No entraba en los planes de Paco Jémez pero ahora, tras haber tomado la decisión de fulminar a Loïc Rémy -además de Tananne-, la UD se ve obligada a buscar también a un delantero para sustituir al francés, máximo goleador del equipo con seis tantos -cinco en Liga y uno en Copa del Rey-. El nuevo técnico de Las Palmas tenía pensado contar con el galo y con Jonathan Calleri como sus dos referencias ofensivas, sin embargo, sólo le hicieron falta unas horas al mando para cambiar de opinión.

El motivo del giro radical en el pensamiento de Jémez fue la actitud adoptada por Rémy y Tananne, que llegaron tarde en dos ocasiones el miércoles: la primera, a la hora de coger la guagua para trasladarse desde el Gran Canaria hasta El Hornillo para entrenar; la segunda, a la hora de cenar en el hotel de concentración.

Por ello, entre los planes de Jémez está ahora fichar a un delantero que en ningún caso será Sergio Araujo, a quien rechazó después de la insistencia del futbolista por romper su cesión en el AEK Atenas y regresar a la Isla. El nuevo técnico de la UD prefiere esperar y sondear el mercado en busca de otras posibilidades.

Jesé y Jairo

Por otro lado, en las oficinas de Siete Palmas continúan trabajando en las incorporaciones de Jesé Rodríguez y Jairo Samperio, ambos extremos. De cuajar ambas operaciones, Jémez tendría ya a los dos atacantes de banda que había pedido, y que vendrían a sustituir a Vitolo, que se ha marchado al Atlético de Madrid, tal y como estaba previsto, y a Tananne, desechado junto a Rémy por el mismo motivo.

La vuelta de Jesé, que sólo ha jugado nueve partidos con el Stoke City y marcado un gol -en su debut-, es un deseo tanto del club, que le quiere, como del propio futbolista, que vería con buenos ojos su regreso a casa. Sin embargo, el problema principal con el que se encuentra la UD es el salario del jugador, que esta temporada, por contrato, ha subido y asciende hasta los siete millones de euros. Además, tendría que romper su cesión desde el PSG al equipo inglés.

La llegada de Jairo, en cambio, es menos complicada, toda vez que el cántabro termina contrato con el Mainz alemán el próximo mes de junio. Además, el extremo, de 24 años, sólo ha disputado un total de 34 minutos divididos en dos encuentros en todo el curso, por lo que no es previsible que el cuadro teutón ponga impedimentos para que fructifique la operación. En cualquier caso, la UD seguirá sumando fichajes en este mercado invernal. Para que eso suceda, también debe concretar más salidas.