Ni Mauricio Lemos, ni Pedro Bigas, ni Vicente Gómez, ni Tana, ni Michel Macedo. Todos ellos, jugadores fundamentales de la gran temporada pasada de la UD Las Palmas, sobre todo en la primera vuelta, están fuera de cobertura. Solo Jonathan Viera y Dani Castellano, que sin embargo se ha perdido cuatro partidos por lesión, mantienen el nivel. La columna vertebral de la era Quique Setién está despedazada. Apenas quedan añicos de los jugadores que marcaron diferencias. Si esa base ya había quedado muy tocada con las salidas de Roque Mesa y Prince Boateng, el faro y el máximo artillero de la última permanencia, el nivel de los que se han quedado es una de las grandes causas de la crisis amarilla. Rozado ya el primer cuarto del curso -9 jornadas de 38- es una evidencia que varias referencias de esta UD no están dando la talla.
El caso de la defensa es el más sangrante. Michel Macedo, Mauricio Lemos y Pedro Bigas, que formaron junto con Dani Castellano la línea con más minutos del curso pasado, están a años luz de su plenitud. Ximo Navarro se ha entrometido, pero los tres siguen estando entre los más utilizados. Y el rendimiento ha bajado una barbaridad. Mauricio Lemos, como en el caso de Jonathan Viera, ha ido convocado con la absoluta de su país, pero el resultado para la UD ha sido el opuesto. El uruguayo es una sombra de lo que fue en la temporada pasada. Ya dejaba muestras de fallos de concentración puntuales, pero los compensaba con su gran salida de balón y colocación. Ahora esos errores se han multiplicado y ha empeorado en su velocidad, que era otra de sus carencias. Además, se ha reducido su contribución anotadora. Su disparo dio la vuelta al mundo y le puso en el escaparate con cinco goles -cuatro con tiros desde fuera del área-, pero este año no ha marcado. Dos de los siete partidos que ha disputado los ha jugado como mediocentro -el primero y el último-, posición en la que se agranda su tendencia a perder el balón.
No es el único flan del centro de la defensa. Pedro Bigas, un seguro en las dos temporadas anteriores, el mejor central, con diferencia, de los amarillos en este periplo en Primera División, está desconocido. Frente al Villarreal, con un error en el tanto de Bakambu, completó su terrible inicio de temporada. Su caso, como el de Vicente Gómez, tiene un asterisco, pues ha sufrido una lesión que le ha hecho perderse cuatro partidos. Pero en las dos primeras jornadas, en las que estaba sano, tuvo muchos problemas frente a Valencia y Atlético. De hecho Pako Ayestarán ni siquiera le convocó para el Camp Nou por decisión técnica, si bien le ha recuperado en las dos últimas jornadas. Frente al Celta su retorno ya fue horrible. Totalmente superado por Iago Aspas, quedó claro que es otro de los teóricos pilares de esta UD que no se encuentra a la altura.
El último defensa de esta lista es Michel Macedo. El brasileño llegó muy fuera de forma a la pretemporada y le costó un mundo ponerse a tono. David Simón, que estuvo a un alto nivel en la preparación, le ganó la partida y salió de titular en las dos primeras jornadas, pero el canterano no aprovechó su oportunidad y Macedo se ha mantenido en el once desde entonces. Aunque no es el peor de la defensa, está lejísimos de su mejor versión. En sus actuaciones más destacadas era un auténtico puñal, un hombre que dio hasta cuatro asistencias en la primera vuelta. Su influencia en ataque resultaba clave para desatascar defensas y dar una profundidad que el equipo echaba en falta en muchos momentos.
El asterisco de las lesiones
En un aparte se encuentra Dani Castellano. El gemelo conserva el nivel de la temporada pasada, a excepción de su actuación frente al Villarreal. Una lesión cortó las alas a su buen comienzo de temporada, en el que incluso dio dos asistencias en las dos victorias frente a Málaga y Athletic. Sus cuatro ausencias han sido cubiertas por Ximo Navarro en el Sánchez Pizjuán y Borja Herrera en los otros tres encuentros. Y en todos el equipo le echó de menos.
También ha estado condicionado por las lesiones Vicente Gómez, que no pudo realizar la pretemporada por una hernia discal que le hizo pasar por el quirófano. Pero de su regreso a los entrenamientos con normalidad han pasado ya dos meses y sigue sin encontrar su mejor versión. Contra el Villarreal fue titular por primera vez en este curso y el nivel que exhibió explicó por qué ni Manolo Márquez ni el propio Ayestarán le habían alineado antes.
Por último, Tana, hombre de mucha confianza de Quique Setién, valedor del de San Cristóbal, es uno de los que más ha bajado su aportación. Incluso el Estadio de Gran Canaria le pitó en el partido ante el Leganés, silbidos en los que tuvo mucho que ver una salida nocturna que se había aireado una semana antes. Más allá de eso, su caída es tremenda. Añora al entrenador cántabro, pero sobre todo jugar en la mediapunta, zona en la que más destacó. Los dos técnicos le han utilizado más en las bandas, donde le cuesta un mundo marcar diferencias.
Así las cosas, esta UD Las Palmas se ha tenido que encomendar a Jonathan Viera y el rendimiento de varios fichajes que sí están destacando como Leandro Chichizola, Ximo Navarro, Jonathan Calleri y Rémy. El internacional español se ha quedado solo ante el peligro. El desplome de la columna vertebral es tan bestial que ni siquiera jugadores como Vitolo han conseguido ayudar al de La Feria para levantar a la UD.
No solo el nivel colectivo, el cambio de entrenador o las carencias estructurales explican el mal inicio de temporada. Muchas individualidades, ya sea como causa o como consecuencia, se encuentran fuera de forma.
