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Especial descenso / Radiografía de un descalabro

El gran fracaso estructural

El presidente Miguel Ángel Ramírez, que llevó a la UD de Segunda B a Primera, queda señalado como el responsable de la deficiente planificación deportiva Z Toni Cruz, director deportivo, fichó a Pako y Emenike

Miguel Ángel Ramírez Alonso, en el salón de reuniones de la sede, ante los retratos de los presidentes de la UD. Q. CURBELO

La huella del silencio. Drama, dolor, indignación y el valor del escudo. La UD vuelve a Segunda de la manera menos decorosa. En silencio, con siete mil almas en el partenón de Siete Palmas reclamando la cabeza de los gestores, y con una fractura kilométrica entre afición y entidad.

El único activo patrimonial que viste a Las Palmas de Armani es su afición. Conviene no olvidarlo. La misma que abrió la puerta de la esperanza tras el esperpento del 22-J ante el Córdoba. Un ridículo mundial. Tiraron del proyecto y se vistieron de corto en el verano de 2014, para meter el primer gol en el peregrinaje de Paco Herrera al cielo.

El ejército de fieles exige cambios inmediatos, igual que reclamaron el final del esperpento ciclo de Pako 'Kalamidad' Ayestarán, el pasado 29 de noviembre. La revolución en los despachos se presenta necesaria tras un descalabro histórico. Es el 22-J de los despachos.

La UD de más glamour, 75 millones de euros de presupuesto, tiene en su casillero 21 puntos. Restan cuatro jornadas y tiene pinta de ser el peor papel del cuadro amarillo en la máxima categoría de toda la historia. Algo falla, la estructura ha saltado por los aires. Queda marcada por la improvisación constante -de Márquez a Pako, de Paquito a Jémez y todo este circo de comandantes tras fracasar las operaciones De Zerbi y Jorge Almirón-. Tiene traca el asunto. Exige un análisis. Viaje en primera clase al despropósito.

"Todo ha salido mal", insistía ayer Paco Jémez, tras sucumbir (0-4) ante el Deportivo Alavés. La era del camuflaje encadena doce jornadas sin un triunfo. El último, se remonta a inicios de febrero. Hace 77 noches. ¿Qué grado de responsabilidad reside en los gestores?

La dirección deportiva, liderada por Toni Cruz, y la secretaría técnica, capitaneada por Luis Helguera, ha dado capítulos de gloria -contrataciones galácticos de Bigas a Lemos- pero en los últimos doce meses, la brújula se ha quedado sin batería. Son los responsables directos.

Completan la comisión deportiva, el presidente Miguel Ángel Ramírez, el director general de gestión, Patricio Viñayo, y el director de formación y captación, Manuel Rodríguez Tonono. Sus votos activan y desactivan operaciones. Cuatro entrenadores y 17 fichajes. Desde julio, de Vitolo a Emenike, la UD ha sido un torrente de pistoleros. Altas y bajas sin un criterio definido.

Altas invernales como las de Jairo, Gil o Ezekiel han generado multitud de dudas. Nada de nada. Las prisas han terminado por dinamitar la credibilidad de una estructura que sí acertó con Prince Boateng, Marko Livaja o Willian José.

La cuota de poder de Jémez ha sido importante, más inclusive que la que poseía Setién. ¿Por qué? Márquez tuvo un rol testimonial y su fichaje, desde julio, ya generó alarmas en el organigrama. Duró seis jornadas. Pero ganó dos partidos, los mismos que Jémez en sus 17 jornadas de competición liguera.

Getafe, Girona, Leganés...

Getafe, Girona, Leganés...

Los despachos, la condena de la UD. De Pako a Emenike. El sexto descenso de la UD a Segunda División en toda su historia llega en el mejor momento económico. 75 millones de euros de presupuesto -el mayor de los 68 años de vida- y 12 'kilos' de beneficio ilustran un ejercicio contable impecable.

Las ventas de Roque Mesa Quevedo -deja 12,5 millones en las arcas- y Jonathan Viera -18 kilos-, dos de los grandes valores de la factoría, confirman el atractivo de un proyecto que encadenaba su tercera campaña en la Primera, el Olimpo del balón. El 1 de marzo de 2017, el (3-3) ante el Madrid en el Bernabeú, ponía a la UD en el epicentro de la prensa mundial. El 'tiki, taca' amarillo hacía historia. Someter al campeón de Europa fue la mejor carta de presentación de un estilo, de una filosofía...Líderes el 28 de agosto de 2016 en la mejor liga del planeta, brindar activos internacionales a la Roja como Jonathan Viera -octubre de 2017- puso el broche de oro. El modelo de la UD era el orgullo de la Isla y objeto de culto para el Viejo Continente. Había nacido el otro Leicester.

Pero tras la no continuidad de Setién, se instaló el caos. De Zerbi -que se quedó por el camino-, Márquez, Pako Ayestarán, Paquito y Paco Jémez no han dado con la tecla. Han sido devorados por el escudo. Este desastre conforma el primer gran fracaso de Miguel Ángel Ramírez en la presidencia de la entidad amarilla tras más de una década.

Ramírez lo ha reconocido en diversas comparecencias su grado de responsabilidad. En sus manos, está la solución. "Soy el máximo responsable". Del resto de la estructura deportiva, el silencio.

La tabla no miente. Girona, Getafe, Leganés, Eibar o Alavés han logrado de forma holgada la permanencia. En este grupo de modestos, podemos incluir al Levante UD, que acaricia el objetivo. La gestión es sinónimo de rigor. La política 'low cost' -no pagar traspaso por jugadores- está en entredicho. Tras vender a Viera o Roque, y nadar en la abundancia, llega la hora de la reflexión. ¿Quién tomará las decisiones en el área de las contrataciones? ¿Los mismo que ficharon a Emenike? Ramírez tiene el futuro en sus manos. La grada habló alto y claro.

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