Raúl Lizoain, pletórico en el Bernabéu, con la actuación de su vida, a pesar del (3-0), reconoció este mediodía en sala de prensa que el debate y las dudas de la afición amarilla sobre su figura "siempre estarán ahí". "El debate en la portería permanecerá. Me toca vivir y lidiar con ello. Con estas actuaciones cambiará la opinión de unos y no cambiará lo de otros (...) Me tengo que alejar de eso. Me toca trabajar para seguir así y mantener el nivel. Hay una parte de la afición que nunca me ha dado la espalda. Había mucha gente que me animaba y me apoyaba en el estadio. Siempre han estado a mi lado. Nunca hablaron de eso, siempre he sabido que esa parte me ha respaldado", determinó, tras encadenar tres partidos de titular, ante el Dépor, en Liga y Copa, y el Real Madrid en La Castellana.

Se le trasladó si era necesario mantener el sistema de tres centrales -3-5-2-, utilizado ante el campeón de Europa, para el crucial duelo de Liga ante el Levante UD, en Siete Palmas, el próximo domingo 19 de noviembre. "Es una pregunta para el entrenador. Quizás el míster vio que nos hacía falta un poco más de contundencia en la zona de atrás y quiso remediarlo con el nuevo planteamiento; pero esa cuestión es para el míster". A la hora de analizar los errores y pecados capitales de esta UD, que marcha penúltima con 28 goles encajados, tras once jornadas, se mostró enigmático: "Decir una cosa clara es complicado, ya que son muchos factores, como por ejemplo el estado de ánimo. El míster está tratando de averiguarlo y de dar con las claves. Hemos estado peor y hemos salido. Además, cabe reseñar que hemos sufrido muchas lesiones".

Sale en defensa de la figura de Pako Ayestarán y argumenta que un despido, tras cinco derrotas consecutivas de Liga, carecía de fundamento: "Yo creo que no; no es la solución. Vino con un panorama difícil, tenía un calendario complicado? Eso de que venga un entrenador para cinco partidos no está bien. Hay que dejarlo trabajar, que se vaya adaptando a nosotros y, poco a poco, saldremos de esta situación. No tengo dudas".

Además, desvela que se sintió cómodo ante la revolución táctica y la implantación del nuevo orden táctico: "Tuvimos toda una semana para ensayarlo. En defensa éramos muy contundentes y para la salida de balón teníamos más hombres. No sé cómo se sintieron mis compañeros, pero yo me sentí cómodo".

Primero, lo colectivo

Insiste que lo importante es el rendimiento coral, y que su actuación ante el Real Madrid pasa a un segundo plano: "Creo que no hay que mirar lo individual; perdimos (3-0) y tenemos que salir de ahí. Estoy intentando aportar todo lo que tengo y es lo que siempre he hecho. Siempre he sido el mismo, no hay nada de resurgir".

Sobre el protocolo de Pako Ayestarán, no hay misterio alguno. Simplemente puso su nombre en la pizarra. "No habló conmigo, sino simplemente jugué en Copa del Rey en Riazor y cuando llegó la competición de Liga dio mi nombre. Siempre estoy mentalizado de que voy a jugar, porque es lo que tenemos que hacer siempre, pero estaba preparado para asumir la responsabilidad de la portería". Y asegura que tuvo otros momentos de más lucidez:

"La verdad es que hay otras temporadas en las que he acabado partidos más contentos que estos dos que me citan. He hecho buenas actuaciones, pero me quedo con otras actuaciones de años anteriores".

Descarta de forma tajante que el UD-Levante sea una final: "Si a estas alturas estamos con finales (...) Solo te puedo decir que mal vamos. Tenemos que jugar, hacer lo que sabemos, mantener el estilo y, si seguimos así, saldremos del bache". A nivel personal, la clave de su éxito se fundamenta en la estabilidad que ha encontrado en los últimos tres partidos. Ahora sí cuenta con "más tranquilidad". "Me encuentro cada vez más cómodo. Es verdad que se puede notar un poco más de tranquilidad. El año pasado era más complicado porque no sabía cuándo iba a jugar. Pero soy humano, puedo cometer errores, y esa tranquilidad puede que me esté ayudando a tener unas actuaciones mejores".

Defiende la posición del club en relación al hecho de contar con tres días de descanso tras caer ante el Real Madrid (3-0) y encadenar siete derrotas consecutivas. La situación es dramática: "Veníamos con unas semanas de bastante carga. Es una semana de selecciones; tenemos tres días de descanso, pero dos días dobles de trabajo [reflejados en el plan de trabajo de esta semana]. Tanto entrenar como descansar es importante".

Se le trasladó qué se le puede pedir al aficionado. "¡Qué puedo decir! La afición tiene su opinión y ellos saben que hemos estado en situaciones peores y hemos salido de situaciones difíciles. Ellos saben que cuando están con nosotros somos imparables. Se pueden desencantar un poco y yo les animo a que no lo hagan porque a final de año sacaremos las cosas adelante".