Con Pako Ayestarán a la sala de torturas de Cristiano Ronaldo. Crédito intacto bajo la tormenta más diabólica de la historia. La gran depresión lleva a la UD al Santiago Bernabéu -domingo, 19.45 horas y televisado por Movistar Partidazo- con el técnico vasco en el cargo y sin fecha de caducidad. Al menos, en el horizonte más próximo. "No corre peligro en el cargo; hay que tener tranquilidad". Fe ciega en el efecto invisible -cuatro partidos de Liga, cuatro derrotas, tres goles y 15 encajados-.

Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD, reclama cordura en el entorno, tras la última debacle ante el Dépor (1-3) en el Gran Canaria. El cuadro isleño, que computa seis puntos en diez jornadas, está a dos de la zona de salvación que marca el Eibar (8) de Mendilibar.

No hay pánico en la planta noble de la galaxia. "Poco a poco vamos aprendiendo a sufrir mejor", se escucha en el pasillo de la nueva sede social junto al Gran Canaria. Espíritu de funambulista tatuado en el ADN de una entidad que se repuso con diligencia del holocausto del 22-J ante el Córdoba. Ahora falta un estímulo para ver la luz. Se ha instalado la dictadura de las tinieblas.

Tras la renuncia de Manolo Márquez -el 26 de septiembre-, la UD no ha vuelto a ganar en Liga [ya van 45 días de pesadilla]. El catalán y arquitecto del ascenso de Las Palmas Atlético dejó al equipo amarillo en la 15ª plaza y fuera de la guillotina del descenso. "No transmito; mi mensaje no llega", detalló.

Y 34 horas después se alzó el telón de la era Ayestarán. Cinco partidos, cuatro de Liga y uno de Copa, con un balance de cero puntos en la competición doméstica y el pase encarrilado a los octavos de final del torneo del 'KO'. En total, siete goles a favor y 16 en contra.

De Zidane a Bielsa

A las cuatro derrotas con el libreto de la 'K' -ante Barça (3-0), Celta (2-5), Villarreal (4-0) y Dépor (1-3)-, hay que sumar las dos de Márquez ante Sevilla (1-0) y Leganés (0-2)-. Seis mazazos consecutivos en los días previos a la sala de torturas de La Castellana. La UD nunca ha ganado en el templo blanco. Y el Madrid no está para tonterías: tropezó ante Valencia (2-2), Levante (1-1) y cayó ante el Betis de Setién (0-1).

Ante este panorama, la UD avala la candidatura de Ayestarán, que sigue sin encontrar un once.

En Canarias en Hora, Ramírez abre la puerta a una propuesta de juego más pragmática. "Hay confianza, no es serio que no le demos tiempo para exponer su idea (...) Lo que hay que hacer es ganar puntos y dejarnos de juego bonito".

La última destitución fue en octubre de 2015 con Herrera -ingeniero del ascenso-. Pero el dogma filosófico de Ayestarán tiene cuerda en una UD que va camino de la séptima derrota, salvo hazaña en el castillo de las remontadas.

De la pañolada a la continuidad del régimen de la 'K'. Tras el Bernabéu, parón de dos semanas para recibir al Levante -17.30, domingo 19 de noviembre-. En la zona noble descartan movimientos.

En el corazón de la crisis, suena el verso libre de Bielsa: 'Los momentos en los que he crecido tienen que ver con los fracasos (...) El éxito es deformante, relaja, engaña, nos vuelve peor, nos ayuda a enamorarnos excesivamente de nosotros mismos; el fracaso es todo lo contrario, es formativo, nos vuelve sólidos y coherentes (...)'. El Loco tiene razón. Pero ganar es la leche.