El cuero de ante protege a nuestros pies del frío y los mantiene calientes en invierno, pero este material se estropea fácilmente si no se tienen en cuenta una serie de cuidades. La humedad y el ante son dos elementos incompatibles, aunque el ante pueda ser impermeable no hay garantía de que no se vaya a dañar.

Prevención

En el mercado existen diferentes sprays, para proteger desde una primera puesta el calzado. Es indispensable rociarlo con uno de éstos antes de utilizarlos, y repetir el proceso cada cierto tiempo. Para evitar que la suciedad se quede fijada, antes de guardar los zapatos es recomendable limpiarlos con un cepillo de cerda metálica en una sola dirección para evitar que el pelo se rompa.

Se recomienda guardar este material en la oscuridad, en un lugar bien ventilado y sin humedad, así se puede evitar que aparezca el moho. Cuándo se vaya a guardar el calzado por una temporada, o llevarlo en la maleta, no hay que guardarlo en plástico, siempre es mejor guardarlos en una funda de almohada.

Limpieza

La mejor opción es llevar a la tintorería el calzado, los profesionales lo harán mejor y con mejores materiales, pero puede llegar a ser caro con el paso del tiempo. Para rebajar los costes, se pueden limpiar en casa siguiendo estos pasos:

- Frota los zapatos con una toalla seca, implica tiempo.

- Cepilla el calzado con un cepillo de alambre para ante.

- Con un lápiz limpiador trata de eliminar las manchas que estén secas, las que puedan estar húmedas elimínalas con toallas de papel poniendo algo de peso para mantenerlo pero que no pueda deformar el zapato. También pueden eliminarse con una toalla húmeda y vinagre blanco.

- El color del ante puede que se quede apagado, en este caso se le puede dar un toque de vapor templado para que reviva su color natural, o teñirlo.

- Si hay trozos de tierra o marcas de desgaste pásale una lima de uñas.