A unas horas del inicio del dramático duelo ante el Deportivo Alavés -desde las 17.30 horas en el recinto de Siete Palmas-, el estadio de Gran Canaria y la calle Fondos de Segura sirven de plataforma crítica para los fieles de la UD ante la caótica situación del primer equipo profesional, que hoy puede ser equipo de Segunda División de forma matemática, si no logra el triunfo ante el cuadro vitoriano. Una decena de carteles, críticos con la gestión de Miguel Ángel Ramírez y de la comisión deportiva, se podían apreciar esta mañana en las farolas de Fondos de Segura.

Con el lema 'Culpables, fuera de nuestra Unión Deportiva Las Palmas', aparecen fotos del presidente de la entidad, Miguel Ángel Ramírez, del vicepresidente, Nicolás Ortega, del director general de Gestión, Patricio Viñayo, director deportivo, Toni Cruz, y del secretario técnico, Luis Helguera. Una fotografía de Larry Álvarez, director de comunicación, completa la secuencia de los señalados por la protesta.

Para el duelo de esta tarde, las peñas de la UD, y que provoca el sexto descenso a Segunda en toda la historia de la entidad. Cinco victorias tras 33 jornadas, un baile de entrenadores -de Márquez a Paco Jémez- y una lista infinita de fichajes -el de Emenike fue etiquetado de "gran cagada" por Jémez- pintan un escenario macabro. El cuadro amarillo está a 14 puntos del Levante cuando restan 15 para el final de Liga.

Un tropiezo de la UD ante el Alavés sería el billete a Segunda. En caso de victoria, había que esperar la derrota de los granotas ante el Athletic Club de Bilbao para aplazar, a la próxima jornada, la caída de la guillotina.