24 puntos y 31 goles de diferencia. Del criterio verdiblanco a la improvisación como bandera en la UD más cara de la historia. Y la más disparatada. El Real Betis de Quique Setién mira a Europa de forma insultante tras encadenar cinco victorias consecutivas en el tramo clave de la temporada de la máxima categoría. En el kilómetro 33 -restan solo cinco jornadas-, las comparaciones resultan hirientes. La industria de Setién ante un navío con la bandera de Emenike como libro de estilo, y que quedó escenificado en el reportaje televisivo de beIN -que tomó buena nota del cierre de mercado de la 'casa amarilla', para cerrar las incorporaciones de Peter Ebeto y Emenike, que vino lesionado y fue definido por Paco Jémez como un movimiento con la impronta de "gran cagada"-. El Betis tira de cantera, Morón y Júnior, ante una UD que no termina de dar con una fórmula de juego.

El bloque bético busca la historia y esta noche se cita con una UD cadavérica -desde las 20.30 horas, en el Benito Villamarín-, que no gana desde el pasado 5 de febrero ante el Málaga en el recinto de Siete Palmas. Cuatro entrenadores -Márquez, Pako Ayestarán, Paquito Ortiz y Paco Jémez- y la espera eterna por De Zerbi. Los papeles de Almirón y el fichaje de Emenike. El 18 de marzo de 2017, Setién (78 partidos de amarillo, 26 victorias) anunciaba su salida de la entidad amarilla tras dos temporadas en el banquillo. Logró el objetivo, dos salvaciones e incluso el liderato en el inicio de la 2016-17 tras golear a Valencia y Granada -dirigido por Jémez-. El quinto entrenador en la historia de la UD con más partidos en Primera (68) -superado por Sinibaldi, Molowny, Grech y Muñoz- se marchó enfrentado con los mandos del club, tras reclamar un grado de operatividad más profesional en áreas de contratación, infraestructuras y disciplina. Setién quería ser Setién. El mismo que lleva al Betis a Europa. En la UD, no pudo.

La batalla del poder la ganó la estructura. La comisión deportiva pudo con la partitura Setién. Y el bloque de Jémez mira a Segunda tras un año de gestión infame. Cinco victorias y 21 puntos. Penúltimos y directos al abismo. A once del Levante UD, el triunfo granota esta noche ante el Málaga, sumado a una derrota de Las Palmas, dejaría a 14 la salvación amarilla. Cuando restarían cinco partidos, la certificación matemática ya esperaría únicamente de un punto. Bajo esta drama infernal, el Real Betis, con la mano de Setién, contabiliza 37 partidos, con 17 victorias, cuatro empates y 16 derrotas -en todas las competiciones-. 64 goles a favor y 68 en contra. No hay debates en torno al poder, ni guerras con la dirección deportiva.