Fabio González ha pasado de debutar en Primera División de titular -contra el Atlético de Madrid- a regresar a Las Palmas Atlético y jugar en Segunda B. El caso podría entrar dentro de la normalidad si se tiene en cuenta que su llegada al primer equipo se produjo, a petición de Manolo Márquez, por la lesión de Vicente Gómez y la falta de fichajes en la posición de mediocentro. Sin embargo, el técnico ha dado a entender en varias ocasiones que podría incluso considerar al futbolista como un miembro más de la plantilla.

El catalán no sólo le incluyó en el 'once' frente a los rojiblancos, sino que también le habría incluido en la jornada inaugural en Mestalla de no haber sido por una indisposición del jugador. Tras el 1-5 contra los de Simeone, llegó a decir: "Tengo la sensación de que sólo yo creo en Fabio", toda una declaración de confianza hacia su pupilo y, quizá, un mensaje a la dirección deportiva de que no necesitaba refuerzos. Con esa frase, deslizó que le quería arriba.

Sin embargo, el canterano ha vuelto a su equipo original y no deja de extrañar cómo un jugador que hace dos semanas era titular con el primer equipo, por delante de jugadores ya consagrados, ahora lo sea en el filial. O bien Manolo Márquez ha cambiado de opinión en tan poco tiempo, cosa que parece bastante improbable, o bien se ha visto obligado a bajarle tras la llegada de refuerzos en el mediocentro.

Esas incorporaciones no son sólo las de Sergi Samper, que estará de baja un mes y medio por una rotura en el gemelo, y Alberto Aquilani, sino también la de Vicente Gómez, recuperado ya de su operación de espalda en mayo pasado. Por unos factores u otros, lo cierto es que, a priori y salvo sorpresa en las jornadas venideras, el sitio definitivo de Fabio está en Las Palmas Atlético.

Sus opciones de subir se limitan todavía más porque la UD ha cubierto las 25 fichas, un hecho que el entrenador no comparte. "En un club que tiene un filial en Segunda B, con 22 jugadores, en el momento en el que te falta alguno lo subes", aseguró en este medio.