Un rostro curtido en 1.000 crisis. Del 22-J al 'caso del sofá'. Sin olvidar el 'caso Chéster' o la crisis de seda con la segunda vuelta pasada con Quique Setién en el banquillo. Jerónimo Figueroa Cabrera 'Momo', extremo de la UD de 35 años, repasó la delicada situación deportiva de la UD con perspectiva. Criterio y coherencia. Para un rostro querido en el partenón de Siete Palmas, como quedó patente con la carta de la joven aficionada Nerea Ramírez.

Descarta un cambio radical de sistema [cómo jugar con tres centrales para frenar la sangría de 18 goles encajados], pero reconoce que la plantilla "está tocada". La UD es antepenúltima con seis puntos tras ocho jornadas. Y el domingo, espera el Villarreal de Mariano Barbosa en el Estadio de La Cerámica -desde las 11.00 horas y por BeIN Liga-.

"El equipo está tocado. Es normal. No andamos bien, hay nerviosismo y desconfianza, pero la solución es trabajar. He estado en muchas de éstas y debemos animarnos entre todos. Estoy de acuerdo con los que dicen que tenemos una gran plantilla, pero debemos hacer un gran equipo. Hay mimbres para hacerlo", detalló el centrocampista del barrio de El Cardón, que fue titular ante el Celta de Vigo, y se quedó en la caseta en el descanso para ceder su puesto en el costado zurdo a Loïc Rémy.

Lamenta la falta de claridad y reconoce que ha faltado calma: "El equipo ha venido trabajando bastante bien para cambiar la dinámica. Pero no pudimos ante el Celta. En una situación como la nuestra, llegan dos veces y marcan. El equipo estaba tocado, pero con el 0-3 no tuvimos las ideas claras ni tranquilidad. Intentamos que no vuelva a pasar". Tras cuatro derrotas consecutivas -ante Sevilla, Leganés, Barça y Celta de Vigo-, la precipitación y ansiedad llega a los terrenos de juego: "Al míster le gusta el buen fútbol, jugar. Pero en una situación holgada se vería más soltura. No se refleja lo que el míster y nosotros queremos. Trabajaremos en los entrenamientos para poder expresar lo que llevamos dentro".

Descarta debates internos en relación a la opción de modificar el sistema táctico: "La idea es ir a muerte con la del míster. A través del balón, pero siendo contundentes, nos haremos fuertes tanto atrás como delante (...) El equipo intenta encontrar soluciones para corregir lo que ha salido mal. Tenemos jugadores y equipo para salir adelante. Hay que encontrar la tecla, pero no es fácil salir de la zona de abajo en Primera. Los rivales son difíciles. Tenemos jugadores con experiencia para poner todo lo mejor de sí para salir de esta situación".

El remedio

Sudar y trabajar. Dejarse el alma en el verde. Tópicos que sirven de bandera, para una UD que afronta su particular pesadilla en este 2017. De treinta partidos oficiales, contabilizan 20 derrotas y 68 goles en contra. "La solución llega desde el trabajo, de hacer todo con el mismo objetivo. Tenemos que ir todos a una. Lo máximo de cada uno, en bloque; ahí está la solución. No debemos tener miedo a jugar por dentro o por fuera, debemos tener personalidad en el campo y la soltura, que ahora nos está costando por estos últimos malos resultados".

Faltan 30 jornadas para el final del campeonato. Margen suficiente para la resurrección. Y desvela que duele ver la respuesta de la grada, el pasado lunes, ante la desbandada general con el 0-5 ante el Celta de Vigo: "Todavía estamos a tiempo, pero debemos empezar ya. Hay 30 jornadas para encontrar la solución, aunque esto da muchas vueltas. Cuanto antes salgan las cosas; mucho mejor para todos. Sobre todo para tener tranquilidad".

El partenón de Siete Palmas se dio a la fuga. Un vacío que duele: "Es desagradable, duele. La gente sintió eso. Lo más bonito para un futbolista es ser ovacionado cuando te cambian. Queremos que la gente esté conforme y que se marche del campo disfrutando de nuestro juego. Todo lo hacemos por ellos; vamos a recuperarnos".

Llega el Submarino Amarillo de Barbosa y Bakambu. En ese escenario, ya se ganó en 2016 con un gol de David García. "El Villarreal es de los de arriba, haciendo las cosas bien. Pero estamos con ganas para cambiar la dinámica. Al igual, la afición, que está como nosotros. Se ha llevado unos cuantos palos importantes. Hace un par de años ganamos (0-1) allí en situación complicada. Tenemos que intentar hacer lo mismo con un buen partido. El Villarreal juega y deja jugar. No se cierra atrás, hace muchas ocasiones pero también las recibe. Tiene muchos jugadores de calidad. Analizaremos el partido para hacer daño". De nuevo, la batalla de la posesión. "El que tenga la pelota para hacer daño es el que se llevará el partido (...) Estamos a nivel defensivo, en todo el campo, algo nerviosos. Pero es normal por esta situación".