Nieva en Swansea y el Liberty Stadium festeja un triunfo agónico ante el West Bromwich Albion del exdelantero venezolano de la UD Las Palmas Salomón Rondón. La caldera blanca galesa entona la canción del '51'. Un teldense con escarcha en el bigote, que se ha convertido en el nuevo ídolo de una localidad de 200.000 habitantes con una noria de colores, a 280 kilómetros de la City de Londres y de enorme tradición de futbolistas españoles (de Michu a Llorente).
'Oh e oh, super Roque Mesa; oh e oh better than Iniesta; oh e oh he never gives the ball away'. Huele a salchicha, vuela la cerveza, alivio, banderas y dos grados bajo cero. Un tanto del gigante Bony, cedido por el Manchester City y etiquetado por Roque como "pepino, ya que le das un melón y te genera una ocasión", salva los muebles. Con el (1-0) del pasado sábado se sepultan las dudas sobre el cuestionado técnico Paul Clement. El gladiador Roque 'Table', el rostro de los 12,5 millones de euros -11 millones de libras-, tira el banderín y mira desafiante a la grada. Igual que el mágico 21 de junio de 2015 cuando abrió el camino del ascenso ante el Real Zaragoza en el estadio de Gran Canaria.
Es su primera gran noche como estrella y apuesta millonaria del Swansea City. Titular, gloria y a un punto de la salvación, tras 16 batallas en el campeonato más espectacular del universo. 158 días después de dejar la Isla y la UD, bajo un manto de lágrimas, ya piensa en el Manchester City de David Silva y Guardiola. Los 'citizens', tras aplastar al United, tienen la liga en el bolsillo. El miércoles llega el 17º capítulo del circo de los millones libras de la Premier y aguarda un Swansea-City. El isleño apunta a titular.
Antes de medirse al líder implacable de la competición, Roque Mesa Quevedo -28 años, 9 partidos con el Swansea City (624 minutos) y 136 de amarillo, el mayor traspaso de un activo de la UD en su historia- juega con su hijo Roque Junior y un balón blanco en el salón de su residencia en el barrio de Killay. Le acompaña su hija India y uno de sus mejores amigos, Antonio, responsable de la firma de ropa Be Cheer. "Solo tengo tiempo para mi familia". Profesional y comprometido, ha pasado de todo. Del silencio a la fama. La misma canción de toda su carrera.
La cocina es kilométrica, un árbol de navidad de postal, un gimnasio, un cine... Es el hogar del '51', el jefe de operaciones de Paul Clement, que tras un inicio dubitativo abraza el protagonismo. Se maquea -se quita el pantalón corto de la UD de color naranja- y abre su corazón. A 2.500 kilómetros de Gran Canaria, en su salón blanco, el color del Swansea, aparece la niebla. "Es un día normal. Estoy feliz y disfruto de la victoria con la familia. Con mi gente, tratando de festejar este último éxito rápido, que ya volvemos al lío". Su mujer Patricia aprecia la calma de esta localidad costera, que tiene dos centros comerciales.
Para Roque, tras sumar diez jornadas de Premier sin participar, lo del pasado domingo vale como un título. Un paso más para este maratoniano del padecimiento. "Fue mi mejor capítulo en la Premier. Por todo lo que conlleva: por ganar, por jugar, por haber contribuido a una victoria necesaria. Un día especial. Espero que sea el primero de muchos".
Solo ha completado dos partidos de forma íntegra en la Premier. Fue titular ante el Chelsea en Stamford Bridge y le abrieron la cabeza ante el Bournemouth -tres puntos de sutura-. Había dudas y el rotativo digital Waves Online encendía el debate. ¿Qué pasa con Roque? Pero todo cambió ante el WBA. Falló el primer pase pero alcanzó la excelencia en el segundo acto. Se quitó la presión de los 12,5 millones y hasta derribó la barrera del idioma."Todo fue un cambio desde mi llegada, es un fútbol totalmente diferente. Es un proceso de adaptación, pero en el que tienen que confiar en uno. Nunca lo he tenido fácil; siempre empecé no jugando. Me gané la confianza del entrenador; y en este caso del equipo. Sabía que era una cuestión de tiempo; de tener paciencia. De seguir trabajando y al final, llegan los frutos".
Se machaca sin descanso. Tiene una cama de hipoxia. ¿Y lo de salir cedido al Málaga y Alavés? El partido ante el WBO ha enterrado el debate. ¿Se quedará finalmente en el mercado invernal en el conjunto galés? "No había culebrón alguno, cuando uno no juega siempre se rumorea que puedes salir; esto es el fútbol. Confiaba plenamente en darle la vuelta a la situación; quiero intentarlo aquí. No me voy a dar por vencido. Pero todo cambia de un día para otro. Nunca se sabe, en mi cabeza ahora solo estar aquí. Mi presente es el Swansea, el futuro: no lo sé. Si contando con minuutos, claro que me quiero quedar. Pero me gusta vivir el ahora...".
Cinco meses: 157 días de sueños y una luz
A la hora de hacer el balance de sus cinco meses -debutó ante el United de Mourinho-, reconoce el encanto del universo Premier. "Lo mejor es el ambiente; todo lo que rodea a la competición. Te impactan los estadios, vayas hacia donde vayas siempre hay un buen ambiente. Me quedo con la afición y cómo se vive el fútbol en esta tierra. Y lo peor, no haberlo podido disfrutar mucho antes. Pero todo es un proceso. En esa relación de aspectos negativos, el frío".
Lo del famoso 'tercer tiempo' en la competición británica para festejar las victorias no tiene cabida. No figura en su credo. Solo tiene tiempo para su familia. La cerveza se cae de su diccionario. "Por mi forma de ver las cosas y mi cultura no hago eso. Termino de entrenar, o finalizar el partido y me vengo a casa con mi familia. A disfrutar de ellos y a seguir con mi estilo de vida".
Dolor por el colista amarillo
La crítica marcha de la UD tiene una justificación: "su dinámica". Reconoce estar abatido al ver a los amarillos en la última plaza tras caer ante el Deportivo Alavés en Vitoria. Se suma al debate de si se trata de la mejor plantilla de la historia del club amarillo -tasada en 115 millones de euros y que se postula como enorme decepción-.
"Todo está relacionado con la dinámica. No sé si será la mejor plantilla de la historia por nombre o no; al final los nombres no son los que juegan, los hombres son los que juegan. Prefiero tener menos nombre pero once tíos que lo peleen todo. No creo que sea cuestión de hombres o de nombres; es una cuestión de dinámica. Ahí reside la gran clave. Empezaron mal y cuando te metes ahí es muy complicado. Luego está la circunstancia de los entrenadores. Vino Márquez, se fue, luego Pako, Paquito...Ahora no tienen. Eso también puede influir. Espero y deseo que den con la tecla de un entrenador que consolide al equipo, que les haga jugar. Que salgan de esa situación".
Sobre si volverá a la UD, tras su periplo por el Swansea, admite que el club isleño "es mi casa".Sobre si volverá a la UD "Siempre lo será pero no sé lo que pasará. Es mi casa, veremos en el futuro dónde estamos y lo que queremos; y si me quiere la UD. Todos esos factores se tienen que dar...Las Palmas siempre será mi casa".
De notable presencia en redes sociales, la crítica dinámica de la UD le ha dejado helado y no se pronuncie sobre la catarsis. El drama lo lleva en su pecho. "La situación de Las Palmas la llevo mal. Aunque no lo muestre demasiado, en este caso, no lo comunique en redes sociales, miro mucho lo que pasa allí. En el día a día. Me apena ver la situación por la que están pasando, en ese sentido, porque al final, aunque no pertenezca al club, me siento un amarillo más, vivo como un aficionado más, y la verdad que me gustaría que se diese la vuelta a la situación. El equipo debería estar muchos años en Primera. Espero y deseo, que vuelvan a tener esa pizca de suerte, que lo reviertan. Que puedan salir de la parte baja de la tabla y que podamos disfrutar de la UD en Primera División por muchas temporadas, esa afición se lo merece".
Esto es solo un avance de la entrevista a Roque Mesa que puede leer este martes en la edición impresa y en la web si es usted suscriptor. Si no es su caso y está interesado en este u otros contenidos exclusivos para suscriptores, puede consultar los paquetes de suscripciones a La Provincia, tanto en su edición impresa, como digital. Encontrará distintas ofertas y precios para acceder a nuestros contenidos de la edición digital.
