Miguel Ángel Ramírez Alonso, presidente de la UD Las Palmas, receta cautela y modestia en la previa ante el Real Oviedo en la bautizada como final del siglo por la promoción de ascenso. "No hemos subido, tenemos que ganar el partido ante el Oviedo. Y luego nos queda otra reválida ante el Sporting de Gijón de enorme riesgo. Veremos si nos da, estamos tocando la puerta, no podemos dar por hecho lo no hemos conseguido. La euforia es mala compañera de viaje. Tenemos que ganar mañana un partido muy importante; si se logra, hay muchas opciones que se podrán confirmar en este camino hacia la meta", valoró esta mañana en el programa El Espejo Canario.

Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD Las Palmas, en el túnel de vestuarios del recinto de Siete Palmas. LA PROVINCIA / DLP

Considera fundamental la preparación mental para responder ante 32.400 almas que llenarán el recinto de Siete Palmas. "Por eso hemos invertido en un personal que sabe manejar estas situaciones. En el plantel hay jugadores con ascensos, que han jugado en Primera División. Existe un mix entre veteranos y gente joven, el paso al frente de la afición se ha logrado. El estadio se ha llenado de forma increíble y conforma el mayor aliciente para estar sobradamente motivados. Pero un exceso de motivación puede jugar en tu contra y no ayuda. El míster los está preparando adecuadamente, el toque positivo del míster [Xavi García Pimienta] resulta crucial. Se avecina un partido largo; tendremos que hacer nuestro juego, debemos tener paciencia. Para obtener el triunfo, debemos competir desde la pausa y la inteligencia".

El plantel de la UD, el pasado domingo, festeja la victoria ante el Alcorcón. Sergio Reyes Robledo

Clona el mensaje de Luis Aragonés de 'ganar, ganar y ganar'. "Disponer de ese grado de optimismo y de fe resulta crucial". Explica y aclara que el éxito del trabajo mental responde a Richi, que es un coach y no un psicólogo. "Apostamos por gente preparada, invertimos en este material humano. Creemos en personas preparadas que te preparen (...) No son psicólogos, no funcionan desde la psicología. Es un sistema que nos ha ido bien, ya con el ascenso teníamos a ese profesional [en la 2015 en el vuelo a Primera con Paco Herrera]. Esa ayuda mental llegó a las cuatro o cinco jornadas de aterrizar Pimienta en el banquillo. Y todo va muy bien; el éxito radica en el compromiso de los jugadores, en la ayuda extra de un coach y en la labor del entrenador. Todo lo que genera esta labor en equipo es que se construya un equipo más competitivo". No hay margen para la distracción. "Si estás centrado, logras focalizar el objetivo".

Radiografía de un lleno pasional

El presidente Ramírez matiza que es "la primera vez en la historia que la UD llena el estadio y cobrando". "Antes hubo varios llenos en el Insular, pero ahora son más de 33.000 y la respuesta es increíble. La afición no se ha ido, quieren y aman a este icono que es Las Palmas. Pero la UD, como equipo, es la que debe ofrecer cosas para que te vuelques. Han vuelto a enganchar a los aficionados, esperemos que el equipo esté a la altura. Debemos ser canalizadores de un sentimiento; es un referente en lo deportivo y social. Esta institución lleva muchos años de historia, es el icono de nuestra tierra. Y en estos momentos difíciles [en alusión a la pandemia, la guerra de Ucrania o la crisis económica]. Todos quieren volver y son conscientes de que hay una realidad palpable. Si se da este último empujón lograríamos la opción de entrar en el playof; se multiplican las opciones de alcanzar el éxito. Este estallido de júbilo está vinculado con la situación que hemos vivido. Y con las posibilidades reales del equipo".

El presidente Ramírez, junto a Pimienta, el día de la firma del entrenador catalán con la UD, el pasado febrero. LA PROVINCIA / DLP

En defensa de García Pimienta

Una apuesta de riesgo y un éxito a fuego lento. Ramírez recuerda las críticas recibidas al inicio del ciclo Pimienta. "El comienzo no fue satisfactorio, hubo que tener paciencia. Comenzaron las presiones para que llegase un cambio. Se daban [las presiones] porque decían que nos habíamos equivocado. Toda su trayectoria estaba vinculada al Barça, decían que no tenían la experiencia precisa para liderar un equipo como la UD. Entendimos que era el entrenador tras analizar multitud de parámetros; les hemos dejado trabajar y le hemos apoyado en los momentos difíciles. Con su trabajo ha logrado todo lo que esperábamos. Llevo más de 16 años en este bendito club y ya cuenta con el segundo mejor expediente en Segunda con esta racha de nueve partidos invicto [solo superado por los once de Paco Herrera].