En las ocho primeras jornadas de la temporada pasada Vicente Gómez solo se perdió un encuentro, y lo hizo por rotaciones. En todos los demás fue titular y la UD Las Palmas sumaba 12 puntos que le situaban en la séptima posición de la tabla. En esta temporada, tras el mismo período de tiempo el de Schamann solo ha disputado un total de 80 minutos, y repartidos en cinco partidos. En ninguno de ellos ha partido como titular y de hecho en el del lunes ni siquiera participó. Fue el primer partido desde febrero en el que Vicente Gómez no juega un partido por decisión técnica.

Casualidad o no, la UD Las Palmas es peor sin Vicente Gómez. Su paso por el quirófano en verano debido a una hernia discal que le impidió ejercitarse con normalidad en pretemporada ha sido uno más de los problemas del equipo en estos últimos meses. El centro del campo amarillo se quedó sin sus dos referencias por su lesión y por el traspaso de Roque Mesa. Y todavía no lo ha superado.

A pesar de que Alberto Aquilani, Javi Castellano y Hernán han cuajado algunas buenas actuaciones, el equipo no logra tener la jerarquía que encontraba la temporada pasada con Vicente y Roque en el centro del campo. Esa pareja la sigue añorando el equipo, que no ha levantado la cabeza.

Manolo Márquez ya insistió en la pretemporada en arreglar esas carencias, en recuperar el equilibrio para no encajar demasiados goles y mantener la filosofía de dominio de la pelota. Ahora Pako Ayestarán ha llegado con una idea más ambiciosa pero tampoco cuenta con Vicente Gómez. En el Camp Nou disputó el último cuarto de hora, pero el lunes frente al Celta ni siquiera completó un minuto. El técnico vasco le dejó en el banquillo y de ahí no se movió.

Así, en estas dos jornadas se ha roto la inercia creciente que estaba teniendo en materia de minutos. Con Manolo Márquez fue poco a poco participando más, llegando a disputar casi una parte completa frente al Leganés. Pero Ayestarán ha pisado el freno a Vicente, que ha admitido que no se encuentra a su mejor nivel en este inicio de temporada. Pero ni tiene minutos ni continuidad, por lo que ha pasado en unos meses de indiscutible a secundario. Y la UD ha empeorado.