Jorge Fernández, veterano presentador de La ruleta de la suerte, tuvo un susto grave hace cinco años: el exmíster España perdió entre 12 y 13 kilos por una subida de mercurio provocada por el atún y la picadura de una garrapata que derivó en la enfermedad de Lyme.

Ahora, ya superados sus graves problemas de salud y en una entrevista con la revista Men's Health, en la que habla sobre sus peores momentos y cómo ahora ha recuperado las buenas sensaciones.

Jorge Fernández, veterano presentador de La ruleta de la suerte, tuvo un susto grave hace cinco años: el exmíster España perdió entre 12 y 13 kilos por una subida de mercurio provocada por el atún y la picadura de una garrapata que derivó en la enfermedad de Lyme.

Ahora, ya superados sus graves problemas de salud y en una entrevista con la revista Men's Health, en la que habla sobre sus peores momentos y cómo ahora ha recuperado las buenas sensaciones.

"Cada día me encontraba peor y no daban con el diagnóstico, no podía levantar ni un vaso. Me dolía todo. Mi cuerpo rechazaba hasta el agua. No podía verme en el espejo. Sentía un rechazo hacia mí mismo brutal", recuerda.

"Es cierto que he perdido 8 o 9 kg en este último año debido a un problema digestivo que me está costando mucho solucionar. Estoy en las mejores manos posibles y espero que en breve, pueda asimilar la cantidad de nutrientes necesarios para volver a mi peso real", añade.

El presentador vasco recuerda cómo muchos le paraban para decirle "qué flaco estás, ¿no? ¡Come algo! ¡Al final del día creedme que llega a hartar! Y claro, tampoco es cuestión de ir uno por uno explicando que llevo más de un año con trastornos intestinales y que por mucho que coma, la comida se fermenta en el estómago y no va donde tiene que ir...", prosigue.

Jorge Fernández, veterano presentador de La ruleta de la suerte, tuvo un susto grave hace cinco años: el exmíster España perdió entre 12 y 13 kilos por una subida de mercurio provocada por el atún y la picadura de una garrapata que derivó en la enfermedad de Lyme.

Ahora, ya superados sus graves problemas de salud y en una entrevista con la revista Men's Health, en la que habla sobre sus peores momentos y cómo ahora ha recuperado las buenas sensaciones.

"Cada día me encontraba peor y no daban con el diagnóstico, no podía levantar ni un vaso. Me dolía todo. Mi cuerpo rechazaba hasta el agua. No podía verme en el espejo. Sentía un rechazo hacia mí mismo brutal", recuerda.

"Es cierto que he perdido 8 o 9 kg en este último año debido a un problema digestivo que me está costando mucho solucionar. Estoy en las mejores manos posibles y espero que en breve, pueda asimilar la cantidad de nutrientes necesarios para volver a mi peso real", añade.

El presentador vasco recuerda cómo muchos le paraban para decirle "qué flaco estás, ¿no? ¡Come algo! ¡Al final del día creedme que llega a hartar! Y claro, tampoco es cuestión de ir uno por uno explicando que llevo más de un año con trastornos intestinales y que por mucho que coma, la comida se fermenta en el estómago y no va donde tiene que ir...", prosigue.

"Ahora no me preocupa tanto mi físico, me preocupa curarme y volver a asimilar nutrientes. Eso pasa por utilizar herramientas como el ayuno intermitente, que en mi caso concreto, ha hecho que pierda peso, pero que a su vez mejore mi microbiota. Y en ello estamos...", dice.

"He estado tan jodido durante cinco años, con tanta incertidumbre, con tanto sufrimiento, que hay pocas cosas capaces de desequilibrarme de verdad. Ahora mismo, para mí todo es regalo, regalo, regalo…", dice Jorge Fernández.

"Pocas cosas pueden quitarme el sueño. Mi hijo va a empezar la universidad, me voy a ir de vacaciones en breve, dejando un montón de programas grabados y, además, tenemos días con un 21% de audiencia, mis padres están bien, mi novia también… A ver, la vida no es un cuento de hadas, y hay pequeñas cosas, tengo problemas, como le pasa a todo el mundo. Pero ahora ya he aprendido a ver que la mayoría son chorradas, tonterías que no pueden, o que no deberían, desequilibrarme. Y esa es una lección importantísima: descubrir lo que de verdad importa", concluye.C. G