Alberto Aquilani (Roma, 7 de julio de 1984) ya se ha hecho un hueco en la UD. Tras sólo dos semanas de entrenamientos y sin haber realizado la pretemporada, fue titular en Málaga y el equipo volvió a conseguir la victoria fuera de casa. Aunque todavía no está al máximo físicamente, se le ve feliz. Asegura sentirse muy cómodo con sus nuevos compañeros y soprendido por la decisión de Prince de marcharse. Con Totti como ídolo y amigo, también repasa su carrera en la élite europea.

Lleva sólo tres semanas y debutó como titular y con victoria, ¿Lo esperaba?

Sí, lo esperaba. Llevaba incluso menos de tres semanas y además sin haber hecho pretemporada. El equipo y el entrenador me han apoyado mucho. Esperaba ayudar al equipo a obtener un buen resultado porque veníamos de dos derrotas y conseguimos ganar, que era lo más importante.

¿Cómo se sintió en el campo? ¿Le falta tiempo todavía para estar a punto?

Obvio. Venía de no haber hecho ningún tipo de pretemporada y el primer partido que jugaba era contra el Málaga. Un futbolista debería jugar cuatro o cinco partidos amistosos antes de iniciar el campeonato. La condición física la iré cogiendo poco a poco. Al final jugué los 90 minutos y me sentí muy bien.

Con lo cuál, cuando esté bien físicamente, ¿podemos esperar a un Aquilani todavía mejor?

No lo sé, eso espero y para ello trabajo. Yo creo que hicimos un buen partido contra el Málaga. Tuvimos equilibrio y ganamos 1-3 después de un año sin vencer fuera de casa. Son cosas que me hacen pensar que hicimos un buen trabajo.

En La Rosaleda el equipo cambió el sistema y jugó con el doble pivote. ¿Cómo se siente mejor, con un compañero al lado o jugando más adelantado?

Para mí es igual. Me gustan los dos pivotes y también jugar con tres en el centro del campo. Lo que necesite el equipo.

Usted prometía mucho más cuando se dio a conocer ¿Por qué Aquilani no es ahora una estrella mundial?

Bueno, he tenido una carrera importante. He jugado en equipos 'top' de Europa. En cada uno he tenido diferentes experiencias, dinámicas, dificultades y problemas. En definitiva, me han pasado cosas buenas y cosas menos buenas. Si te digo la verdad, también he sufrido muchos problemas físicos, pero estoy contento con lo que he hecho. Siempre he buscado nuevos retos, conocer nuevos campeonatos, nuevas lenguas, nuevas culturas y nueva gente.

¿Quién es el jugador de la UD Las Palmas que más le ha impresionado hasta ahora?

Más de uno. No sería correcto dar sólo un nombre, pero le puedo decir que son jugadores con muchísima calidad.

Dígame uno. ¿Jonathan Viera, por ejemplo?

Jonathan Viera es un jugador que no conocía y que me ha impresionado. También Halilovic, que tiene una calidad increíble. Pero le digo, hay cuatro o cinco jugadores con mucho talento, pero eso no basta. Hace falta ser un equipo.

Sólo coincidió un año con Prince Boateng, en el Milan en la temporada 11-12. ¿Realmente forjaron tanta amistad como para que años después le llamara para convencerle de venir a la UD Las Palmas?

Sí, he hablado con él muchas veces. Cuando estaba negociando con el Sassuolo para renovar, él me decía: 'ven aquí porque es un buen sitio para jugar al fútbol y tu calidad puede ser muy útil'. Cuando leí que se marchaba, sinceramente me quedé perplejo, porque cuando hablaba con él me decía que estaba contento de estar aquí. Pero bueno, me habló muy bien del club, de la ciudad, de la Isla, del equipo, de los jugadores, del presidente... Sus palabras fueron importantes.

¿Qué es lo que más le ha llamado la atención del club?

Tenemos 14 o 15 jugadores que estuvieron en las categorías inferiores de Las Palmas. Eso me hace entender que se trata de un club muy familiar, que cree en los futbolistas canarios y esa es la fortaleza de este equipo.

¿Cuál ha sido la mejor época de Aquilani como futbolista?

En la Roma conseguí darme a conocer en el mundo del fútbol. Pero también en la Juventus creo que lo hice bien, y en el Liverpool, cuando tuve la oportunidad de jugar, y en el Milan... Luego en la Fiorentina sí que tuve más continuidad, porque hasta entonces jugaba un año cedido en un equipo y luego regresaba al Liverpool. Ahí pasó algo particular. El club cambió de entrenador cuatro o cinco veces en dos años. Pero cuando he jugado creo que lo he hecho bien, salvo la experiencia de la temporada pasada en el Pescara. Pero sí que en la Roma y la Fiorentina tuve más continuidad.

Fabio Capello, Roberto Donadoni, Luciano Spalletti, Rafa Benítez, Massimiliano Allegri, Vincenzo Montella... Todos entrenadores de primer nivel. ¿Con cuál ha aprendido más?

También aquí es difícil porque de todos, y de otros que no ha dicho, he aprendido algo. No conozco ni uno que no me haya aportado nada. Cierto es que con Spalleti estuve cinco años en la Roma y me aportó más, y que Montella, con el que estuve tres años en la Fiorentina, me dio más confianza, pero de todos he sacado algo.

¿Y Manolo Márquez es diferente a lo que ha tenido?

No no es diferente. Es un entrenador que sabe lo que quiere. Sólo llevo dos semanas, pero es un entrenador, cómo podría decirle, pragmático. Es su primera experiencia y él también tiene que mejorar, como todos. Creo que es el entrenador correcto.

Francesco Totti, Steven Gerrard o Alessandro del Piero son tres jugadores legendarios en sus clubes con los que ha jugado, ¿con quién se queda?

Con Totti, que además es un muy buen amigo. Fue mi ídolo cuando era pequeño y seguramente es el jugador más grande con el que he jugado.

¿Puede Jonathan Viera convertirse en el Totti de Las Palmas? ¿O hay una diferencia demasiado grande?

Es diferente, porque Roma con Totti tiene un afecto tan particular que es difícil de explicar. Por ejemplo, Del Piero en la Juve no era como Totti en la Roma. Del Piero quizá era mejor y ganó más, pero Totti es algo único en la ciudad.

Se dice el romano suele ser un poco prepotente, por aquello de ser de la capital, ¿es así?

(Sonríe). No. Si la arrogancia es un defecto espero que no. Yo soy muy tranquilo, busco dar el máximo y comportarme bien porque primero está el hombre y luego el futbolista.

¿Cuál es su comida italiana preferida?

La pasta carbonara, pero la verdadera y auténtica, con huevo y no con nata (ríe).