El director de cine estadounidense Woody Allen negado categóricamente las acusaciones formuladas por su hija adoptiva, Dylan Farrow, de que abusó sexualmente de ella en 1992, cuando contaba con siete años de edad y ha acusado a la madre de la joven, la también actriz Mia Farrow, de predisponerla en su contra.

"Por supuesto que no abusé de Dylan. La quería y espero que un día se de cuenta de cómo ha sido engañada para mantenerse alejada de un padre que la quería, y explotada por una madre más interesada en alimentar su propia rabia que en el bienestar de su hija", hizo saber Allen en un comunicado recogido por el medio cinematográfico especializado 'Variety'.

Allen remite a las conclusiones alcanzadas por el Centro de Abuso Sexual Infantil del Hospital Yale-New Haven, en las que no solo se descartó que la joven hubiera sido objeto de abusos, sino que se planteó la posibilidad de que hubiera sido manipulada por su madre.

El director insistió no obstante en que su injusta acusación no debe impedir a otras víctimas de abusos que se pronuncien sobre la terrible experiencia que han atravesado. "No quiero desanimar a otras víctimas para que hablen, pero a veces hay gente que es injustamente acusada y eso es algo terrible", apuntó el responsable de 'Annie Hall' y 'Manhattan'.

Allen cierra su declaración aseverando que esta será la última vez que se pronuncie sobre esta cuestión y reitera que no permitirá que nadie más responda por él. "Ya se ha hecho daño a bastante gente", zanjó el director.