La UD de los escalofríos. Sin el objetivo de sentar cátedra tras solo dos jornadas de competición -restan 36-, en el corazón del ejército amarillo hay motivos para la alarma. El cuadro amarillo sigue respirando bajo la dictadura de las tinieblas.

Los malos hábitos de la pasada segunda vuelta con Quique Setién [44 goles encajados y cuatro victorias en 19 duelos], no se esfuman del horizonte de la era más galáctica de la historia de la entidad -con adquisiciones de lujo como Vitolo, Jonathan Calleri o Aquilani-.

El pasado sábado, ante el Atlético de Madrid en el Gran Canaria (1-5), los isleños clonaron la versión cadavérica de Setién y evidenciaron una falta de contundencia alarmante en la retaguardia. Seis remates a portería del conjunto del Cholo Simeone: cinco tantos. Una pesadilla.

Tras 56 días en el cargo [desde el 3 de julio], la firma de Manolo Márquez permanece ilegible. El dogma táctico 4-1-4-1 es el mismo ideario de Setién. Un punto de origen cómodo para el plantel, que abusa de la conducción y no sorprende a su rival por velocidad y desmarques.

Posesión estéril, otra vez

La filosofía de la UD de Márquez, tras los diez partidos de pretemporada [saldados con siete victorias y tres empates], pasa por llevar la iniciativa [los amarillos se impusieron en la batalla de la posesión ante el Valencia con un 52% y al Atlético del Cholo, 62,5%]. Ya lo hizo el catalán cuando llegó a Las Palmas Atlético, lejos de generar una revolución, se adapta a la naturaleza de las piezas. Se inclina por una UD barroca, pero ha deslizado que sus señas de identidad pasan por "la intensidad y la labor defensiva".

El giro hacia el rigor defensivo no ha sido metabolizado por el plantel. El Valencia -que se impuso por la mínima- firmó 22 remates, 16 desde el interior del área y seis a portería. Los reflejos de Chichizola evitaron una catástrofe. Por parte del bloque de Simeone, ocho remates y seis a portería. Excesivas concesiones, toneladas de pánico.

En 2016: 11 tiros y 9 goles

¿Y el ataque? Ante los 'ché', la UD completó cinco remates (cuatro a portería). No marcó. Ante el Atlético, elevó la cifra de tiros a once. Y cuatro fueron repelidos por Oblak, incluyendo el penalti de Viera.

16 remates en dos jornadas y un gol. Tras 180 minutos, solo se contabiliza el tanto de Calleri, tras un centro magistral del zurdo Momo -desde la derecha, en la mejor acción de este inicio del campeonato-.

En la pasada 2016-17, a estas alturas -dos jornadas-, tras once remates, la UD acumulaba nueve goles y alcanzó el liderato. Ahora tira más, pero carece de efectividad.

La fragilidad defensiva y la falta de precisión en ataque visten a los amarillos de colista. 631 días después, vuelven al farolillo rojo. La penúltima ocasión fue tras sucumbir en El Molinón (3-1), ante el Sporting de Gijón en la jornada 14. Ese 6 de diciembre de 2015, el cuadro de Setién sumaba diez puntos.

No saldría de la zona roja hasta el estallido del 'caso Chéster'. La derrota ante el Barça (1-2) -febrero de 2015- trajo como regalo el castigo a Araujo y Nauzet Alemán por su fiesta carnavalera. Fue el punto de inflexión, los amarillos domaron al Eibar (0-1), para acabar con la pésima racha visitante, y escapar de la zona de peligro. Desde ese febrero negro de 2015 hasta la fecha, cuando los de Manolo Márquez regresan a la zona de descenso a Segunda.

Márquez tiene la coartada de que jugó en Mestalla 57' con un jugador menos [por la roja a Halilovic]. Ante el Atlético de Madrid, no puedo contar con piezas de rango de titulares como Vitolo, Samper, Vicente Gómez, Aquilani o el citado internacional croata por sanción.

Sin rincón de pensar

Tras el estallido del caso Fortuni [Tana recibió una sanción por alteración del orden público en una discoteca de la capital], el extremo del barrio pesquero de San Cristóbal no fue reprendido por Márquez.

No lo mandó al rincón de pensar, como sí hizo Setién con Jonathan Viera o Sergio Araujo [castigo que consistía en quedarse una jornada fuera de la convocatoria].

La falta de mano dura y el látigo de Márquez ha sido bien vista por el vestuario. El perfil bajo del arquitecto del ascenso de Las Palmas Atlético resultaba cómodo para un grupo que padeció un clima constante de tensión con el cántabro.

Habrá que ver si la nueva sintonía se traduce en puntos. Setién logró combinar estética con resultados, salvó a la UD y puso a los amarillos líderes -septiembre de 2017-.

El pasado marzo, tras anunciar su renuncia al cargo, los amarillos tocaron fondo. Se perdió la fragancia de sello barroco y se acabó con 74 tantos en contra. Un desastre.

Escudo funambulista

En la entidad, reclaman calma y no se desmarcan del pánico. La última posición no inquieta a los dirigentes de una entidad, que escapó de las llamas del infierno de la Segunda B. "Llevábamos 18 meses sin vértigo; y cabe recordar que históricamente hemos sido un escudo funambulista", aseguran en la zona noble.

Márquez tiene trabajo y por fin, el 11 de septiembre ante el Málaga, dispondrá de 24 fichas profesionales.Debe ser honesto con sus ideales, y si precisa de un modelo más defensivo, implantar el 4-2-3-1.

Hernán Toledo y los fichajes

La venta de Roque Mesa y el adiós de Prince Boateng, son dos elementos contra los que ha tenido luchar Márquez. En la relación de refuerzos [vienen a mejorar lo que existe], Hernán Toledo encadena dos jornadas en la grada. El alta invisible.

La dirección deportiva, la misma que fichó a Alcaraz, Hélder, Livaja o Mateo, se inclinó abiertamente por De Zerbi como entrenador. Pero se impuso la opción del catalán -no había más remedio- ese 3 de julio que abre la nueva era.

Márquez tiene 36 jornadas y conoce el camino. Ser fiel a sus principios y morir por su credo. Debe tomar decisiones. Lo hizo Setién, que llegó con cero partidos en Primera. El catalán pilota un Ferrari,de 24 millones -valor del plantel-, y le espera la gloria. Tiene crédito.