

Sí [sonríe]. Habíamos llegado a una instancia con mi equipo que el club había alcanzado muy pocas veces. Jugábamos unos playoff con Unión de Santa Fe, uno de los equipos más fuertes. Y bueno, faltaban pocos minutos. Sentimos que el árbitro había cobrado mal y nos calentamos. Yo al ser el capitán del equipo, mi sanción fue doble. Me pusieron una sanción de dos años. Así que me incliné por el fútbol. Cuando llegué allí me mandaron directamente al arco. Así que hoy tengo que agradecérselo, al árbitro primero, y después al entrenador que me colocó en la portería [Se ríe].

Pasa por Santa Fe y aterriza en River Plate. ¿Qué supuso llegar a un club así de grande?

Para hacerse una idea, River vendría a ser el Real Madrid o el Barcelona. Jugué con Unión de Santa Fe ante River un día. Me fue bastante bien en lo personal, aunque perdimos 2-0. Estaban interesados en mí y la próxima temporada me llamaron para hacer una prueba. Estuve dos semanas con ellos y me compraron el pase. Con 14 años pasé de una ciudad chica como Santa Fe a la más grande de Argentina como es Buenos Aires y a un club como River, del que solo veía las camisetas y los partidos por televisión. Fue una de las mejores decisiones de mi carrera.

En River las cosas no fueron siempre fáciles. Juega más, juega menos y se asoma al primer equipo. ¿Cómo fue debutar con ellos?

Desde el primer día que llegué a El Monumental y vi aquellas tribunas, que son tres bandejas enormes, no veía la hora de jugar allí dentro. Tuve esa posibilidad con 20 años. El primer entrenador que me sube al plantel profesional cuando yo estaba entrenando con el filial fue, precisamente, el 'Cholo' Simeone en 2008. Él me subió al plantel profesional y a partir de ahí siempre me ejercité con los profesionales. Unos años después ya llegó mi debut con J. J. López.

¿Qué recuerdo tiene del 'Cholo' Simeone?

Muy bueno. Desde el primer día que recibí la noticia me cambió la vida. Cuando uno llega al plantel profesional empieza a ver cómo los jugadores que veía en televisión pasan a estar a tu lado cuando te cambias en el vestuario. Te cambia la cabeza también.

¿Era tan intenso como se le ve ahora?

Sí, sí. He visto algún que otro entrenamiento del Atlético de Madrid y es casi igual a como lo hacía en River. Por eso tuvo el éxito que tuvo.

¿Lo ve como seleccionador de su país algún día?

Sí, sí. Tiene todas las materias aprobadas para hacerlo. Es un asunto de él, pero está claro que es un entrenador que ha conseguido grandes méritos junto a su cuerpo técnico, que es muy completo, y el esfuerzo de su equipo.

¿Cómo está trabajando el equipo de cara a la visita del Atlético?

Sabemos que es un partido durísimo. Ellos vienen de un empate y nosotros de una derrota, recién ha empezado LaLiga, pero intentaremos que los puntos se queden en casa. Es un equipo que tiene mucha jerarquía al que debemos respetar corriéndole, jugándole.

Me imagino que el descenso con River fue su momento más duro.

Fue un golpe bajo porque pocos se lo esperaban, ni siquiera nosotros mismos. Después vino un año muy duro en Segunda División, con mucha presión. Fuéramos a donde fuéramos habían 70.000 personas que gritaban para que ganásemos. Quitarnos esa mochila de encima después de un año fue duro. Pero todo sirve como experiencia. Tras jugar en Segunda con River es difícil que vuelva a sentir total presión.

Dejó un récord que aún está vigente antes del descenso. Esa medalla es suya.

Fue un récord de inicio de campeonato. Estuve casi cinco partidos con la malla invicta hasta que salí en la tapa del diario. Decía: 'Chichicero'. Al día siguiente me marcaron [Se ríe].

Y fue un gol que no olvidará... [Se resbaló al despejar un balón] ¿Le crucificaron por aquello?

No tanto. Compartía portería con Juan Pablo Carrizo [internacional con Argentina, ex del Inter, Lazio o Catania], que estaba lesionado y justamente ese partido volvía de lesión. Tenía claro que iba a ser mi último partido como titular por el momento.

Vuelve a Primera División y después se va a Italia, al Spezia. ¿Qué se encontró allí?

Otro mundo. El jugador argentino cuando tiene una posibilidad importante de ir a Europa lo hace porque están los mejores en Europa. Fue un cambio duro porque salía de un equipo muy grande para ir a otro más modesto como el Spezia, aunque tenía aspiraciones de subir a Primera División. Los tres años que estuve allí jugamos el playoff. Fueron tres años a tope donde no me perdí ni un partido. Jugué más de 140 partidos de manera consecutiva. Jugaba campeonato, copa, amistosos... Lo jugaba todo. Ese era el motivo que me hizo salir de River. El día que llegué a Spezia lo hablé con mi familia, con mi representante. "Espero que haya tomado la mejor decisión para mi carrera", les decía. Cuando terminé los tres años en Spezia me di cuenta de que sí, que había sido la mejor decisión. Gracias a esos minutos, a esos partidos, pude llegar aquí.

¿Habló antes de llegar a la UD Las Palmas con Roberto de Zerbi?

No, no. Sé que había interés de Las Palmas, pero nada más. Un día me llamó mi representante y me dijo que la UD Las Palmas me quería. Vamos, no lo pensé mucho. Había visto algunos partidos el año pasado y me tentó la idea. Y aquí estoy, esperando poder decir a final de año que fue una gran decisión venir acá.

Tiene una buena legión de compatriotas. Hernán Toledo, Calleri, Araujo...

Eso ayuda mucho, aunque los canarios también se parecen a los argentinos un montón. Diferente sería estar en Rusia y andar solo. Acá no tenemos problema con el idioma y está claro que ayuda por esa relación. Seguramente nos adaptaremos rápido. El grupo es el mejor arma de este equipo.

También ha conocido ya a Daniel Carnevalli, mundialista con Argentina y exportero de la UD. ¿Cómo le fue con él?

Tuve la gran oportunidad de conocerlo y tener una gran charla. Fuimos hasta a almorzar juntos. Él me explicó cómo se maneja el club, lo que necesita uno al llegar. Estoy muy agradecido a Daniel por ello. Entrenó los primeros días con nosotros en Maspalomas aportando su experiencia. Si hay alguien que conoce la portería de la UD Las Palmas es él. Tener a alguien así al lado y que sea argentino ayuda un montón.

¿Tiene algún ídolo, algún referente como portero?

No soy de tener ídolos. Sí que me fijo en porteros para intentar hacer un estilo propio, opinando con entrenadores y amigos que tuve cuando vemos algún partido. Sí me gusta mirar fútbol italiano, que tiene porteros muy exigentes, como la liga española. Sería algo así como hacer una combinación entre ambos.