Notable debut de Jonathan Viera con la absoluta de España. El jugador grancanario, que actuaba todo el encuentro, se erigió en uno de los destacados en la victoria del combinado nacional ante Israel en tierras hebreas. El futbolista de la UD firmó un disparo que se marchó alto y repartía varias asistencias jugando casi siempre desde la mediapunta, sobre todo una en la primera parte en la que le puso el balón al tinerfeño para un mano a mano ante el portero israelí que el tinerfeño erró.

Un golazo de Illarramendi, con un derechazo repleto de efecto desde la frontal tras el rechace en un saque de esquina, puso el broche a una clasificación perfecta de la Roja -ayer de blanco- para el Mundial de Rusia. Este tanto premiaba el ímpetu español por vencer en un encuentro sin nada en juego.

España se impuso en un partido complejo de jugar, con el pasaporte mundialista ya en el bolsillo y un once repleto de novedades -entre ellas Jonathan Viera-, sin jugadores que marcan su identidad. Su fútbol caía siempre hacia el costado izquierdo. Allí estaba posicionado Marco Asensio, el futbolista que más lo intentó y que más magia tenía para desplegar hasta que Isco entró en escena para poner luz.

El arranque del choque era un claro mensaje español. Un minuto y 50 segundos de posesión desde que sacó de centro. Un despeje con apuros de Israel y vuelta a la posesión de la Roja. En su paciencia con el balón y la creación de oportunidades radicaría el éxito. Le acabó faltando fluidez y vías de conexión con Aduriz, una isla en punta que se desenganchaba de la zona del 9 para poder tocar el balón y tener protagonismo.

Israel se defendía con coraje. Líneas juntas y el contragolpe como apuesta para buscar sorprender. Se mantuvo en el partido gracias a Harush, portero muy criticado que estuvo firme. Respondió a un zurdazo de Asensio y sacó de puños otro de Pedro, al que también venció en un mano a mano tras asistencia de Jonathan Viera en la ocasión más clara del primer acto. Además, voló a un disparo de Ramos centrado pero con peligro al caer del cielo con veneno.

Cualquier error con el balón de España era castigado con velocidad por Israel. Atar avisaba con un centro chut que no encontraba rematador. Reina estaba firme al disparo de Cohen y cuando ganaba confianza ante su afición, Natcho chutaba cruzado arriba y Hemed no llegaba por milímetros a un centro en boca de gol.

España necesitaba subir su nivel competitivo. Lopetegui, su entrenador, quería un triunfo que certificase una clasificación perfecta. Retiraba un defensa al descanso, Ramos, y buscaba pólvora metiendo a Iago Aspas. Defensa de tres y a por el gol.

El de La Feria busca el gol

Los riesgos los quería aprovechar Israel, que arrancó con una acción del omnipresente Natcho, asistiendo al remate de Hemed. A estas alturas, Jonathan Viera, que intentaba devorar cada minuto de la oportunidad que tanto esperaba, disparaba con intención pero sin encontrar puerta.

El peligro español seguía en botas de Asensio que regalaba el gol a Aduriz pero, con todo a favor, no acertaba a conectar el esférico. Dejó su puesto a Isco y todo cambió. Se siente el líder. Sale al césped y pide la pelota para que todo el juego pase por sus botas y por su visión privilegiada. Derribado con un choque a destiempo y un agarrón por el hombro a sus dos primeros balones, no desesperó.

España arrinconó a su rival hasta que consiguió el premio. Aspas lo buscó de chilena pero fue Illarramendi el que sorprendió con un disparo de empeine y un efecto de dentro a fuera imparable. Los intentos de orgullo finales de Israel no tuvieron premio y el colegiado anuló un tanto a Asensio, después del pase de Callejón.