Javi Castellano vuelve a sonreír. Su situación en el equipo ha cambiado en apenas 24 días, el tiempo que ha pasado entre la disculpa de Manolo Márquez por poner de titular en Mestalla a un jugador -Lemos- fuera de su posición antes que a él y su inclusión en el once inicial en Málaga. El canterano no sólo jugó todo el partido en La Rosaleda, sino que lo hizo con una notable actuación y fue partícipe, por tanto, de la primera victoria de la UD fuera de casa en Liga desde la jornada inaugural del curso pasado.
El encuentro del lunes tuvo, además, otro significado especial para el mediocentro: volver a salir desde el inicio en el campeonato liguero más de dos años después. La última vez que lo hizo fue el 22 de agosto de 2015 en el primer partido de los amarillos tras el regreso a la Primera División. Después de ese duelo, frente al Atlético de Madrid en el Calderón, no volvió a jugar en toda la temporada y no lo hizo hasta el pasado 1 de diciembre, en un partido de Copa del Rey en Huesca. Javi ha sufrido semanas y semanas de calvario, con más lesiones de por medio, hasta que por fin le ha llegado la oportunidad.
Sin embargo, no la tuvo en la primera jornada frente al Valencia. Con Hernán Santana sancionado, Manolo Márquez prefirió alinear a Mauricio Lemos para dirigir el juego de la UD pese a que no es la posición original del uruguayo. Y no sólo eso, sino que estaba dispuesto a poner antes que a Javi a un jugador del filial, Fabio, pero una indisposición del futbolista en las horas previas al choque lo impidió.
Javi Castellano acabó jugando los últimos 12 minutos en Mestalla. "Ha hecho un buen rato en el campo, pero creemos que le está costando físicamente aguantar el partido", aseguró Márquez tras el encuentro. Poco después pidió disculpas al jugador por haber preferido colocar a un central en el mediocentro antes que a él.
Contra el Atlético de Madrid volvió a ser suplente y sólo disputó 14 minutos, hasta que el pasado lunes, con dos semanas más de entrenamientos, salió de titular en Málaga y jugó el partido entero. Lo hizo, además, en un nuevo sistema, más ordenado, con menos cabida para el desequilibrio. Compartió el doble pivote en un 4-2-3-1 junto a Alberto Aquilani y el experimento salió bien. La UD no fue preciosista en su juego, pero sí muy efectiva, con transiciones rápidas en el centro del campo.
Ahora Javi Castellano confía en tener continuidad, un concepto que desconoce desde la temporada del ascenso, en la que sólo se perdió tres partidos con Paco Herrera. Sería lógico pensar que lo que funciona, mejor no tocarlo, pero da la sensación de que Márquez tampoco lo tiene claro, toda vez que ha cambiado el mediocentro en los tres partidos y que ahora recupera a Vicente Gómez.
Cabe destacar que Javi coincidió desde el incio en La Rosaleda con su hermano Dani, algo que no sucedía precisamente desde el día de su lesión contra el Atlético. El jugador espera ahora repetir titularidad frente al Athletic de Bilbao.
