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40º Aniversario de la final de la Copa del Rey

Una efeméride histórica

Se cumplen hoy, 19 de abril, cuarenta años de la cita en la que la UD Las Palmas disputó la final de la Copa del Rey frente al FC Barcelona

50 años de la final de la Copa del Rey de 1978

50 años de la final de la Copa del Rey de 1978

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50 años de la final de la Copa del Rey de 1978

"No fue penalti. Y esa jugada fue decisiva en el devenir del partido". Ésa es la conclusión de la totalidad de los jugadores de la UD Las Palmas que, hace hoy cuarenta años, disputaron la final de la Copa del Rey frente al FC Barcelona en el estadio Santiago Bernabéu. La única en la historia del conjunto amarillo y una más entre las tantas que ha disputado y ganado el cuadro azulgrana, el auténtico Rey de Copas.

Echando la vista atrás, varios de los protagonistas de ese partido en las filas amarillas recuerdan, como si hubiese sido ayer mismo, todo lo que aconteció alrededor del encuentro. Y, por encima de todo, además de resaltar lo propiamente deportivo, destacan "las muestras de canariedad vividas en esos días previos al choque, así como al regreso a Gran Canaria".

Llegaba la UD Las Palmas al partido de ese miércoles, 19 de abril de 1978, después de haber disputado un duro partido apenas cuatro días antes en El Helmántico frente a la UD Salamanca -el choque finalizó con empate sin goles y Miguel Muñoz, el técnico amarillo, reservó a algunos de sus jugadores, que sí utilizaría en la final copera-, un partido en el que los amarillos cedieron algunas de las opciones que le hubiesen permitido volver a clasificarse para disputar la Copa de la UEFA a la campaña siguiente.

La final copera había despertado una gran expectación entre los seguidores y aficionados de la UD Las Palmas, de tal forma que las agencias de viajes hicieron su agosto en pleno mes de abril, porque los desplazados fueron miles, aprovechando paquetes de ofertas que incluían acudir al encuentro frente a los charros y estancia en la capital de España.

Así, tras el partido en Salamanca, Miguel Muñoz decidió concentrar al equipo en Navacerrada, alejado de aquella expectación de los aficionados amarillos. Y allí, en la concentración, el martes vivieron una jornada que todos recuerdan con el vello erizado y de punta: la visita de Los Gofiones a la concentración, con sus canciones canarias para amenizar la cena de la plantilla.

Ya con respecto a lo que fue el partido en sí, algunos de los protagonistas que siguen en la Isla -otros viven fuera- recuerdan que la jugada del penalti fue primordial para el devenir del resto del encuentro. Todos coinciden en señalar que la jugada no fue penalti y eso condicionó el partido.

Hernández

Defensa y capitán

"Ellos aprovecharon su mayor experiencia en finales"

El capitán amarillo en aquel partido, el lateral izquierdo Guillermo Hernández, es el primero en evocar sus recuerdos de aquella finalísima del Santiago Bernabéu.

"Después de cuarenta años, parece que todo sigue fresco en la memoria y es como si hubiese sido ayer. Hay que comenzar diciendo que hicimos una fenomenal competición, dejando en la cuneta a Cádiz, Atlético de Madrid y, sobre todo, la gran semifinal que hicimos con el Sporting de Gijón, dos auténticos partidazos, sobre todo en El Molinón. Y llegamos a la final con una ilusión tremenda", rememora el bravo defensa amarillo.

Y añade: "No quiero que suene a disculpa, y menos ahora, tantos años después, pero sí que me parece importante reseñar que nosotros no llegamos al cien por cien. Había algunos compañeros que llegaron tocados, como por ejemplo fueron los casos de Felipe y Carlitos Morete, y eso nos mermó bastante".

Ya metido en recuerdos, Guillermo Hernández señala que: "Éramos conscientes de que el Barcelona era el favorito. Pero, pese a ello, nosotros afrontamos el encuentro con ganas e ilusión. Sin embargo, hubo una jugada que fue clave. El penalti que nos pitaron, que no fue, aunque diré que en todo caso fue muy dudoso, condicionó el resto del partido. Ahí acabó el partido para nosotros, sobre todo porque después llegó el gol de Asensi muy pronto y, aunque nos repusimos un poco con el gol de Brindisi, a balón parado nos hicieron otro gol que ya fue definitivo. Nosotros lo intentamos, pero no pudimos y a ellos tener el marcador a favor les venía bien para manejar el partido, y su experiencia hizo el resto".

Roque

Central

"Sigo diciendo que no fue penalti y me gustaría analizarlo"

El principal protagonista de la jugada clave fue el central Roque Díaz. "Sigo diciendo que no fue penalti", es lo primero que señala siempre. "Llego antes que Esteban al balón. En todo caso, si fue falta, fue además fuera del área. Si en aquel tiempo hubiesen existido los adelantos tecnológicos de hoy día, podríamos debatir y comprobar que no fue penalti. Y lo digo convencido. Me hubiese gustado analizarlo con los adelantos de hoy. Yo fui a disputar el balón y el linier, Sánchez Arminio, fue el que decidió, porque el árbitro, Franco Martínez, que estaba en la jugada, no apreció que fuera penalti, porque no lo pitó".

"De resto", prosigue el exdefensor amarillo, "fue un partido muy disputado frente a un gran Barcelona. Nosotros habíamos ensayado las situaciones de estrategia, pero nos marcaron los tres goles a balón parado. En todo caso me quedo con el golazo de Miguel [Brindisi] y con que fue una gran experiencia para todos".

"También hay que destacar lo importante que fue el partido para los movimientos político-sociales de la época, porque en esos días se respiraba un sentimiento de canariedad muy importante. Y para nosotros fue asimismo muy emocionante recibir la visita de Los Gofiones en Navacerrada", señalaba finalmente Roque.

Noly

Centrocampista

"Llegamos algo mermados a la final, y encima el penalti"

"Siempre son buenos los recuerdos. Y de una efeméride como ésta, más aún, porque fuiste uno de los protagonistas de ella", señala en primer lugar Manuel Afonso Noly.

"Nosotros veníamos de jugar en Salamanca", añade el de Schamann, y prosigue "y llegamos bastante mermados al partido, porque algunos de los jugadores estaban tocados, sin que ello suene a excusa, pero, por ejemplo, Morete llevaba más de un mes sin jugar, desde que le marcó los dos goles al Betis cuando ganamos en el Villamarín, y Felipe tenía el brazo escayolado. Tuvieron que quitarle la escayola y vendarle para que pudiera jugar, y así alguno más".

"Ellos nos cogieron a balón parado y ahí marcaron diferencias", señala, acto seguido, para añadir: "aunque quede claro que el penalti no fue penalti. Luego nos marcaron en un córner que sabíamos cómo lo hacían y lo habíamos ensayado, para que no le llegara el balón a Asensi, pero le llegó, y después la falta, que Daniel dice que pudo pararla si da un paso más. Pero creo que en líneas generales el partido estuvo bastante equilibrado e igualado. Incluso hubo un penalti a Carlitos Morete que no nos pitaron y del que pocos hablan".

Finalmente, Noly añade que: "fue, en general, una gran competición. Teníamos un equipazo. Siempre que nos reunimos hablamos de ello, pero, sobre todo, hablamos de la semifinal contra el Sporting. ¡Qué dos partidos! En especial el de El Molinón. Era el mejor Sporting de la historia y los dos equipos hicimos un gran partido. Fíjate que cuando terminó, la gente no se iba, aplaudiendo a los dos equipos. Quini, que en paz descanse, vino aún sin cambiarse a felicitarnos al vestuario. El año pasado Pepe Juan, Félix y yo estuvimos con Quini cuando vino el Sporting y recordábamos esa eliminatoria".

Félix

Centrocampista

"Fue un partido muy emocionante, pero el penalti lo fastidió"

"Todo lo que rodeó al partido fue muy emocionante. Incluso el propio encuentro en sí, pero el penalti, que no fue, lo fastidió todo", comienza señalando Félix Marrero, el incombustible excentrocampista de la UD Las Palmas.

"Llegar a esa final ha sido el mayor logro en la historia del club y lo emocionante fue que el partido estuvo rodeado de muchas cosas que nos pasaron y que fueron muy bonitas y emocionaron a todos, porque tuvimos muchísimo apoyo de los aficionados. Veníamos de jugar en Salamanca y Muñoz nos concentró en Navacerrada, para alejarnos del bullicio de la gente. La noche antes del partido estábamos cenando y se abrieron las puertas y entraron Los Gofiones cantando y tocando música canaria. Imagina, los pelos de punta en todos".

A continuación, Félix indica que "en cuanto al partido en sí, llegábamos con muchísima ilusión, sobre todo después de la gran trayectoria que habíamos realizado eliminando a Cádiz, Atlético y, principalmente, al Sporting, que era todo un señor equipo entonces y con dos partidazos. Pero al poco de empezar el partido llegó la jugada que marcó el resto del mismo y que lo condicionó todo. Nos pitan, el linier fue quien lo señaló, un penalti que no era y lo condicionó todo. Roque estaba más cerca del balón, y el delantero, Esteban, se le echa encima. Además la jugada era fuera del área. Pero son cosas que no están en tu mano y eso fue determinante. Nos ganaron a balón parado, pero que nos quiten lo bailao, como se dice".

Carnevali

Portero

"En pocos minutos se fue todo al carajo, con el penalti que no fue"

"En pocos minutos se fue todo al carajo. El penal nos condicionó bastante", señala el exarquero internacional argentino Daniel Carnevali acerca de la final de la Copa del Rey de 1978.

"Fuimos con mucha ilusión", prosigue, "porque era el partido más importante para muchos de nosotros, pero llegamos mermados, porque por ejemplo Felipe y Morete estaban muy tocados. Luchamos y competimos lo que pudimos, pero el dichoso penalti, que no fue, nos condicionó el resto del partido. Todos vimos la acción fuera del área y hoy día lo sigo pensando, pero era más fácil dar penal. Y luego nos hicieron el segundo en el córner, en una jugada que sabíamos cómo la hacían y que habíamos ensayado. Reaccionamos con el gol de Miguel, pero pronto llegó la falta de Rexach y ahí acabó todo".

"La verdad es que lo bonito es que todo eso queda para nuestro recuerdo, porque fue importante para nosotros y para mucha gente que se desplazó. Recordamos también bastante la semifinal con el Sporting. Son nuestras vivencias", finaliza el exarquero argentino.

Gerardo

Defensa

"El penalti, que no fue, nos mató, ante un gran equipo"

"¡Qué recuerdos se vienen a la memoria de ese momento histórico. Fue un día inolvidable, por supuesto", señala en primer lugar el exdefensa internacional amarillo Gerardo Miranda.

"Todo lo ocurrido en esos días, desde que jugamos en Salamanca, no se puede olvidar. ¡Con todo lo que costaba viajar en aquella época, allí estaba media Isla! Ésa fue la mejor sensación que me llevé, el apoyo incondicional de los aficionados, culminado con la visita que nos hicieron a Navacerrada los del grupo Los Gofiones", añade Gerardo.

Y sobre la final copera, indica: "En cuanto al partido en sí, ellos tenían más bagaje y más experiencia que nosotros, y eso se notó, porque manejaron mejor el partido. Aunque también es cierto que nosotros teníamos un gran equipo. Todo gira en torno al penalti, que no fue. Está por ver si fue o no penalti, porque todos vimos que la acción se producía fuera del área. Eso nos mató".

"Me quedo con que fue histórico para nosotros, con que dimos la cara y se lo pusimos difícil a todo un Barcelona en la final, y con que para llegar hasta ella realizamos muy buenos partidos en el resto de la competición", finaliza el exdefensor amarillo.

Pepe Juan

Centrocampista

"El penalti, que lo pitó el linier, marca el resto del partido"

Pepe Juan Suárez vivió la final desde el banquillo, junto a Miguel Muñoz, Juan Antonio Pérez y Federico Páez, porque el ya fallecido José Ángel Rivero sí tuvo oportunidad de entrar al terreno de juego, haciéndolo por Félix Marrero en el minuto 63.

"Nosotros teníamos un equipazo. Ten en cuenta que sin vestir se quedaron jugadores como Martín Marrero, Paco Castellano y Germán Dévora. Para mí, aunque no jugué pese a la gran ilusión que tenía, como todos, la suerte fue estar entre los 15 convocados por Muñoz", señala el excentrocampista amarillo.

"Fue impresionante el número de aficionados que se desplazaron para esta ocasión y el apoyo que recibimos. Habíamos jugado en Salamanca unos días antes y Muñoz nos concentró luego en Navacerrada, donde recibimos la visita de Los Gofiones. Todo eso, aún hoy día, te emociona y pone los pelos de punta, así que imagina en aquel momento", señalaba seguidamente el isletero.

"En cuanto al encuentro, lo primero que hay que decir es que el penalti marca el resto del partido. Está claro que no fue penalti. La acción es fuera del área, y Roque va al balón, pero Sánchez Arminio le dijo a Franco Martínez que si lo había tocado y que era penalti, y el árbitro que no vio nada en la jugada, acabó señalando un penalti que no era. Creo que al Barcelona, que era superior, no le hacía falta eso. Luego, a balón parado, nos mataron, a pesar de que habíamos ensayado durante la semana sus jugadas de estrategia. Recortamos distancias con el gol de Miguelito [Brindisi], pero poco más pudimos hacer el resto del partido. Ellos sacaron provecho de todo, incluyendo su mayor experiencia", concluyó Pepe Juan Suárez.

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