Kilian Jornet, seis veces campeón de la Copa del Mundo de carreras de montaña, afrontará entre agosto y septiembre un reto que, según confiesa a EFE, le "motiva" especialmente. Se trata de ascender el Everest sin oxígeno ni cuerdas fijas con el objetivo de establecer la marca de velocidad en la cumbre más alta del mundo siguiendo el estilo alpino y una filosofía purista.

El Everest es la última parada de 'Summits of My Life' (Cimas de mi vida), un proyecto personal con el que está intentando establecer los récords de ascenso y descenso de algunas de las montañas más emblemáticas del planeta.

El proyecto, según confiesa Kilian, va "ligado estrechamente a unos valores y a una manera de entender la montaña purista y minimalista". Algunas cumbres como el Mont Blanc, el Cervino, el Denali o el Aconcagua ya han sido coronadas con récords de velocidad.

Pregunta: En un mes, más o menos, tiene pensado escalar el Everest para establecer la marca de velocidad en la montaña más alta del mundo (8.848 metros). ¿En qué momento de preparación se encuentra?

Respuesta: Ahora mismo, después de tres semanas con mucho terreno de montaña y altura, quiero descansar una semana y ya ir para allí.

P: ¿Cómo ha sido pasar de centrarse los veranos en el trail a hacerlo en la alta montaña?

R: Más tranquilo, con menos viajes, pero ha sido intenso en entrenamientos. A pesar de esto he hecho dos carreras importantes y tres preparatorias.

P: Hace poco subió y bajó dos veces en el mismo día el Mont Blanc. ¿Qué sensaciones le dejó esa hazaña?

R: La verdad es que fue un buen entrenamiento físico de preparación.

P: ¿El Everest es hasta ahora su reto más importante?

R: No soy de dar mucha importancia a las cosas que hago o que quiero hacer, pero sin duda es un reto que me motiva.

P: ¿Ha cambiado algo Kilian desde que en 2012 inició su proyecto 'Summits of my life' hasta ahora?

R: Sin duda, he aprendido muchas cosas, técnicamente, físicamente, de conocimientos y experiencia en montaña. También he viajado y conocido gente de la que he aprendido mucho.

P: En 2013 no pudo coronar el Elbrus debido al mal tiempo ¿Le queda la espinita del Elbrus o está olvidado?

R: Quiero volver. La carrera y el ambiente son brutales, pero espina no, lo pasamos genial.

P: Ha estado presentando por todo el mundo el documental 'Langtang', una cinta sobre el viaje solidario realizado a Nepal tras los terremotos de abril de 2015. ¿Qué ha supuesto ese documental en su trayectoria vital?

R: Fue una experiencia dura, pero muy positiva en el sentido de conocer esta cultura, su forma de ver con optimismo la vida y el futuro en momentos difíciles. También vi las dificultades de las ONG y la corrupción.

R: ¿En qué punto se encuentra ese proyecto en cuanto a la recaudación de fondos (58.958,03 euros) para la reconstrucción de las casas?

P: Hemos conseguido recaudar los fondos para ayudar en la reconstrucción, lo que ha sido un proyecto muy difícil. Ahora están reconstruyendo las casas, transportando los materiales al valle y empezando a construir.

P: Escalar el Everest es un reto mayúsculo que no es fácil y en el que también hay factores externos que pueden influir.

R: Si no lo conseguimos no es un fracaso. Al contrario, es un aprendizaje. Sé que pase lo que pase volveremos del Everest habiendo aprendido algo. La montaña es la que manda y nosotros tenemos que ser humildes ante ella. Siempre estará allí, esperándonos, para una próxima ocasión.

P: ¿Tiene pensado qué hará después del Everest?

R: Comer, después de una expedición larga se pierde peso.