¿Se va para no volver?
Por ahora no sé nada. Si pudiera regresar estaría muy contento, pero ahora no decido yo. Me voy a Brasil de vacaciones y ojalá me llegue alguna noticia buena desde Las Palmas.
¿Le sorprende que el club no le haya mostrado si tiene la intención de renovarle o no?
Más o menos a mitad de temporada ellos hablaron conmigo, con mi representante, pero no llegamos a un acuerdo y nos emplazaron a final de curso. Me voy triste por haber descendido y por no haber conseguido el objetivo. Si pudiera quedarme aquí para ayudar al equipo a subir a Primera otra vez sería genial.
En esa reunión a mitad de curso, ¿es usted el que no acepta la oferta o es el club el que no atiende a lo que usted pide?
El club planteó una oferta y mi representante me dijo que era mejor esperar hasta final de campaña, porque aunque era buena, no era la que nosotros esperábamos. Nos dijeron que a lo mejor a final de curso se ponían en contacto otra vez y ahora estoy a la espera. Estaré en Brasil en torno a un mes o mes y medio y espero que lleguen buenas noticias.
¿Estaría dispuesto a quedarse cobrando como mucho la mitad de lo que ganaba cuando el equipo estaba en Primera?
Sí, dependiendo de los años de contrato. Yo en la Isla estoy muy a gusto. Mi madre también lo está. Cuando estás bien en un sitio y puedes trabajar tranquilo, eso vale más que el dinero. Pero bueno, yo tengo una familia en Brasil y allí nos sentaremos a hablar sobre el tema. Pienso que si llega alguna oferta de Las Palmas nosotros la vamos a valorar muy bien.
Usted quiere un mínimo de tres años, ¿no es así?
Sí, un mínimo de tres años porque ahora mismo tengo 28 y ese tiempo me daría más seguridad.
¿No ha llamado al presidente Ramírez para preguntarle por su situación?
No. Creo que es el club el que tiene que llamar al jugador. Si me llama Las Palmas voy a estar muy contento.
¿Qué se lleva Míchel Macedo en esas maletas?
Me llevo dentro del corazón todos lo momentos buenos que pasé aquí, con los canarios, con la afición y con el equipo. Ojalá este momento se pueda extender un poco más. La vida aquí en Gran Canaria es un espectáculo.
¿Cómo es posible que el equipo haya alcanzado la gloria y se haya hundido de manera estrepitosa en tan poco tiempo?
Yo no tengo explicación a lo que pasó esta temporada. Ha sido muy complicada y difícil. Pienso que si un equipo cambia de entrenador tres o cuatro veces es porque algo no está bien y al final sucede lo que pasó con nosotros, que descendimos. La gente que tiene el mando debe pensar en lo que ha pasado este año, con tanto sufrimiento no sólo de los jugadores, sino de toda la Isla y la afición. El planteamiento para la próxima temporada debe ser muchísimo mejor.
De todos los que hubo, ¿cuál fue el peor momento?
El peor momento para mí fue el partido contra el Levante en Valencia, que era el que teníamos que ganar si queríamos seguir teniendo opciones para salvarnos. Para mí, ese es el peor recuerdo, porque además no pude ayudar al equipo porque estaba en la grada. Eso me tocó muchísimo.
¿ Le sorprendió quedarse fuera de la lista en ese partido tan trascendental?
El míster hacía bastantes cambios y rotaciones. Bueno, no sé. Él tenía su manera de trabajar y me tocó quedarme en la grada.
¿El grupo dejó de creer en Paco Jémez?
Yo personalmente no dejé de creer en ningún momento, pero había algunas cosas, como esa de hacer tantos cambios, que mucha gente dentro del vestuario no entendía. Pero bueno, yo creo que el míster sabía lo que estaba haciendo, porque muchas veces jugamos muy bien pero no conseguimos la victoria. Había otras veces que éramos un desastre. Íbamos del cielo al infierno en una semana. Hizo lo que creía que era bueno pero al final no dio en la tecla con nosotros.
¿Llegó con sobrepeso a la pretemporada en julio?
Mucha gente lo dice, pero la verdad es que llegué con el mismo peso que el año anterior. Al principio del curso tuve molestias por la lesión que traía de antes. Notaba que podía romperme otra vez y no me sentía a gusto. Empecé en el banquillo los dos primeros partidos y a partir de ahí comencé a jugar y a encontrarme un poco mejor, pero no bien del todo.
Se lesiona en Getafe, luego se va a Brasil por las vacaciones de Navidad y el club comunica que se ha roto cuando usted ya ha vuelto a la Isla. ¿Cómo fue eso?
Me lesioné en el partido frente al Getafe y a los tres o cuatro días, ya en Brasil, me hice las pruebas. Comuniqué al club que me iba a mi país y que ahí me haría las pruebas y luego las enviaría a Las Palmas y así lo hice. Fui al Flamengo, hablé con sus médicos y me hicieron las pruebas. Era la misma lesión que el año pasado, pero en la otra pierna. Les pregunté si era normal y me dijeron que a lo mejor era que estábamos haciendo un trabajo excesivo. El caso es que al final me quedé tres meses fuera y cuando volví no estaba bien del todo. Sentía molestias y también un poco de miedo, porque no quería romperme otra vez. Es normal en un futbolista.
¿Prefiere jugar en Brasil o seguir en España?
De momento no pienso en volver a Brasil. Quiero quedarme en Europa. Principalmente quiero quedarme en Las Palmas, pero si no tengo la oportunidad quiero quedarme por España o Europa. Ya tendré tiempo de volver a Brasil. Es mi casa y hay algunos clubes donde yo jugué en sus categorías inferiores que me querrían. Ojalá pueda volver cuando tenga mi vida resulta aquí fuera.
Usted ha podido negociar con otro club desde enero. ¿En serio no ha recibido ninguna oferta todavía?
No, le juro que por ahora no he tenido ninguna oferta. Hablé con mi representante y me dijo que había rumores y tal, pero ninguna oferta en concreto.
Uno de esos rumores le situaban en el Betis de Setién...
Sería importante, porque es un club grande que va a jugar la Europa League. Pero bueno, yo ahora me voy de vacaciones y no quiero pensar en eso. Voy a pensar primero en que ojalá llegue una noticia buena de Las Palmas, y si no, ya pensaré en otras posibilidades.
