Alabada por su delicadeza, su tacto de terciopelo, su aspecto y su aroma, la rosa tiene además propiedades regeneradoras y calmantes que la hacen muy valiosa como ingrediente activo en la cosmética. Cada tipo de rosa tiene sus propiedades y fragancias, muy distintas unas de las otras, y algunas, como las que crecen en los acantilados y en climas extremos, son muy resistentes a las agresiones ambientales.

Las más utilizadas en cosmética son la rosa damascena, que se cultiva principalmente en Bulgaria, y la centifolia, que crece sobre todo en Francia y tiene un papel muy destacado en la elaboración de perfumes.

La rosa tiene una presencia importante en los productos de inspiración natural, y cada vez se utiliza más en las fórmulas antiedad sofisticadas, que aúnan la investigación y la tecnología punta con el cultivo artesanal de la flor.

Dos millones de células madre de la emblemática rosa Lancôme, de un tono fucsia único, y creada por hibridación en 1973, laten en cada frasco de Absolue L´Extrait, un concentrado antienvejecimiento a partir del cual se plantea la cuestión de si las células madre vegetales pueden ser el nuevo grial de la cosmética.

De momento, destaca por su gran potencial regenerador y su capacidad para estimular las células madre dérmicas, presentes en las capas más profundas de la piel y fundamentales en la renovación de la dermis. Con la edad, la facultad de autorrenovación de estas células disminuye, y requieren ayuda extra para realizar su función.

Las pieles delicadas también agradecen la calma y el confort que les proporciona la rosa. Dior ha lanzado una línea antienvejecimiento con cuatro productos de lujo, entre los que el activo principal es la rosa Satine. Se cuenta que esta rosa fue la única flor que sobrevivió a una fuerte tormenta atlántica que destrozó el jardín de Christian Dior en Granville (Normandía), demostrando una resistencia excepcional.

En maquillaje, los distintos tonos de rosa son una de las tendencias más fuertes de la temporada.

Hidratante corporal a base de rosa damascena. Suaviza y alisa la piel y previene la aparición de las primeras arrugas en escote y manos. Indicada para pieles sensibles y zonas especialmente secas como piernas y codos. Lluvia de Rosas. 16,85 €, aproximadamente. Carla de Bulgaria Roses Beauty.

Agua de colonia de rosa de Marruecos. Ligera y sensorial. 100 ml, 46 €. The Body Shop.

Contorno de ojos hidratante que ayuda a reducir la aparición de bolsas y ojeras. Formulado con cuatro tipos de rosa: damascena, gálica, salvaje y mosqueta. Tratamiento completo de ojos. 15,95 €. Le Couvent des Minimes. En perfumerías Douglas.

Polvos con minerales de efecto antioxidante que dan al rostro un aspecto sano y ligeramente bronceado. En tres tonos. Pure Finish Bronze Powder. 36 €. Elizabeth Arden.

Bálsamo de labios multiprotector y redensificante, con extractos naturales de rosa. Baume de Rose. 45 €. By Terry.

Sérum antiedad para pieles sensibles, que revitaliza, nutre y reestructura la piel en profundidad. Se debe utilizar antes de la crema hidratante o de tratamiento. Satin Revitalizing Nectar. 295 €. Dior Prestige.