La colección del diseñador gallego Roberto Verino para el próximo otoño-invierno inauguró este mes de febrero la antes conocida pasarela Cibeles y ahora Mercedes Benz Fashion Week de Madrid, a semejanza de Nueva York o Berlín.

¿Qué hay de positivo y negativo en perder la etiqueta Cibeles y ganar la Mercedes Benz para la pasarela madrileña?

Creo que nunca se va a perder la etiqueta Cibeles, aunque haya cambiado el nombre. Tener la garantía de un espónsor como Mercedes que también está apoyando la pasarela de Nueva York, Miami y Berlín es darle un carácter internacional. Creo que el cambio de nombre nos va a dar solvencia, continuidad y la puesta en un calendario mundial. Estoy convencido de que va a ser positivo.

¿Se sigue sin identificar a España con moda en el extranjero?

Se ha avanzado. Hay muchas empresas que nos llevan años de ventaja en ese trabajo comercial de estar en el exterior. No por haber empezado a movernos hace unos años ya nos esperan con los brazos abiertos en los mercados. Hay que ganarse ese reconocimiento. Es un trabajo de fondo; no es un sprint, es un maratón. Hay que tener paciencia y perseverancia.

En Galicia, existe una gran atomización de empresas del textil. Algunos expertos proponen fusiones, ¿comparte la idea?

Me parece una realidad que está pidiendo a gritos el mercado. Sería una solución inteligente para abrirse a un mercado global con empresas más fuertes y más profesionales.

¿Estudia algún tipo de iniciativa al respecto?

No, pero sí estoy de acuerdo en ponerlo sobre la mesa para buscar alianzas y lograr objetivos que sean comunes. Uniendo fuerzas venceríamos obstáculos de la internacionalización.

¿Teme que la moda low cost afecte a su mercado?

Nos hemos adaptado muy bien, yo no le temo nada al low cost. Estamos haciendo prendas con una relación precio-calidad insuperable. Nosotros no nos conformamos, sabemos que tenemos un camino en el mercado. Tenemos una marca que es capaz de defenderse en los peores momentos.

¿Figura China entre sus proyectos para este año?

Nosotros estamos trabajando en la internacionalización. China es un mercado que nos interesa muchísimo, al igual que el americano.

Entonces, ¿tiene previsto abrir tiendas en el gigante asiático?

En ello estamos, no puedo decir nada más porque es un trabajo paciente, que tiene que responder a determinados parámetros cualitativos y cuantitativos. Es un tema complejo que llevamos trabajando de un tiempo a esta parte. No queremos descubrir ninguna carta que no esté garantizada.

En la colección que presentó la pasada semana en la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid, usted realizó una propuesta en la que aboga por retornar a los años 20 y 70. ¿Por qué?

La moda es un revival continuo. No hay duda. Hay que buscar momentos que fueron fulgurantes y conseguir que la gente vea la moda como una inversión. Con esta colección miramos hacia Nueva York como centro de libertad, donde la gente va a su gusto por la calle, sin que eso sea motivo de sensación de ridículo. Tenemos que creer que lo importante es sentirnos guapos, encontrarnos bien con nosotros mismos, sin sentirnos disfrazados. Eso será factible si llevamos, no lo que imponen las tendencias, sino lo que nos conviene para estar bien con nosotros mismos. Es un ejercicio de libertad y optimismo.