Cada vez entra más dinero en las cuentas de la UD Las Palmas pero al mismo tiempo salen más aficionados del Estadio de Gran Canaria. El mayor presupuesto de la historia del club, 60 millones de euros, no se ha correspondido con el número de abonados, que descendió desde los 20.000 hasta los 18.023 al cierre de la campaña el pasado viernes. Lo lógico para muchos sería pensar que cuantos más billetes hay en las arcas, más baratos tendrían que ser los abonos, pero lo cierto es que, aunque no han subido de precio, siguen igual que en la primera temporada tras el ascenso, la 2015-2016.

Tampoco ayuda ser el único equipo de Primera División que no ha gastado ni un sólo euro en fichajes, algo que la gran mayoría de los seguidores amarillos no puede entender. El club va a ingresar 40 millones por los derechos de televisión, se ha vendido a Roque Mesa por 12,5 millones de euros -el traspaso más caro de la historia de la entidad-, el Sevilla le tiene que pagar 4,2 'kilos' por lo que ha cobrado por Vitolo y, sin embargo, no ha gastado en la compra de futbolistas que puedan despertar la ilusión de los aficionados.

Vitolo no ha sido suficiente. Si bien es cierto que el anuncio de la llegada del futbolista supuso que un mayor número de fieles retirara su carné durante los días posteriores, la tendencia luego fue a la baja. Aunque el extremo sólo va a estar hasta finales de diciembre, el regreso del internacional supone que va a volver a jugar junto a Jonathan, algo que muchos quieren ver 'in situ' en el Gran Canaria aunque sea por poco tiempo.

"El problema, que falta gente"

Hace tiempo que no sólo la UD, sino casi todos los clubes, consideran más importante tener abonados en las operadoras de televisión que consuman partidos de sus respectivos equipos que tenerlos en sus gradas. Los abonados, en cierta forma, han pasado de ser de los clubes a ser de las televisiones. En la entidad amarilla lo tienen claro: pongan el precio que pongan, al final la masa social será más o menos la misma. "El problema no son los precios, el problema es que no hay gente", aseguró Ramírez el martes en la radio oficial.

Sólo acontecimientos extraordinarios pueden hacer que más gente saque su carné y en la UD ha ocurrido en los últimos años. Primero, el Cordobazo. En la 14-15, después del mayor drama de la historia del club, se generó un sentimiento de apoyo colectivo que hizo que se abonaran 15.000 personas, 5.000 más que el curso anterior. Y luego, el ascenso. En la 15-16, el regreso a Primera después de trece temporadas llevó a 19.223 seguidores amarillos a abonarse.

El curso pasado el club consiguió llegar a la misma cifra fruto, entre otras cosas, del fichaje de Prince, el más mediático de la historia. Pero esta nueva campaña que acaba de empezar sólo cuenta con 18.023, unos 2.000 menos. En el primer partido en casa frente al Atlético de Madrid, acudieron al estadio 20.384 espectadores, pocos para la entidad del rival.

La gente opina

Pero lo cierto es que muchos de los abonados que acudieron al partido dan la razón al club. Prácticamente todos consideran que los precios son altos, sin embargo, por unos motivos u otros acaban sacando su carné. "Los abonos son muy caros comparado con los equipos de la Península, como por ejemplo el Villarreal, pero en vez de bajarlos, los mantienen todos los años. Yo lo saco porque el fútbol es lo único que me gusta. Y además, si me quito de abonado y quiero volver a serlo el año que viene, me costaría más caro", asegura un socio de la UD.

Otro, sin embargo, considera que "los precios son iguales que el año pasado e incluso han mejorado con ofertas", y busca la explicación de la bajada del número de fieles en otras cuestiones. "Yo creo que fue por el final de temporada que hizo el equipo el año pasado. La gente acabó muy quemada. De hecho, un conocido mío no se ha abonado por eso", sostiene.

También los hay más dramáticos, que sostienen que "si no bajan los precios, seguirá bajando el número de abonados". Y otros más optimistas, que confían en el asentamiento definitivo del club en la máxima categoría para una reducción. "Con la gestión económica bastante acertada que está llevando a cabo la Unión Deportiva Las Palmas, un cuarto año en Primera debería hacer que el club bajara los precios".

Y también hay quien busca la explicación de la bajada del número de abonados en que, sencillamente, los fichajes no ilusionan, y no sólo eso, sino que además se ha dejado marchar a Prince. "El presidente sabía desde el principio que Boateng se iba, pero se lo tuvo callado para que cuatro mentecatos nos hiciéramos abonados y ahora nos dijera que se marcha sólo unos días antes de que empiece la Liga".

Sin lleno desde el ascenso

El 21 de junio de 2015 fue la última vez que el Estadio de Gran Canaria registró un lleno en las gradas. Antes, en los últimos tiempos, sólo los derbis contra el Tenerife y el partido del Córdoba habían conseguido lo mismo. A pesar del ansia que existía en la Isla por el regreso a la considerada mejor liga del mundo, en las tres temporadas que lleva el equipo en Primera nunca ha conseguido llenar el campo. Ni siquiera el Barcelona, el Real Madrid o el Atlético han podido lograrlo, a pesar de contar en sus equipos con estrellas mundiales como Cristiano, Messi o Griezmann.

La explicación radica en los precios de las entradas, aunque el club considera que el que no se abone debe pagar más por los partidos que elija. Lo cierto es que el club está en su mejor momento histórico a nivel económico, pero por unos motivos u otros, no tiene el respaldo en las gradas.

Eso es una cuestión que ha empezado a preocupar en el club. De hecho el presidente ha admitido que analizará lo ocurrido de cara a la próxima temporada. Y es que, de momento, la gente responde, pero cada vez menos.