Pocos pueden dudar del potencial ofensivo que tiene la UD Las Palmas en su plantilla. Nombres como Jonathan Viera, Jonathan Calleri, Vitolo, Rémy, Alen Halilovic o Tana forman uno de los ataques con mejores condiciones de entre los destinados a lograr la permanencia. A pesar de perder a Prince Boateng, que fue el máximo goleador el curso pasado, y de ceder a Araujo, que está destacando en Grecia, la UD ha formado un ataque potente para su presupuesto.
Pero la teoría vale de poco en el fútbol. Los argumentos no valen sobre el papel, importan sobre el césped. Y, ahí, la UD Las Palmas tiene un problema donde parecía no sufrirlo. Tras siete jornadas de Liga es el equipo que menos remata, con un promedio de 9,1, por detrás de conjuntos como Alavés, Leganés -que es séptimo clasificado-, Eibar y Betis. De esos 9,1 remates solo 3,3 van por dentro, apartado en el que es el cuarto peor equipo, mejorando solo las cifras de Levante, Alavés y Eibar. Las estadísticas dejan en evidencia al equipo amarillo, que no ha logrado en estas siete jornadas reflejar en puntos y resultados el buen plantel del que dispone.
Así, la defensa no se convierte en el único punto a mejorar por Pako Ayestarán. Señalada desde el comienzo de temporada como la principal fragilidad del equipo, en este inicio de temporada los números no son tan aterradores como cabría esperar. Ha encajado 13 goles, cifra que está muy lejos de convertirse en buena, pero cinco de ellos fueron frente al Atlético de Madrid y tres ante el Barcelona, dos de los tres clubes más poderosos de la competición. En los otros cinco encuentros, frente a rivales más o menos de su talla, ha recibido cinco goles. Manolo Márquez logró pulir la ausencia de equilibrio que tenía el equipo en las dos primeras semanas, aunque acabara resultando contraproducente y provocara que el equipo fuera casi inofensivo ante Sevilla y Leganés.
En el Sánchez Pizjuán (7), frente al cuadro madrileño (8) y en la primera jornada ante el Valencia (5) firmó la UD sus peores datos de remates, coincidiendo con tres derrotas y, además, tres partidos en los que se quedó a cero. Contra el Barcelona, en la primera jornada con Pako Ayestarán, a pesar de ser en el feudo del mejor equipo de esta Liga, al menos de momento, el promedio mejoró ligeramente con 11 remates.
Estas estadísticas se convierten todavía en más preocupantes al producirse en un equipo que maneja mucho el balón y concede bastantes remates a su rival. Y es que la UD abandera un estilo muy diferente al de Leganés, Alavés o Eibar, conjuntos con los que comparte estadísticas ofensivas parecidas. Estos otros tres equipos apuestan por protegerse y contragolpear con peligro. Rematan poco, pero suelen rematar bien, en posiciones de ventaja.
La UD, mientras, intenta dominar a su rival a través del balón, echarle hacia atrás y buscar las ocasiones a través de la paciencia. Eso es lo que refleja el apartado de posesión de balón, en el que es el sexto con un 54 por ciento, solo por detrás de Barcelona, Real Madrid, Celta de Vigo, Sevilla y Real Sociedad. Y el quinto que más pases da.
Esta combinación de estadísticas demuestra la falta de colmillo de la UD Las Palmas en ataque. Necesita un mundo para generar un disparo a portería, le falta encontrar alternativas y tener verticalidad a pesar de que cuenta con jugadores para ello, aunque muchos han tenido lesiones importantes.
Jonathan Calleri y Jonathan Viera han llevado el peso ofensivo del equipo en estas primeras jornadas. El argentino suma 16 tiros, el 30 por ciento del total, y ha marcado dos goles. Viera, mientras, suma un gol en 12 remates. El más efectivo es, de largo, Loïc Rémy, que lleva dos goles en tan solo dos remates a portería. Tannane con siete, Lemos con seis y Halilovic con cuatro completan la nómina de amarillos que más rematan.
