El padre coraje de la UD Las Palmas. El corazón de Pascual Rodríguez, padre del delantero amarillo Jesé Rodríguez Ruiz, es eterno. Lleva treinta años sembrando ejemplo y una dedicación encomiable en la Pastoral Penitenciaria. "Uno está llamado a este servicio, estoy en la Parroquia San José dentro de este camino que te brinda la Iglesia. Pidieron voluntarios y aquí sigo treinta años después. La Pastoral cuenta con cinco pisos y otro que se está construyendo en San Cristóbal, hay una finca donde pueden trabajar y vendemos la fruta en el mercadillo. Hasta que el preso se rehabilite y haga su vida. Merecen una segunda oportunidad".

Sigue relatando con emoción: "La Pastoral Penitenciaria se ha notado en la época de crisis; en la época de la pandemia jugó un papel capital al entregar ropa. El preso se siente reconfortado, no lo acoge nadie, ni su familia y además, están los reclusos inmigrantes que también precisan de ayuda. En la Pastoral atendemos a presos de todos los países, les damos la tarjeta para el teléfono. Llevo treinta años en esto, mi condena se acaba dentro de poco; ya cumplí, dentro de poco me voy", valoró en tono jocoso ayer a la Onda Libre Radio-UD Radio, en un estudio radiofónico en el Centro Penitenciario de Salto del Negro.

El delantero de la UD Jesé Rodríguez festeja un tanto en Barranco Seco. LA PROVINCIA / DLP

El padre de Jesé es un fiel aficionado de la UD. "Al estadio de Gran Canaria voy, recuerdo que pasé mucho frío con Jesé en el Barranco de La Ballena y ese sacrificio luego vio sus frutos. La lesión fue una experiencia dura en Champions ante el Schalke 04. Estaba llamado a jugar en la selección, se pasa muy mal, la operación se complicó porque apareció una bacteria (...) Luego en el PSG mantuvimos allí unas 'luchillas".

Jesé Rodríguez festeja su tanto en el Gran Canaria ante el Málaga, tras recibir una asistencia de Benito Ramírez. LA PROVINCIA / DLP

Este padre coraje del Salto del Negro se desnuda ante los micrófonos como una persona "muy tranquila". "Me gusta estar en la sombra, Jesé siempre tuvo un gran representante como Ginés Carvajal. Luego llegaron las cesiones y le pidieron en el PSG que se quedase. Luego jugó muy poco, de todo se aprende. En Francia se aprendió mucho".

Sobre la final del Oviedo y de las opciones de éxito de Jesé, avanza que el '10' de la UD logrará un tanto ante la formación ovetense. "Lo veo muy bien, quieren subir. No sé lo que pasará sobre su futuro. Un jugador de su categoría y tras toda su trayectoria, está disfrutando. El sábado marca, estoy seguro. Que la UD esté en Primera es muy interesante".

La familia de Jesé en 2012, cuando el ahora jugador de la UD Las Palmas disputaba el Campeonato de Europa Juvenil. LA PROVINCIA

La fe de Jesé Rodríguez: "No pone velas"

Pascual, este currante de la Pastoral Penitenciaria, resalta la frustración de Jesé cuando no llegan las victorias. "No se concentra ni pone velas, a nivel de creyente y de fe, lo es en su justa medida. La vida de un jugador es muy sacrificada y cuando pierde no duerme esa noche". Además, dejó unas palabras sobre Benzema, el considerado como gran candidato al Balón de Oro. "Me alegro mucho por Benzema, estuvo con Jesé. Y como persona, es una gran persona; está todo el día de cachondeo. Tuvo su lado oscuro, pero logró salir adelante".

Este devoto de la generosidad asume que mañana en Siete Palmas pasará "nervios". "Es un partido muy importante, espero que a Jesé le salgan las cosas. Pienso que va a a marcar, estoy confiado de que marcará, espero que le salgan bien". Pascual pone sobre la mesa un gesto de Jesé que calibra su bondad. "Es tremendamente generoso, a mí me compró un piso. Cuando hizo un contrato con el Castilla me compró un piso, tiene un buen corazón".

Con un corazón gigante, resalta la labor de Covadonga en esta cruzada solidaria por los internos del Salto del Negro y de la cárcel de Juan Grande. "Que bien se siente uno cuando ve a un preso reinsertado (...) Tienes que venir a escuchar; nunca le pregunta a un preso qué hiciste. Son ellos los que se abren, te van conociendo. Es como si estuviese en un confesionario".

Media vida entregada a la generosidad

En treinta años, Pascual Rodríguez ha percibido en primera persona la evolución de los centros penitenciarios de la Isla. "La cárcel cambia, evoluciona (...) Siempre se está renovando, es una renovación continua, los funcionarios hacen una gran labor. Ahora hay más necesidad, de ropa sobre todo. Con los inmigrantes es una pasada, precisan de muchísima ayuda y se la tratamos de ofrecer desde nuestra capacidad (...) Nunca he tenido problemas con un funcionario". Describe su estreno en Salto del Negro. "Me dije a mí mismo: 'pero en qué lío me voy a meter'. Me gusta ayudar a los presos, hay que darle una oportunidad al otro. Luego percibes la generosidad [de los reclusos]. Hay gente que lucha y hay gente agradecida". Descarta retirarse y dejar lo que le apasiona. "Hago un servicio de índole social que me gusta".

Los pisos de la Pastoral Penitenciaria es el primer salvavidas del interno que pisa la calle. Igual que en la película Cadena perpetua, se sienten 'institucionalizados' y les cuesta salir. Pero para eso está Pascual, el padre de Jey-M y un enviado del cielo. El gigante del corazón eterno suspira por el ascenso. "Esta labor te exige una preparación, ser cristiano ayuda. Pero no duermo cuando Jesé juega mal, él tampoco. La vida de un jugador es tremendamente sacrificada". Los focos son para el '10', el cielo para Pascual, que en treinta años contabiliza un millón de goles por aquellas almas descarriadas.