La defensa de cinco jugadores no fue un parche para el Santiago Bernabéu. Pako Ayestarán ha seguido trabajando este sistema en los entrenamientos de esta semana a puerta cerrada y no descarta seguir utilizándolo en el futuro. El entrenador de la UD Las Palmas se quedó con buenas sensaciones a pesar del 3-0 encajado en Chamartín y no descarta volver a utilizarlo en algunos partidos para tapar las carencias del equipo.

Con 28 goles encajados en 11 jornadas la UD es el equipo que más recibe de Primera División, un dato que además es el segundo peor de las últimas 50 Ligas. El problema se ha agravado desde que el técnico vasco está en el banquillo. En sus cinco partidos de Liga al cargo, los amarillos han recibido un total de 18 goles, lo que hace un promedio de más de tres goles por encuentro, una cifra prohibitiva si el equipo quiere tener opciones de ganar algún encuentro.

Bajo esta premisa Pako Ayestarán ya se planteó frente al Real Madrid, después de encajar tres goles del Deportivo en el Estadio de Gran Canaria, buscar una alternativa. Y la encontró en el sistema con tres centrales y dos carrileros. El problema no es nuevo en esta temporada. Ya Manolo Márquez intentó buscar soluciones a la falta de equilibrio del equipo en el comienzo de la competición, aunque su fórmula fue diferente. El técnico catalán empleó un doble pivote después de caer frente a Valencia y Atlético de Madrid. Con ese sistema la UD triunfó ante Málaga y Athletic, aunque naufragó en ataque contra Sevilla y Leganés, una derrota que precipitó la dimisión de Manolo Márquez.

Y ahora Pako Ayestarán, cuatro partidos de Liga después, busca fórmulas diferentes tras empezar su etapa con un planteamiento de 4-3-3 muy similar al de Quique Setién el curso pasado. Pero tampoco le funcionó. A pesar de golear al Deportivo de La Coruña en Copa del Rey, la UD naufragó en Liga ante Barcelona (3-0), Celta (2-5), Villarreal (4-0) y Deportivo (1-3). Con esa racha en la mochila Pako Ayestarán decidió blindarse en una semana de sesiones a puerta cerrada que acabó con novedad en la alineación en el Bernabéu.

Ahora, en el parón de selecciones, Ayestarán ha mantenido la política de cerrar los entrenamientos, en los que aparte de dar palizas físicas a sus jugadores también continúa ensayando con una defensa de cinco hombres. El próximo encuentro es ante el Levante (domingo 19, 17.30 horas) en el Estadio de Gran Canaria, un contexto en el que el técnico puede volver a la defensa de cuatro hombres. Y es que su planteamiento a medio plazo, si logra mantener el puesto, es el de combinar los dos sistemas. Así, con el dibujo de 4-3-3 completamente asimilado por los jugadores desde la era de Quique Setién -aunque en este curso no estén saliendo las cosas- ahora el vasco pone el foco en la zaga de cinco hombres.

Este sistema no lo empleaba la UD Las Palmas desde las primeras jornadas de Paco Herrera tras el ascenso. El técnico catalán veía problemas de equilibrio en la confección de la plantilla y desde el debut en la máxima categoría optó por una zaga de tres centrales con Alcaraz, Aythami Artiles y Pedro Bigas. Pero no funcionó a pesar de lograr una victoria frente al Sevilla y acabó siendo destituido después de dos meses.

Precedente de éxito con Kresic

El sistema de cinco defensas ya no es un rara avis en el fútbol español. En la actualidad el Girona está triunfando con ese planteamiento y el Alavés ha recurrido a ese sistema con De Biasi en el banquillo. Y Mendilibar también ha recurrido a ese dibujo con el Eibar en las últimas semanas.

En la UD Las Palmas, aunque no funcionara en el Bernabéu ni con Paco Herrera, hay un precedente de éxito. Y en un contexto similar. Después de un mal comienzo de temporada en la 2000-01, con Sergio Kresic como entrenador tras el ascenso, la UD sumó dos empates y dos derrotas en las cuatro primeras jornadas con un total de 11 goles encajados.

Así que el croata tomó cartas en el asunto y alineó una defensa de tres centrales -se alternaban Jaime Molina, Schürrer, Álvaro y Paqui- con las que la UD encadenó tres victorias seguidas y levantó el vuelo hasta firmar una permanencia cómoda. Más de 15 años después la UD vuelve a confiar en la defensa de cinco para tapar una sangría de goles en contra y salvarse.