El 12 de diciembre de 2015, Willian José batía al Betis en el 89' y la UD de Quique Setién abandonaba la UVI. Con ese triunfo agónico (1-0), los amarillos escalaban a la penúltima plaza. Fue el primer paso. El pasado lunes, en el bendito 89', le tocó a Alen Halilovic. El nuevo ángel.
Con 21 años, el de Dubrovnik -25 duelos con la UD- tiene un máster de padecimiento. Por fin, le llega la hora de la gloria. Silencio, lesiones, decepciones...Y una pretemporada para la ilusión. El pasado verano, el internacional croata, que está cedido por el Hamburgo y con opción de compra, dio un paso al frente. Convenció a Márquez.
Llegó como un toro al estreno de la competición ante el Valencia en Mestalla, pero fue expulsado a los 33'. Y el 17 de septiembre, una entrada criminal de Raúl García, le dejó el tobillo maltrecho. Recuperación conservadora y quirófano.
Encadenó trece jornadas en el dique seco. Fue testigo de la hecatombe con Márquez, Pako y Paquito. Regresó a la competición liguera el infame 13-E ante el Girona (6-0), con 26 minutos. Su primera titularidad, tras recibir el alta, fue ante el Valencia en Mestalla, en la ida de los octavos de final de Copa: 4-0.
Superado por Hernán Toledo y Jairo, los elegidos para las bandas, le tocó esperar su momento. Ante el bloque malacitano, en el cuarto partido tras su recuperación, la justicia divina le devolvió la fama. Un balón del cielo, centrado por Tana, lo acarició para sorprender a Roberto y dinamitar la maldición. Es la resurrección del Justin Bieber de hielo. Willian José ya tiene relevo.