"Lo de Sergio Ramos fue un bautizo. A Vitolo le espera la cruz de Cristo. Ya tenemos los clavos. Arderá en el infierno". Al grito de '¡pesetero y mercenario!', la estrella de la UD Víctor Machín Pérez Vitolo entró ayer escoltado por la policía en el NH Plaza de Armas. Un sprint bajo la resignación, acompañado por el delegado Benito Morales y el jefe de producción, Rubén Fontes, el ex del Sevilla fue el último en bajarse de la guagua -que llegó de Málaga, con dos horas de retraso-. Dejó en las arcas sevillistas 35,7 millones de euros. Insuficiente para comprar el orgullo de un club sediento.

63 días después, de su controvertida salida del Sevilla, fue recibido por siete fieles del conjunto de Nervión y 19 periodistas. Corrían las 20.53 de la noche. Sin hacer declaraciones, hoy hablará en el césped del imponente Pizjuán, el mismo que le elevó a los altares durante cuatro campañas. A puerta cerrada, el plantel de Márquez se ejercita esta mañana en la Ciudad Deportiva del Betis. Ensayo en el laboratorio de Setién, que viaja a Madrid para profanar el Santiago Bernabéu.

La herida no cicatrizará jamás. Igual que al madridista Sergio Ramos el pasado enero, a Vitolo le espera un monstruo de 40.000 cabezas. Nervión está apercibido de cierre por la Liga, tras recibir una doble sanción por insultos. Pero la fuga del gladiador de oro, que dejó para la galería el ridículo de José Castro [el presidente sevillista anunció la renovación fantasma del isleño y mejora contractual]. Para elevar el morbo, apunta a titular. ¿Y si marca?

Diplomacia y comensales

En el mismo escenario, la puerta del NH Plaza de Armas, dos horas antes del aterrizaje de Vitolo, Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD, lanzó un mensaje de confraternización con el ogro Sevilla.

"No tenemos ningún problema con el Sevilla ni con el sevillismo? no calentamos nada, estamos al margen de lo que quieran decir y cómo quieran enfocar la situación (...) Ustedes son muy grandes, el Sevilla es un equipo muy grande, pero la UD desde su humildad también tiene su dignidad, y nadie tiene que tomarse a mal que el responsable de una entidad humilde como es Las Palmas exponga claramente lo sucedido sin acritud".

El mandatario no ha hablado con Vitolo: "Tendrá emociones encontradas, defiende la camiseta del equipo de su vida que es la UD y se enfrenta a un equipo que le ha dado muchísimo (...) Los aficionados entenderán que un chico que costó 3 millones; que cuatro años después se marche por 37. Ojalá tenga esos problemas todos los veranos".

Argumenta que el internacional afronta una parte de su trabajo. "Sabe que no lo van a recibir con flores y aplausos (...) Por eso gana lo que gana; a ustedes les gustaría cobrar lo que percibe el jugador".

Del señalado a la ilusión de Borja Herrera. El lateral es una de las opciones de Márquez. Cruzó la pasarela del Plaza de Armas, un laberinto de pánico, cordura e ilusión. "No daré un resultado; es un duelo complicado", apostilla Ramírez. La UD mira a los ojos al diablo.