Pako Ayestarán, máximo responsable técnico de la UD Las Palmas, no hizo autocrítica al término de la novena jornada, tras recibir cuatro goles en el segundo acto. "No me he equivocado en nada. En el primer tiempo hemos tenido criterio, hemos tenido pausa para jugar, hemos tenido jugadores con opciones de uno contra uno, hemos impedido que el Villarreal juegue por dentro, sabiendo lo difícil que era. A pesar de todo, creo que hemos dado un gran nivel en el primer tiempo del partido. A partir del error en el primer gol nos hemos caído y han vuelto las dudas", argumentó el preparador vasco, que encaja la tercera derrota consecutiva, tras el (3-0) en el Camp Nou y el (2-5) ante el Celta de Vigo en el Gran Canaria.

En relación a su lectura del partido, puntualiza que su equipo "se cae ante la adversidad". "El equipo está jodido después de un resultado así. Es lo normal. A partir de ahí, el siguiente partido es en la jornada 10 y nunca puede ser una final quedando tantas jornadas por delante (...) "La lectura es bastante clara: Hemos hecho un buen primer tiempo, en el que se han dado cosas muy positivas. Hemos generado ocasiones dejando patente el equipo que queremos ser, maniatando al Villarreal (...) Pero ante la adversidad nos caemos y no somos capaces de mantener el trabajo durante 90 minutos. Tenemos que trabajar para mantener lo bueno que hemos hecho durante más tiempo", apostilla el estratega.

Para Ayestarán, en el plano emocional, la UD está tocada y se encuentra en una situación delicada. "Emocionalmente, las derrotas hacen daño. Eso hay que cambiarlo con solidaridad y estando todos juntos (...) Me preocupa que seamos capaces de mantenernos en la idea que queremos". Y en relación a la retirada de Tannane por lesión -en los primeros compases- desvela que "tiene una rotura en el aductor". A la hora de enjuiciar el trabajo de Lemos fue categórico. El experimento pasa el examen: "Ha hecho un buen primer tiempo y en el segundo nos hemos ido con la inercia negativa. Creo que Lemos ha hecho un buen trabajo, ha dado buenas opciones de pase, ha jugado fácil".

El estratega amarillo amplía el foco y atribuye el mal momento a la situación mental de la UD. En este 2017, ya son 21 derrotas y 72 goles encajados. "Las derrotas hacen mucho daño. Es un equipo que ya terminó mal el año pasado y eso deja huella. A veces es complicado dejar el pasado atrás y esa inercia nos está haciendo daño emocionalmente".