Los diseñadores sueñan y sueñan y vuelve a soñar con una colección que les abra las puertas de América y con esa idea Andrés Sarda y Ana Locking han apostado por prendas pensadas y correctas con cierto sabor americano que les permita alcanzar su sueño: vender.

Mucho "body", mucho color y mucha transparencia se ha visto en el desfile de Andrés Sarda, que ha recreado la vitalidad y el hedonismo de las Vegas con dos tipos de mujer.

La primera, vestida con una exquisita lencería coloreada verde, granate, fucsia y morada, ideada para ver una cena espectáculo en buena compañía.

La segunda, con conjuntos lenceros negros y dorados creados para ir a la discoteca, propuestas más atrevidas que juegan con la idea de mostrar y ocultar.

Y como no podía ser de otra manera, muchas de las parejas enamoradas sellan su amor en Las Vegas con una boda al estilo Elvis Presley; en esta ocasión el matrimonio lo ha protagonizado la modelo y Dj Bimba Bosé con su compañero.

El desfile ha sido un homenaje al momento, una celebración de la vida, "porque la vida hay que vivirla en clave de fiesta", ha contado Nuría Sarda, hija del diseñador y directora creativa de la firma.

Basándose en el paisaje de EEUU, Ana Locking ha creado una colección atractiva y moderno que simboliza el sueño americano.

La diseñadora ha realizado un viaje desde de la costa Este a la Oeste de Estados Unidos que le ha otorgado las imágenes para llenar de color, texturas y originales patrones "American Landscape", su última colección, marcado por un discurso coherente, con prendas para hombre y mujer.

"Es una colección que habla de los caminos y de la vida, viajar de un sitio a otro no es solo llegar a un lugar, sino también las cosas que van pasando entre medias, los caminos de baldosas amarillas, que van apareciendo", ha añadido recordando a "El Mago de Oz".

El desierto de Texas, el parque Yosemite, el Cañón del Colorado y la meca del cine, Los Ángeles, han sido el telón de fondo de la diseñadora para confeccionar una serie de prendas atractivas y ponibles que visten a una mujer y un hombre cosmopolita.

"Si trabajas duro, consigues el éxito", ha contado hoy a Efe Estilo la creadora, para quien esta propuestas es toda una declaración de intenciones, ya que dada la caída del mercado interior, ha puesto todos sus esfuerzos en el extranjero, en especial Estados Unidos.

Trabajadora y consciente de las necesidades del mercado, la creadora ha concebido una serie de prendas con una gran variedad de tejidos, entre ellos el algodón prensado que imita a la rafia, punto de lana, "tweed" de lurex, neopreno de doble faz con acabados que van desde los satinados para las prendas de costuras, hasta otros más "casual".

Aunque la sudadera estampada con paisajes americanos y una frase poética ha sido la prenda estrella, también se han visto vestidos con muchas notas tejanas, faldas con influencias de los indios arapahoes y pantalones con ciertas pinceladas rescatadas de Las Vegas, piezas que ha combinado con la típica bota de "cowboy" y zapato de salón con reminiscencias del lejano oeste.

Locking, que también ha echado mano del tejido denim para recrear el universo americano, presenta una noche distinta, de gran belleza, con una serie vestido palabra de honor cuajados de lentejuelas cosidas de tal manera que parecía telas ajadas, rugosas e incluso maltradas.

Tras la luz y el brillo de Ana Locking, llegaron las propuestas de Victorio&Lucchino teñidas de negro y salpicadas con unas delicadas pinceladas violáceas, tierras y mostazas.

Como novedad, los sevillanos modifican su tradicional patronaje y presentan una silueta despegada del cuerpo femenino que impera en vestidos con diferentes largos.

Para la noche, los diseñadores han reservado los cortes asimétricos implantados en propuestas largas conjuntadas con zapatos planos. "Es la segunda vez en nuestra trayectoria que utilizamos zapato plano", ha detallado Jose Víctor Rodríguez y José Luis Medina del Corral, alma "máter" de la firma.

Ion Fiz ha centrado su mirada en la meseta ibérica para coser discretas prendas coloreadas con una paleta cromática que se mueve entre los tierras empolvados y el verde caza y caqui, salpicado con notas rojizas.

Para la noche, hace una singular revisión del esmoquin y cose vestidos con fajines. La novia de este creador es "actual, del 2014".

El día volvió a brillar con Agatha Ruiz de la Prada, que una vez más subió a la pasarela sus icónicos estampados: corazones, flores, nubes, lunares y besos.

"Pero esta vez maximizados", ha dicho la creadora, que ha recuperado sus propios estampados desde los 80 hasta hoy con la intención de reforzar su legado, de contar su propia historia.

Han sido muchos los colores, pero el rosa ha sobresalido entre todos porque Agatha Ruiz de la Prada colabora con la asociación "Plan para las niñas".

La tercera jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week arrancó con las propuestas de Juan Vidal que, inspirándose en la diosa Diana Cazadora, ha cosido una colección que "reivindica la igual de la mujer a través de la energía, de color", según ha explicado hoy a Efe Estilo.

Para ser la primera vez que trabaja la piel, Juan Vidal ha abierto el desfile con un vistoso chaquetón de patchword de visón coloreado con apuntes naranjas, fucsias, granates, verdes, púrpura, colores que se han estado presente en la colección.

A continuación una serie de faldas de vuelo conjuntadas con camisas de napa o jerséis amplios de punto y vestidos por encima de la rodilla. Algunos de los vestidos ellos, lucían una camisa debajo a modo de pichis.

Los patrones más atrevidos, los grandes aperturas laterales y escotes en forma de triángulo los ha reservado para dos o tres salidas de noche en negro.

En líneas generales ha sido una colección correcta, sobre todo una serie de abrigos de rayas anchas con el cuello de piel de zorro. "Esta colección es el resultado de infinidad de conversaciones con mis clientes", cuenta Vidal, que ha trabajado una sarga impermeabilizada para confeccionar una gabardina impecable.

Moisés Nieto debería haber pensado y estudiado más su séptima colección, que ha arrancado con un abrigo corto de línea "cocoom", con forma de corola.

Las siluetas relajadas, la ausencia de sisa y las mangas japonesas junto con unos estampados de cuadros y otros lineales han sido la tónica general de un desfile que según el diseñador ha contenido prendas que "sobreviven a las tendencias".