La hora del despegue. Camina o revienta. El Ferrari de los 115 millones de euros y su primera gran prueba de fuego. La reválida de las reválidas. Resurrección exprés o calamidad. La UD afronta el lunes -20.00 horas, Gol TV- un duelo de enorme valor estratégico ante el Celta de Vigo en el estadio de Gran Canaria.

Tras siete combates, los amarillos contabilizan seis puntos -dos victorias y cinco derrotas en 630 minutos-. Al borde del abismo de los puestos tenebrosos -el tercero por la cola que marca la zona roja es la SD Eibar con seis-, el cuadro isleño podría afrontar el test ante los de Unzué en posición de descenso directo [valdría con la victoria del bloque armero ante el Dépor de Pepe Mel en Ipurúa].

La deserción del estratega Manolo Márquez -en la rueda de prensa de despedida del 26 de septiembre aseguró que no transmitía al plantel y en BeINLiga que no se sentía respaldado por la comisión deportiva- activó el plan Ayestarán. En un plazo récord (apenas 34 horas tras la bomba), la entidad amarilla encontró relevo en la figura del preparador vasco.

Siete de 42 puntos

El debut en el Camp Nou (3-0) ante el Barça de los 900 millones de euros quedó aplacado por el torrente político y el esperpento de jugar a puerta cerrada. El terremoto independentista silenció la delicada situación del equipo amarillo, que tratará de escapar de las tinieblas ante el Celta -que ha encajado once goles-. El impacto del 1-O y la polémica de la 'banderita' jugó al despiste para la UD que contempla únicamente dos victorias en los últimos catorce duelos oficiales.

El dato obedece a los siete partidos que cerraron la pasada edición liguera 2016-17 -que se saldó con un empate y seis derrotas- y los siete que abren el actual campeonato -dos triunfos, cinco bofetones-. De tal manera, que la irregularidad del cuadro amarillo se cifra en una pírrica suma de siete de los últimos 42 puntos en litigio. Llega la venganza.

Ayestarán encadena dos semanas de trabajo y tiene aptos a 23 profesionales -solo Halilovic y Rémy corren peligro de ser descartados ante un Celta mermado-. Su propuesta ha quedado definida en su discurso: toque y rigor. Plasticismo y músculo. El ex del Valencia insiste en la salida limpia del esférico pero deja un millón de interrogantes. Solo se podrá calibrar el dogma filosófico de Ayestarán ante el Celta.

En el pulso más importante de los últimos meses. Toca revertir una dinámica incendiaria. Números de un bólido directo a la fatalidad.

Calleri, Vitolo y Viera conforman el tridente galáctico. La UD recupera además la figura del lateral zurdo Dani Castellano. Deja atrás una lesión muscular, y se ha perdido las tres últimas jornadas -saldadas de forma trágica con tres derrotas-.

Un tanto cada 126 minutos

Vuelve el extremo internacional Vitolo -le restan diez partidos de Liga con la UD y el 1 de enero será del Atlético de Madrid- y el organizador Sergi Samper se encuentra en la recta final de su recuperación. Forzarle ante el Celta de Vigo no parece factible, para un Ayestarán que apuesta enérgica por Hernán Santana.

El de Zárate lució ayer el peto de titular en el laboratorio y se encuentra en un gran momento físico. Con Aquilani conforma una pareja poderosa en la medular, en una línea donde la solidez de Javi Castellano multiplica las opciones de Ayestarán.

Pero el problema de la UD de los 60 millones -el mayor presupuesto de su historia- reside en el escaso bagaje ofensivo. Los amarillos, 23 lanzamientos a portería, es el cuarto que menos tira de la competición -solo superado por el Deportivo Alavés (21), Eibar (21) y Levante (22)-.

En la referencia a remates totales, la UD contabiliza 55 y también figura en las posiciones bajas de la tabla. Falta pólvora a la legión salvaje de Ayestarán. Cinco goles en 630 minutos, lo que deja una media de un tanto cada dos horas (126'). Una eternidad.

Tras tres derrotas consecutivas, el espíritu preciosista se mantiene vigente -83,8% en precisión de pase que deja a los isleños en la quinta plaza de esta tabla-. La dictadura de balón sigue su curso -54,1%- pero hay una alarmante falta de pegada. En el pasado curso, a estas altura de Liga, la UD contabilizaba 16 dianas. Y en la 2015-16, con Herrera, lucían seis tantos. Volver a sonreír para escapar de las llamas del abismo.